Trabajadores de La Nirva se encontraron con la planta de alfajores cerrada

LA MATANZA-BUENOS AIRES (ANDigital) Como si se tratara de una historia que nunca tiene fin, otra empresa acaba de cerrar sus puertas en el Conurbano bonaerense: se trata de La Nirva, cuyos empleados se encontraron estos días con la desagradable sorpresa de sus puertas cerradas, naturalmente sin aviso ni explicación alguna de las autoridades.

Ubicada en la localidad de Lomas del Mirador, en el partido de La Matanza, tras lo sucedido los trabajadores iniciaron un acampe en las puertas de la fábrica, sobre la calle Dorrego, y con el apoyo del Sindicato de Pasteleros se decidió instalar una carpa.

Trabajadores de la fábrica de alfajores #LaNirva protestan por el cierre de la planta de #LomasDelMirador, en #LaMatanza pic.twitter.com/HyNePfZLck

— ANDigital (@ANDigitalOK) October 4, 2019

Tal vez el dato más llamativo sea que, desde el 1º de octubre de 2018, los nuevos propietarios –con Matías Pérez Paradiso a la cabeza– decidieron paralizar la producción, aunque de todas maneras hacían cumplir horario al personal y pagaban los sueldos.

En La Nirva hay 65 trabajadores, a quienes desde hace dos meses les adeudan sus quincenas, el aguinaldo y, además, en condiciones inhumanas: desde la paralización de la producción, los propietarios obligan a los operarios a presentarse a trabajar en un espacio sin agua, luz ni gas, y sin hacer nada.

“Los nuevos dueños fueron cerrando líneas de producción sin ningún motivo, porque las ventas de estos productos se mantuvieron en el tiempo. Dijeron que era para reestructurar, pero lo primero que hicieron fue echar a 80 compañeros, a los que ni siquiera les pagaron las indemnizaciones”, manifestó Marcelo Cáceres, delegado del gremio y empleado de la firma, en diálogo con Primer Plano Online.

Es importante señalar que la empresa –reconocida por elaborar el alfajor Grandote– pidió un concurso preventivo de acreedores a principios de año en el Juzgado Nacional en lo Comercial Nº 25., en el que ya manifestaban que el destino de la firma era el cierre. (ANDigital)