jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

Economía | 5 sep 2017

Más que un frío número

Casi la mitad de los hogares argentinos con niños y adolescentes son pobres

Esta cifra supera casi en 18 % al valor general a nivel país que es de 29,7 %, según un análisis de UNICEF en base a datos de INDEC. Representa unos 5,6 millones de menores de 18 años.


CAPITAL FEDERAL (ANDigital) En el marco del Seminario Internacional organizado por UNICEF y la Secretaría de Estado de Gestión Pública y Planeamiento del Gobierno de la provincia de Tucumán que se realiza hasta este martes en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNT de dicha ciudad, expertos se reúnen para debatir e intercambiar experiencias que impulsen el avance en la definición de una medición oficial y periódica de la pobreza multidimensional que en la Argentina impacta especialmente en niñas, niños y adolescentes (NNyA).

En efecto, según un análisis realizado por UNICEF sobre datos del INDEC, en el caso de hogares donde residen niñas, niños y adolescentes el porcentaje (NNyA) considerado en situación de pobreza monetaria asciende al 47,7 %, lo que significa 18 puntos porcentuales por encima del 29,7 % que es el número de personas en situación de pobreza a nivel nacional.

Este número representa 5,6 millones de NNyA. Entre ellos, 10,8 % se encuentran en una situación de pobreza extrema. Estos indicadores se vuelven aún más preocupantes en los casos en que el jefe de hogar es desempleado (84,8 %), trabaja en el sector informal (64,8 %), tiene menos de 6 años de educación formal (72,5 %), es joven (menos de 25 años de edad, 51,6 %) o es mujer (55,3 %).

La pobreza monetaria toma en cuenta solamente una (si bien importante) dimensión de la pobreza. La pobreza monetaria puede ser, además, muy sensible a cambios en los niveles de precios, especialmente en países con índices elevados de inflación como la Argentina.

De hecho, el estudio realizado por UNICEF en 2016 desde la perspectiva multidimensional mostró que alrededor del 30 % de los NNyA son multidimensionalmente pobres. Conocer la estructura de la pobreza y las múltiples dimensiones que la conforman es un primer paso esencial para avanzar hacia políticas públicas que generen un verdadero impacto.

Por ello, durante estas dos jornadas, expertos de diversas instituciones nacionales e internacionales intercambian experiencias y conocimientos sobre cómo consolidar dicha medición y articular el puente necesario entre la medición y la acción.

“Las mediciones multidimensionales pueden ser utilizadas para generar un conocimiento más comprehensivo de la pobreza, identificando sus causas subyacentes y contribuyendo, así, a determinar la agenda de políticas públicas que se necesita para abordarlas”, afirmó Roberto Benes, representante de UNICEF en Argentina.

Así, la segunda parte del Seminario se centrará en el análisis de una experiencia clave en la Argentina que busca abordar esta problemática: la Asignación Universal por Hijo (AUH), que ha demostrado tener un impacto importante en reducir la extrema pobreza (30,8 %) y más moderado en relación a la pobreza en general (5,6 %).

Finalmente, en particular, los niños, niñas y adolescentes, además de compartir muchas de las mismas fuentes de vulnerabilidad que sus familias y comunidades, enfrentan a vulnerabilidades específicas a su edad que difieren de las de los adultos o que tienen consecuencias más graves.

Los niños/as constituyen una gran proporción de los pobres y, en muchos países como en el nuestro, las tasas de pobreza son más altas entre los niños y niñas que entre la población en su conjunto.

“Por eso, a la hora de pensar y discutir en torno al concepto de bienestar, es fundamental tener un foco sobre la infancia y adolescencia”, sentenció Sebastián Waisgrais, Especialista en Inclusión Social y Monitoreo de UNICEF. (ANDigital)

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