La despedida de Larrea a Carrizo: “Distribuyó generosamente sus saberes”

CAPITAL FEDERAL (ANDigital) El periodista y locutor Héctor Larrea despidió a su colega Antonio Carrizo, quien falleció el pasado viernes a los 89 años, y dijo haber podido conocer “todos sus estados de ánimo”.

“Compartimos 35 años con un encuentro casi cotidiano. Conocía todos los estados de ánimo de Antonio, hemos mantenido charlas infinitas, tomábamos café en un bar viejo de Pueyrredón y también nos encontrábamos a la mañana”, reseñó durante una entrevista con Mañana Sylvestre por Radio del Plata.

Luego, recordó jocosamente que “Antonio siempre estaba en contra, pero porque le resultaba divertido” y “como era como locutor en un comercial, era en la vida. Cuando se enojaba con alguien, se enojaba, después se le pasaba enseguida”.

“Usaba la discusión con humor en el aire, por ejemplo en La vida y el canto siempre le terminaba diciendo a su compañero: ‘Rinaldi, ésa es la puerta’, para poner fin al debate, pero le divertía ser contra, era de lo más rico como persona, un ser piadoso”, enfatizó.

Sobre los últimos años de Carrizo, el exconductor de Seis para triunfar reconoció que “una de las cosas que no pude vencer en mi vida es el hecho de visitar enfermos que están mal, hacía papelones, como una vez que me desmayé. En vez de aportar algo terminaba perjudicando al visitado, aunque estaba permanentemente informado por los hijos y sabía que padecía mucho”.

“En un sentimiento dual el que tengo ahora que Antonio ha cambiado de plano de existencia. Debo decirlo, con mucho reparo, como deudor afectivo, le debo mucho en mi vida profesional y personal y siento cierta calma. El deterioro nunca paró a partir del ACV, yo padecía mucho, nunca había una buena noticia, aunque los hijos se ocuparon de que estuviera bien atendido siempre.”, prosiguió Larrea.

También ponderó al oriundo de General Villegas como “un tipo noble, muy ampliamente generoso, no me alcanzaría el tiempo de todo el beneficio que recibí de Carrizo, con una sugerencia, un consejo”.

“Él gastaba mucho en libros, se había comprado un departamento para hacerlo biblioteca. Seguía comprando colecciones e incunables” y “él disfrutaba todo lo que hacía, aun lo que no salía al aire”, caracterizó.

Por último, reflexionó: “ha sido un hombre de la cultura, mucho más importante de lo que se piensa, con el tiempo se verá su importancia. Todo lo que aportó al país, era un hombre de pensamiento, todos los saberes que adquirió los distribuyó muy generosamente entre las miles y miles de personas que lo han seguido en una carrera larga. Hay mucho para agradecerle”. (ANDigital)