viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3688

El Fierro | 29 mar 2016

Opinión - La Hora Política

Esta no es la casa de Obama

“Esta es su casa”, le dijo Macri a Obama en la Rosada. Se pasearon en el Parque de la Memoria; el pueblo ausente. El 24, cientos de miles de argentinos en las plazas de todo el país, repudiaron la dictadura, la impunidad de ayer y de hoy, la presencia de Obama, y el ajuste y la entrega de Macri. La semana política por Ricardo Fierro.


De las mentiras a la realidad

Fue gigantesca la campaña del gobierno y los monopolios multimedios, tratando de tapar con la visita de Obama las masivas movilizaciones del 24 de marzo, en las que cientos de miles de argentinos repudiaron el 40 aniversario del golpe de Estado y la dictadura, la impunidad de ayer y de hoy, la criminalización de la protesta, la presencia de Obama, y el ajuste, la entrega y el Protocolo de Macri.

Las plazas de todo el país se llenaron de pueblo, con una pluralidad de colores políticos, como el extraordinario acto del Movimiento Memoria, Verdad y Justicia en Plaza de Mayo con su declaración consensuada por más de 300 organizaciones. Por el contrario, los actos de Macri y Obama en el Memorial de la Costanera y demás actividades oficiales de esa dupla, revelaron la absoluta falta de pueblo. Ningún organismo de derechos humanos participó, ningún grupo espontáneo fue a aplaudirlos. Nadie bancó la oferta de Macri a Obama en la Rosada: “Esta es su casa”; ni la confesión: “Te amamos Obama” (Twitter de la Casa Rosada, Perfil, 28/3).

La realidad de los 100 días de Macri es el creciente malhumor popular por la mentira del plan pobreza 0, y en los hechos un brutal aumento de la carestía que ya condenó a la pobreza a 1.100.000 argentinos (datos del Observatorio Social de la UCA); y la mentira del crecimiento con trabajo genuino, frente a la realidad de más de 200.000 despidos y miles de suspensiones.

La realidad profunda de los 100 días de Macri son las puebladas que están protagonizando los fueguinos, los santacruceños, los docentes santiagueños, la movilización de 5.000 trabajadores de Atucha (paralizada por Macri), movilización ignorada por la prensa como tantas otras de los despedidos estatales y privados, y como ya se expresó el gran paro y la jornada nacional el 24/2, de ATE, la Fresposa y la Conadu H, y la de la CCC y otras organizaciones el 16/3.

Realineamiento estratégico

La visita de Obama coronó un proceso, precedido por las de los jefes de Estado de Francia e Italia, y la reunión de Macri con el de Gran Bretaña: se ha producido un cambio profundo del alineamiento estratégico de la Argentina, privilegiando las relaciones con Occidente (Estados Unidos, Italia, Francia e Inglaterra), y secundarizando los acuerdos con China y Rusia.

Obama no trajo un solo dólar. Los poco más de 10.000 millones de los que habla el gobierno de Macri son solo “promesas”. Lo que hizo Obama es ratificar los acuerdos firmados por Bullrich en Estados Unidos; acuerdos que atan la “seguridad” argentina a las agencias yanquis: Departamento de Justicia y Seguridad, FBI, DEA y CIA. En todo el recorrido de Obama el operativo argentino estuvo subordinado a la seguridad yanqui.

Obama fiel a los intereses de los monopolios y bancos yanquis, presionó abiertamente a Macri. Lo hizo con un consejo. Le dijo: “A veces el dolor del corto plazo y el tener que tomar sanciones decisivas en una etapa tan temprana es lo más oportuno, en lugar de dejar las cosas para mañana”. Es decir: más ajuste, más devaluación.

Lo único concreto que logró Macri fue la presentación del gobierno de Obama a la Cámara de Apelaciones de Nueva York, apoyando la propuesta pagadora y endeudadora del gobierno argentino.

Un país en disputa

La nueva “amistad” del gobierno argentino y el yanqui no cierra, sino que, por el contrario, agudiza la disputa interimperialista por un nuevo reparto en la dependencia de la Argentina.

Obama está por finalizar su mandato (Obama es del Partido Demócrata). El principal candidato del Partido Republicano, hasta ahora, el fascista Donald Trump, tiene excelentes relaciones con Franco y Mauricio Macri. Negociaron construir un rascacielos de 150 pisos en Nueva York. Trump vino a la Argentina, Mauricio se paseó con él en Bariloche, comieron asados en una estancia de los Macri, quienes, además, le prestaron una mansión en Punta del Este para veranear con su familia.
Franco Macri ya anunció que está instalado como diligenciador de negocios con Italia.

Mauricio Macri descansó de la agenda con Obama en una estancia de los Lewis, quienes le pusieron un helicóptero a su disposición. “Son amigos desde hace años”, dijo un vocero de la Casa Rosada. Lewis es uno de los 300 mayores millonarios del mundo y de las primeras fortunas inglesas. Acá, además de estancias tiene acciones de Edenor. Maneja a su antojo el Lago Escondido (Río Negro) y tiene un aeropuerto sobre el Atlántico a disposición de Inglaterra. Macri anunció acuerdos con los ingleses para el Atlántico Sur. Por lo que este 2/4, más que nunca hay que estar con los veteranos de la Guerra Nacional de Malvinas.

Macri se reunirá con el presidente chino, Xi Jinping en la reunión de jefes de Estado sobre energía nuclear, en la que renegociaría los acuerdos sobre la construcción de dos centrales nucleares (Atucha 3 y 4) y las represas de Santa Cruz. Se habla de reducir los intereses de los préstamos chinos para esas obras, pero el otro tema es quiénes serán los socios argentinos: ¿un cambio de las empresas K por las socias de Macri?

Con Rusia también hay negociaciones. “Sí, confío en las personas que hay en el gobierno hoy”, dijo Alejandro Bulgheroni, testaferro ruso.

Del “plan K” a Tribunales

A la salida de esta edición de hoy el Senado votará las leyes que, de aprobarse, abrirían el camino a otro escandaloso capítulo de la deuda externa, pagando, sin investigar la legitimidad de esa deuda, un monto que es 10 veces lo que nos prestaron. Y con negociadores que están de los dos lados del mostrador: Prat-Gay y Luis Caputo, dos “cuadros” del JP Morgan, banco clave en la organización del préstamo para saldar esa deuda. Préstamo que pagaremos todos los argentinos.

Hasta las elecciones hubo un “plan K”: Cristina gobernaría con mayoría el Congreso, y se preparaba para volver en el 2019. Manejaría Buenos Aires y la mayoría de las provincias, el PJ, y Milani tenía “los fierros” y el espionaje que acompañaría la operación.

Cristina perdió el gobierno nacional, el de Buenos Aires, la mayoría en Diputados y en el Senado, no controla el PJ, ni “los fierros” ni el espionaje; comienza a pasear por tribunales, y la pelea de los íntimos (Alicia K, Echegaray, Báez, etc.), amenaza con un destape de la podredumbre.

Prepararse para grandes luchas

El kirchnerismo trata de tapar su fracaso echándole la culpa a “la derechización de las masas”, dice: “Ustedes lo votaron”. La soledad de pueblo de Macri en su discurso al Congreso, y en sus paseos con Obama, muestran que no hay enamoramiento con Macri. Por abajo crece el malhumor contra al ajuste, la entrega y la represión, lo que se va expresando en las calles, con las luchas obreras, campesinas y populares, y en los actos del 24 de marzo.

La verdadera “receta” macrista es que el ajuste, los despidos, la recesión, seguirán hasta fin de año, o incluso hasta mediados del año que viene. El tarifazo del gas viene en abril. Habría algún anuncio, barato, para cubrir la imagen, y la mano dura del Protocolo fascista.

La situación empuja para nuevas grandes luchas, profundas y prolongadas, presionarán para avanzar en la unidad para la lucha y los reagrupamientos por abajo.

La jornada de lucha del 29/3, de la Multisectorial que integran CTA, CCC, Barrios de Pie, Teresa Vive, FAA, FUA, Pueblos Originarios en Lucha, es un paso muy positivo para unificar la lucha contra los despidos, por salarios, y de apoyo a las luchas en curso. Se debate en centrales obreras para movilizar al Congreso cuando discuta el impuesto a las ganancias.

Es otro paso positivo la columna unificada del Frente Popular en la movilización del 24/3, de Capital Federal y el Gran Buenos Aires. El malhumor con el macrismo y el retroceso del kirchnerismo muestran que grandes sectores populares buscan defender lo conquistado y avanzar, lo que exige unir lucha económica con la lucha política. Fortaleciendo y ampliando el Frente Popular, conquistando las personerías del PTP en todo el país. Y preparando a los trabajadores, los campesinos y el pueblo, para las grandes luchas que se avecinan.-

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