sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº3682

Economía | 16 jul 2020

Datos del IET

Siguen en franco aumento los productos electrónicos

Es el rubro que más traccionó la inflación de junio. Las tablets treparon 22 %, las impresoras y PCs 19 %, los televisores 13 % y las notebooks 10 %. Los electrodomésticos no se quedaron atrás.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (ANDigital) La inflación de junio fue del 2,4 %, acelerándose en casi un punto respecto al 1,5 % de mayo y el 1,4 % de abril, según reveló el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), dependiente de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).

La suba de los precios al consumidor acumuló un 13,4 % en el primer semestre del año, y en los últimos doce meses el alza fue del 42,5 %, precisa el informe.

A diferencia de otros meses, en junio la inflación de alimentos permaneció moderada (1,4 %), debido a la continuidad del programa de Precios Máximos, que tuvo un acatamiento importante desde el inicio de la pandemia.

Por el contrario, la inflación mensual estuvo motorizada por rubros estacionales (como indumentaria) y con alto contenido importado (como electrónica y electrodomésticos).

En este último caso, incidieron el deslizamiento del dólar oficial (+4 % en mayo y +2,8 % en junio) y las restricciones transitorias del Banco Central para importar al tipo de cambio oficial (que implicó que muchos importadores utilizaran el dólar paralelo como precio de referencia), detalla el IET en el resumen ejecutivo.

En junio destacaron los aumentos en productos electrónicos, que ya venían experimentando incrementos considerables en mayo. Las tablets treparon 22 %, las impresoras y PCs 19 %, los televisores 13 %, las notebooks 10 %, las cámaras digitales 8 % y los celulares 6 por ciento.

Los electrodomésticos también registraron fuertes alzas en junio: los microondas subieron 14 %, las heladeras 11 %, las cocinas 9 %, los lavarropas 8 % y las planchas 7 %. También se observaron alzas marcadas en autos cero kilómetro (+5 %) y en bicicletas (+11 %).

Por otra parte, los rubros que permitieron que la inflación general se ubicara por debajo del 3 % fueron, además de alimentos y bebidas, los que tienen en su mayoría precios regulados.

Los servicios de la vivienda (agua, gas, electricidad, telecomunicaciones) casi no mostraron movimientos en junio (incluso algunas bajas, como en servicios de TV por cable), del mismo modo que las naftas y las prepagas. Todos estos ítems son muy importantes en la canasta de los trabajadores.

Más aún, si bien la inflación en el segundo trimestre fue moderada (5,4 %, la menor desde 2017), el poder de compra de los salarios se resintió profundamente, al menos en abril (que es el último dato oficial). La razón tiene que ver con que en ese mes los salarios en el sector privado formal cayeron 7,9 % intermensual nominal (y 9,2 % en términos reales, serie con estacionalidad), producto del drástico salto en la tasa de suspensiones, que alcanzó casi al 9% del empleo privado en mayo.

Esta baja nominal es la mayor desde el comienzo de la serie en 1995. En el sector público, sin embargo, estos efectos no se sintieron por cuanto se expandió 0,2 % entre febrero y abril, y los salarios crecieron 4,8 % nominal en ese período, muy similar a la evolución de los precios.

Cabe destacar que los efectos del COVID-19 sobre la actividad han sido profundamente severos. En abril la economía cayó 26,4 % de acuerdo al INDEC: se trata de la mayor baja desde que hay registro, incluso superando al peor momento de la crisis de 2001-2.

La tendencia es coincidente con la realidad de otros países de la región, donde las bajas de abril también fueron récord y de dos dígitos (en Chile - 15,3 % interanual, en Brasil -15,1 %, en Colombia -20,1 %, en México -19,7%, en Perú -40,5 %, en Ecuador -34,4 %). (ANDigital)

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