miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº3686

Economía | 4 mar 2014

Europa y su moneda común

A 10 años del euro

En enero de 1999, se lanzó la moneda única europea, que hoy abarca a 16 países de los 27 países miembros de la Unión Europea y usan cerca de 330 millones de personas. Los habitantes de la eurozona confían que la moneda superará al dólar en importancia mundial en sólo cinco años.


ALEMANIA, Enero 15 (ANDigital) En enero de 1999, 11 países, en ese momento la mayoría de los miembros de la Unión Europea, se unieron al esquema del euro.

El uso de la moneda única es uno de los pasos más importantes en el proceso de integración europeo. Sin embargo, el ingreso a la eurozona ha tenido importantes ventajas y desventajas.

En su discurso, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo que “la economía de la Eurozona enfrenta fuertes retos que no dan lugar a complacencias”.

A pesar de la crisis económica mundial y del anuncio de la Unión Europea sobre la recesión de la eurozona en noviembre pasado, el euro es actualmente una de las monedas más fuertes del mundo.


El futuro

La estabilidad de los precios es una de las bases para un crecimiento económico sostenible y la prosperidad en Europa y una de las prioridades del BCE, con sede en Frankfurt, que maneja las políticas monetarias de los países miembros.

Su objetivo principal es mantener la estabilidad económica a mediano plazo, con lo que más de la mitad del los miembros de la Unión Europea se han convencido de adoptar la moneda única.

El euro reemplazó algunas monedas fuertes en Europa, entre las que destacaba el marco alemán.  Y los países miembros han tenido que someterse a las fuertes fluctuaciones en el valor de su moneda común.

Por ejemplo, desde su caída frente al dólar en 2000, el euro casi duplicó su valor en 2008 antes de debilitarse nuevamente.


Esperanzas y críticas

Según una encuesta del diario Financial Times, los habitantes de la eurozona confían que su moneda superará al dólar en importancia mundial en sólo cinco años.

Pero algunos críticos afirman que el uso de la moneda común no permite que los gobiernos administren sus propias economías.

Además, el ingreso a la eurozona puede suponer una fuerte presión sobre las economías europeas más débiles -como la de Eslovaquia que apenas se unió 10 de enero de este año- o como España, que se ha quejado de no tener el control sobre sus tasas de interés y no puede devaluar su moneda.

El temor a no tener un control total sobre su moneda ha hecho que algunos países, notablemente el Reino Unido, aún tengan dudas sobre si unirse al euro.

En 1997, Gordon Brown, en ese entonces ministro de Finanzas, dijo que para que el Reino Unido se uniera a la eurozona la condición clave era que la economía del país se alineara a las del resto de Europa de manera sostenible.

Aún no está claro si actualmente existen las condiciones necesarias para que Reino Unido pueda unirse al esquema del euro.

Según encuestas, la mayoría de los británicos se muestran reacios ante la posible inclusión de su país en la Eurozona. (ANDigital)

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