martes 16 de abril de 2024 - Edición Nº3678

Deportes | 26 jul 2017

Perdón Panzeri, perdón Ardizzone…

El neo-tinellismo de los periodistas deportivos

En una mordaz reflexión, Alejandro Dolina, habló del cambio de paradigma en cuanto a los programas de fútbol. “Hacen de modelos, hablan del saco que trajo fulano, el pantalón que se compró mengano; tratan de sobresalir”. También advirtió que “se disfrazan de jugadores y ya no necesitan al deporte, ellos son la fuente de atracción”.


CAPITAL FEDERAL (ANDigital) El conductor de La Venganza será Terrible, Alejandro Dolina, reflexionó en torno a la falta de formación y profundidad de la mayoría de los periodistas deportivos, la rama de la profesión que no necesita saber cuándo fue una guerra mundial o quién es el ministro de Economía…

“El periodismo deportivo es el paradigma de la sociedad en el sentido que le daba José Ortega y Gasset a la juventud”, el filósofo español “decía que en estos tiempos el paradigma es el joven, entonces todos quieren serlo y siguen su ejemplo, cuando antes todos esperaban a la edad adulta. Ahora los mayores emulan a los jóvenes, se visten y actúan como ellos”, introdujo.

En lo que hace a los comunicadores que hablan de fútbol, planteó que “además son jóvenes, es una profesión para jóvenes y juegan con eso. Se han dado cuenta que la gente no está interesada en el deporte, sino en los periodistas deportivos”.

“Entonces hacen de modelos, se visten muy bien, lucen y hablan de sus atuendos. Empieza el programa y hablan del saco que trajo fulano, el pantalón que se compró mengano. Hablan entre ellos, cuentan lo que han hecho. Tratan de sobresalir, hay una cierta competencia, hay un neo-tinellismo, una forma humorística un poco cruel, un poco estudiantil entre ellos”, añadió Dolina en el aire de AM 750.

Y en ese sentido advirtió que “el acierto es haberse dado cuenta que la gente no está muy interesada en el deporte y sí en el Chavo Fucks. Quiero ver lo que hace el ‘Pollo’ Vignolo, cómo se pelea Marcelo Palacios o el saco nuevo de Gastón Recondo, ¿qué me importa lo que habla un jugador? Ahí cambiamos de canal”.

“Salvo los tres o cuatro jugadores que se expresan bien, los periodistas dicen lo mismo, quisieran ser jugadores y los jugadores quisieran ser periodistas entonces se ha formado un mundo mediático perfecto con esa interacción”, lamentó el autor de Crónicas del Ángel Gris y Lo que me costó el amor de Laura.

Acto seguido, reiteró que “la gente ve el programa porque está interesada en los periodistas y lo saben. Ahora juegan ellos, al básquet, embocan; se disfrazan de jugadores, patean tiros libres ya no necesitan al deporte, se han constituido ellos mismos en fuente de atracción y así lo entendieron todas las compañías que siguen el deporte: la estrella son ellos”. (ANDigital)

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