jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

El Fierro | 2 feb 2017

Opinión - La Hora Política

Macri quiere un país para pocos

La política del gobierno profundiza el hambre y la pobreza, la flexibilización laboral, la entrega y la represión. El reguero de luchas y de urgencias reclama un paro nacional activo y multisectorial. La semana política desde la mirada de Ricardo Fierro.


Ajuste antiobrero y antipopular

El gobierno marcha a un nuevo tarifazo en la electricidad. No investigó el costo del kilovatio ni impuso multas a los monopolios que ganan con los tarifazos y no invierten en nada, como se ve en que siguen los cortes de luz.

Con una capacidad instalada para fabricar 1.200.000 automotores, en el 2016 se ensamblaron 470.000, la cifra más baja en una década, y con la mayor parte de las piezas importadas. Sin embargo, se patentaron 700.000 unidades, y las terminales despacharon a las concesionarias 721.000 unidades. De esas 700.000 patentadas, 218.000 se produjeron en el país, y 503.000 eran importadas, favorecidas por la baja de impuestos que hizo Macri para los coches de alta gama.

Volkswagen prolonga la suspensión de 600 operarios, y paraliza la planta por una semana pagando el 75% de los días caídos. Su plan es despedir 1.200 trabajadores, de los cuales 600 ya fueron echados. Estos despidos y suspensiones se suman a los de la Fiat (3 días por semana), y a Renault por “parada técnica” durante 40 días.

Cabrera, ministro de Producción, dijo que el 2017 será “un año extraordinario” de la industria automotriz. ¡En qué país vive! Triaca (Trabajo), puso un techo a los aumentos de salario en las paritarias del 17%, muy por abajo de la inflación acumulada, y negocia con el SMATA y otros gremios, reformas a los convenios siguiendo el modelo del acuerdo en Vaca Muerta: baja del salario, flexibilización y pérdida de conquistas.

Los monopolios imperialistas hacen su negocio con las importaciones, despiden y suspenden acá, y el gobierno trabaja para que la crisis la paguen los trabajadores.

Ni una a favor del pueblo

El gobierno sigue sin reglamentar la Ley de Emergencia Social, como si el hambre y el trabajo no fueran una urgencia. Por las inundaciones, cada día la producción de leche cae 2 millones de litros. La situación de los pequeños y medianos productores es desesperante. Tampoco es una urgencia para Macri. Ni es urgencia la delos productores de los 2 millones de hectáreas quemadas por los incendios.

Las “emergencias” de Macri se ven en sus Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Les regaló a las ART una “comisión” para frenar los juicios de los trabajadores por accidentes y muertes que provocan las malas condiciones de seguridad. Impuso la expulsión de migrantes, como Trump, sin derecho a la defensa, recuerda la fascista Ley de Residencia contra la que luchó por décadas el movimiento obrero.

Además, aumentó los días de trabajo, y basureó el 24/3 (golpe de Estado de 1976), y el 2/4 (recuperación de Malvinas); y el rechazo lo obligó a retroceder. En su campaña electoral, Macri negoció, mediante intermediarios, con los genocidas de la dictadura presos. Lo dicho por Gómez Centurión, va en la línea de Macri de crear condiciones para la amnistía.

Quiere bajar la edad de imputación a los jóvenes, sin ningún plan de educación, trabajo y prevención de la droga. Tampoco hay lucha real contra el narcotráfico y el delito organizado: por $10.000 hoy un sicario asesina a una persona.

¿Hacia dónde vamos?

Estamos mal y vamos peor. El mundo ya está sintiendo los cambios, con gobiernos de tipo fascista en Estados Unidos, Rusia y China. Trump que ya está haciendo lo que dijo que iba a hacer: cierre de fronteras, y guerras comerciales y militares (“coordinando” los bombardeos con Rusia en Siria y con Arabia Saudita en Yemen). A la Argentina (¿cómo anticipo?) le bloqueó la exportación de limones.

Es notable la “suavidad” del gobierno de Macri frente a hechos de Trump como las provocaciones contra México; al igual que frente al vandalismo en el Cementerio de los caídos en Malvinas. Por otra parte, China se fue de la licitación, que ganó, de un tramo de gasoductos de Córdoba. ¿Por qué? Nadie explica nada.

Cristina K hizo declaraciones elogiosas de Trump. Massa fue a la asunción del nuevo presidente yanqui, y reapareció después en las movilizaciones en contra de Trump.

Las medidas de ajuste de las automotrices y otros monopolios imperialistas, se preparan para la Argentina y el mundo que viene, profundizando el saqueo y la súper explotación, de la mano del gobierno de Macri. También lo hacen los grandes terratenientes, con su plan de sojizar el país, devorando, como buitres, las tierras de los pequeños y medianos productores arruinados y los originarios.

La necesidad del paro nacional

El ajuste a los trabajadores, los campesinos, los originarios, las mujeres y la juventud, exige encabezar las luchas y dar nuevos pasos para la unidad de acción, que le paren la mano a Macri.

El 2017 comenzó con luchas y es necesario profundizar ese camino. Lo están haciendo los estatales en varios lugares, se prepara la Bancaria, hubo movida de sectores de camioneros y de mecánicos, etc. La CCC, la CTEP y Barrios de Pie reclaman la reglamentación de la Ley de Emergencia Social. Hay numerosos reclamos de los afectados por inundaciones, incendios, aludes y la seca.

Crece el reclamo de un paro nacional activo y multisectorial. Es necesario discutirlo y aprobarlo en asambleas y cuerpos de delegados. Para que el movimiento obrero se coloque en el centro de la escena política, y unifique al conjunto de los sectores populares, con un programa que recoja los reclamos obreros, campesinos, originarios, de las mujeres y los jóvenes; así como el rechazo a la entrega y a la represión macristas.

El paro nacional, con un programa de ese tipo, Es fundamental, como ocurrió con otros en el movimiento obrero, para trazar la línea divisoria entre el campo popular, y la falsa polarización a la que se aferran Macri y Cristina.

La tercera fuerza

En los lugares de trabajo, de estudio, en los barrios, se discute, y mucho, de política. Crece la bronca contra el ajuste del gobierno. Y crece el aislamiento de la cúpula kirchnerista. Amplios sectores populares defienden sus conquistas, y no quieren retroceder a lo viejo.

La gran tarea política de la hora actual es llevar a la discusión de las masas la necesidad y la posibilidad de una tercera fuerza, popular, patriótica y democrática.

Una fuerza que dé respuestas concretas para avanzar sobre los problemas de fondo de esta Argentina latifundista y dependiente: 4 millones de puestos de trabajo, 2 millones de viviendas, 1 millón de nuevas chacras, recuperar la soberanía energética, recuperar los recursos naturales para industrializarlos cuidando el medioambiente, tolerancia cero al narcotráfico y la trata, defensa de la soberanía sobre Malvinas, el Atlántico Sur y la Antártida. Una fuerza que se apoye en el pueblo para hacer realidad el ni una menos, y ni un pibe menos por la droga.

La plata está, si se le hace pagar la crisis a los monopolios, los bancos y los grandes terratenientes que la provocaron. Y decomisando los bienes mal habidos por la corrupción.

Ese es el gran desafío que proponen el PTP y el PCR, las fuerzas del Frente Popular y los frentes de cada provincia. Para crear las condiciones para un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, que abra el camino a una revolución de liberación nacional y social.-

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