miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº3686

Economía | 22 sep 2016

Opinión

El jaque mate de la reparación histórica

Las liquidaciones se hacen en particular sobre cada caso concreto, tomando los aportes y contribuciones efectuadas tanto por el trabajador como por el empleador en la vida laborar del aquel; no a la marchanta y sin tener en cuenta la historia del beneficiario como pretende hacer el Gobierno. 


Por Christian Hernán González D’Alessandro (*)
Especial para ANDigital

Con fuerte repercusión en los medios, la ANSeS anunció que desde la semana pasada puso unos 264 mil pagos anticipados del programa de Reparación Histórica en donde los jubilados nacionales que reúnan los requisitos que el organismo previsional estableció en su normativa, pueden acceder a un incremento en su haber jubilatorio.

En esta situación, donde los jubilados de más de 80 años o con enfermedades graves que no hayan hecho juicio y que sus haberes no se modifiquen sustancialmente, serán pasibles del incremento del haber previsional. Pero lejos de lo que parecía algo muy alentador, cuando el propio Gobierno lo estableció como la solución definitiva para erradicar los litigios contra el Estado por la mala liquidación de los haberes previsionales que venían atravesando los beneficiarios nacionales, esta propuesta generada unilateralmente dista mucho de las rimbombantes afirmaciones que, meses atrás, los funcionarios decían en cuantos medios eran entrevistados.

En dichas ocasiones, desde el propio Emilio Basavilbaso, se afirmaba que los incrementos serían en torno al 35 o 40 % promedio. Basta con ir a la misma página de la Casa Rosada que, en su propaganda sobre la Reparación Histórica, aún puede leerse el siguiente párrafo: “Se actualizan las jubilaciones en alrededor de un 40 % para más de dos millones de jubilados. Este proyecto no implica un aumento clásico de las jubilaciones (que se mantienen, como marca la ley, automáticamente dos veces por año), sino una nueva manera de calcularlas, que va a representar más dinero en el bolsillo”.

En la misma, sigue diciendo que si bien “no es fácil dar ejemplos concretos de las actualizaciones”, ya que estas dependerán de la situación judicial del reclamante, pueden hacerse “algunas generalizaciones” y estas van, dependiendo del caso concreto, en incrementos del 51, 40 y 35 % por ciento.

Sin embargo, las liquidaciones que se conocieron por parte de la ANSeS para los jubilados, y que se viralizaron en las redes sociales, se alejan altamente de esos porcentajes tan atractivos que aparecen en el anuncio. Es el caso de Dolinda, la jubilada que se hizo famosa en Twitter y Facebook que en su pensión de 7.925, 62 pesos la reparación histórica le aumentó a 8.040,10; es decir, tan sólo 114,48 pesos. O sea un 1,44 por ciento de aumento.

Pero otras “Dolindas” no tuvieron la suerte (o desgracia) de salir a la luz y es el caso de miles de hombres y mujeres silenciados que no tienen forma de visibilizar sus angustias y desmoralización por esta nueva falsa apariencia que ahora se ve con claridad.

En muchas ocasiones, y en cada posibilidad que he tenido, he advertido que los jubilados estaban siendo víctimas de un discurso que iba muy lejos de la realidad y no es porque a este simple abogado le interese poner palos en la rueda, sino porque en materia de reajustes de haberes dos más dos son cuatro.

Las liquidaciones se hacen en particular sobre cada caso concreto, tomando los aportes y contribuciones efectuadas tanto por el trabajador como por el empleador en la vida laborar del aquel; no a la marchanta y sin tener en cuenta la historia del beneficiario como pretende hacer el Gobierno.

El Ejecutivo ilusionó desde el mismo momento en que el Presidente habló ante los que más necesitan, los jubilados. En ese primer mega anuncio que brindó ante cientos de adultos mayores que imploraban por alguien que los escuche y resuelva el padecimiento de largos años de abandono y desidia, Mauricio Macri estaba jugando su partida y, como en un gran juego de ajedrez en donde el tiempo y la concentración para mover las fichas permiten tener clara la jugada, el grandilocuente término “Reparación Histórica” próximamente puede estar haciéndole “jaque mate”.

(*) Abogado especialista en previsión social y personas mayores.
Director del Instituto de derecho de las Personas Mayores y Políticas Gerontológicas del Colegio de Abogados de Morón.
Magister en Dirección y Gestión de los Sistemas de Seguridad Social (Universidad de Alcalá / Organización Iberoamericana de Seguridad Social).

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