viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3681

El Fierro | 3 may 2016

Opinión - La Hora Política

La potencia del movimiento obrero

La jornada nacional del 29 conmovió al país. Mostró la fuerza, la unidad, el malhumor y la bronca de los de abajo contra la política de hambre y entrega del gobierno de Mauricio Macri. Le achicó la cancha a la soberbia de Cristina Kirchner de liderar la oposición. La semana política por Ricardo Fierro.


Un hecho histórico

Es un hecho histórico el acto del viernes 29, convocado con un documento de las cinco centrales de trabajadores (luego se abrió la CGT Azul y Blanca) con la participación de organizaciones de desocupados y jubilados, y de fuerzas políticas. Fue el centro de una jornada nacional con actos y movilizaciones en todo el país.

Un hecho histórico por su masividad. Un hecho histórico por la unidad de acción del movimiento obrero ocupado, que en muchos casos, garantizó la presencia con el abandono de los lugares de trabajo. Un hecho histórico por la unidad del movimiento obrero ocupado, desocupado y jubilado; como se reflejó en los puntos de lucha de la declaración leída por Smith, secretario general de la Confederación del Transporte.

Un hecho histórico por el apoyo que esa unidad tuvo, por acuerdo en unos casos, y por oportunismo en otros, de las fuerzas políticas opositoras al ajuste del gobierno de Macri.

Hay que retroceder muchos años para encontrar una situación parecida. Y pegó fuerte: se rompió la leyenda de “la luna de miel” con seis meses de tregua para los nuevos gobiernos, que venía, por lo menos, desde 1983.

¡Qué fuerza la del movimiento obrero!

La jornada del 29 puso en discusión la necesidad de un paro nacional y multisectorial. Se habló y escribió mucho de los discursos, de algunos personajes nefastos (que parecieron puestos a propósito para descalificar el acto). Y se habló poco o nada de lo más importante.

Fue un diario español el que puso el dedo en la llaga de lo más importante: “Volvía así (con el acto) la larga tradición argentina, un país donde la política siempre se hizo en la calle”, dijo el diario El País (del 30/4).

En las calles (o las rutas) se hicieron la Revolución de Mayo en 1810, el movimiento estudiantil de 1919, la semana rebelde de 1919, las insurrecciones contra “el régimen”, el 17 de Octubre de 1945, el Cordobazo y todas las puebladas de los 60 y los 70, el Argentinazo del 2001, los paros activos contra los gobiernos que se sucedieron desde Alfonsín hasta los Kirchner, la rebelión agraria y federal del 2008, el 3 de junio del “Ni una menos”, y tantos otros hechos.

La huelga y la calle han sido el principal motor de la política obrera, popular y nacional. Desde su fundación hasta hoy, encabezando las luchas, la CCC y el PCR han sido protagonistas fundamentales en la calle. Este 29, un gran columna unió a ATE, Conadu H, Suteba Quilmes, Propaganda Médica y otros gremios de la CTA Auténtica, CCC, MIJP, CEPA, MUS, PTP y PCR, integrantes del Frente Popular.

Las clases dominantes trabajan para debilitar a los cuerpos de delegados, comisiones internas y sindicatos; y con traidores adentro. Sin embargo, ¡qué impresionante el poder del movimiento obrero cuando se une para la lucha! ¡Y qué fuerza para ser la columna vertebral de la unidad multisectorial, cuando recoge los reclamos del pueblo! Hasta vacilantes y oportunistas se suman.

El movimiento obrero se une para la lucha cuando desde abajo viene el malhumor, la bronca y la combatividad, que es lo que se movilizó el 29 en las calles. Lo que se movilizó contra la política hambreadora y entreguista del gobierno de Macri; un gobierno que ha demostrado ser, hasta ahora, impotente en las calles.

La mentira macrista

“Todos los días trabajamos para bajar la inflación y recuperar el empleo”, macaneó Macri en Tucumán, el mismo 29 de la movilización. En abril la carestía subió el 7% o más, en gran medida por los tarifazos de su gobierno. Y mayo arranca con la llegada del tarifazo al gas (450%), aumentó la nafta (31% en el trimestre), otro regalo a las petroleras, subió el impuesto a los cigarrillos el 50%. Y el gobierno y las patronales siguen con los despidos.

Además, el gobierno no cumplió su compromiso de girar a las provincias la primera cuota (el 3%) de los recursos coparticipables que retenían y saqueaban antes los Kirchner y ahora Macri. Le mezquina a las provincias fondos comprometidos para programas y obras públicas: Desarrollo de la infraestructura habitacional y techo digno, con un presupuesto anual de $ 12.400 millones, sólo giró el 5%; Acciones para el mejoramiento habitacional e infraestructura básica tiene $ 3500 millones para el año, y usó un 0,45%; Urbanización de villas y asentamientos precarios tiene $ 1641 millones y se emplearon $ 30 millones, apenas 1,86% de lo disponible.

Macri pijotea monedas a los de abajo y le paga a los buitres, al contado, $190.000 millones, y a las petroleras les da un subsidio de 90.000 millones que pagamos todos.

Corrupción infernal

El grupo Kirchner, sus testaferros y socios, con el destape de la corrupción, van mostrando su calaña. Uno de sus testaferros, Lázaro Báez, de empleado del Banco Provincia pasó a ser dueño de alrededor 250 propiedades: estancias que lo hacen el mayor terrateniente de Santa Cruz y segundo en la Patagonia; mansiones, hoteles, más de 1.000 automóviles, financieras, empresas en todo el país y el extranjero, etc.

De esa asociación ilícita para saquear las cajas del Estado no se libró ninguna: desde las coimas y sobreprecios en las obras públicas, hasta el vaciamiento del Banco Central, la Anses, y ¡el PAMI! Ni respeto por los mayores tuvieron.

El desastre que dejó en el país el gobierno K tiene mucho que ver con su saqueo de los fondos públicos que debieron destinarse a combatir la pobreza y desarrollar la economía nacional. Cristina y La Cámpora pagan por eso, quedaron afuera de la dirección del PJ, hay escraches a sus figuras, como el repudio a Aníbal Fernández, en el acto del 29, por sus narconegocios.

Macri no puede ir a fondo contra la corrupción. Muchos de esos negociados fueron con empresas de su socio y testaferro, Niky Caputo, o el grupo Macri-Calcaterra. Y de otros empresarios que hoy tienen sus gerentes en este gobierno.

Grandes desafíos

La jornada del 29 mostró la bronca que crece por abajo contra la política de hambre y entrega de Macri. También, le achicó más la cancha a las pretensiones de Cristina de convertirse en líder de la oposición con su Frente Ciudadano.

Preocupadas por “la gobernabilidad” del nuevo gobierno, las clases dominantes tratan de manejar los tiempos en función de las elecciones del 2017 y el 2019. Los sorprendió la dimensión de la jornada del 29. Sucede que, por abajo, se manejan los tiempos de la necesidad de la lucha contra el hambre, la desocupación, el ajuste y la entrega.

Al mismo tiempo, esa jornada del 29 mostró, en su diversidad, que crecen los torrentes que buscan una salida nacional y popular. ¿Cómo se van a expresar esos torrentes en la política diaria y en las elecciones? Está por verse. De ahí la importancia de la lucha política para llegar con el hoy a muchos que buscan caminos para arraigar al PCR, de conquistar la personería del PTP en todo el país, y de fortalecer el Frente Popular en las masas. Son grandes desafíos de cara al futuro. Un futuro que, como alumbró el 29, va para grandes tormentas sociales y políticas.-

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