miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº3686

Espectáculos | 30 may 2017

El rock impuntual

No me dejes olvidar esta canción

A ocho años del último show de Los Piojos, un recuerdo para la banda que marcó a una generación. Algunos apuntes de aquellos en años en un diálogo de ANDigital con Martín Correa, periodista de Radio Mega y jefe de prensa del grupo oriundo de Ciudad Jardín en la era del ritual sin calma.


CAPITAL FEDERAL (ANDigital) El 30 de mayo de 2009, Los Piojos subían por última vez juntos a un escenario. Fue una jornada lluviosa y fría que pareció asociarse a la despedida, sentenciada minutos después de la 1 de la madrugada. “Los Mocosos” y “Muévelo” fueron los postrimeros bises del adiós.

El aviso en las semanas previas había generado gran expectativa por el “parate por tiempo indeterminado”. La demanda fue tal que hubo que mudar la sede original (Club Ciudad) al Estadio Monumental de River.

“No fue un día el del recuerdo, fue todo un mes, con un cambio de escenario en el medio y entonces está muy presente todo lo previo. Y la noche de ese 30 se conjugaban un montón de cosas: todos sabíamos que terminaba algo, la gente también, hubo algo de estoico de bancarse ese clima de despedida con la cancha de River llena”, señala Martín Correa, exjefe de prensa de Los Piojos.

En diálogo con ANDigital, reconoce un componente de “nostalgia” porque “era una época muy linda, muy rica, de formar parte aunque más no sea desde un lugar chiquito de una movida muy grande, diría de un movimiento que representaba a una de las bandas más populares argentinas del momento y de la historia del rock argentino”.

Consultado por los momentos bisagra en la historia de Los Piojos, si tiene que ver con la masividad alcanzada con el disco Tercer Arco o bien con el desembarco en los estadios de la Capital Federal, remarca: “justamente son dos los quiebres, me tocó como público ver su llegada a Obras a bordo de Tercer Arco, esa explosión de la banda a nivel mediático con sus hitazos y un montón de gente que comenzaba a prestarles atención”.

Y añade: “del mismo modo viví, como público, la presentación de Ay Ay Ay en Arpegios, por lo tanto cuando empecé a laburar con ellos en el 2000 atravesé la etapa de los estadios desde adentro, en carne propia”.

“Fue algo gradual, empecé a laburar en los shows del polideportivo de Gimnasia y Esgrima La Plata (año 2001 en la gira Verde Paisaje del Infierno), y en menos de cuatro años estábamos en River, una rampa no empinada, copada, fue de a poco, pasando por Huracán, Vélez y Boca”, reseña una de las voces históricas de FM Mega 98.3

En cuanto a cierto “romanticismo” de aquella época, no lejana en términos históricos, pero sí paleozoica en cuanto a las tecnologías de la comunicación, reflexiona: “en ese momento lo más adelantado que había para comunicar era la web y el foro. No existían las redes sociales y la gran innovación era a través de la página y justamente el foro con distintos ítems como ser el de la información oficial, algo que era muy importante en ese momento para una banda masiva y en ese sentido el laburo fue muy bueno y se logró”.

Finale

“Estuvimos ahí, la pasábamos bien. Lo alegre es porque funcionaba muy bien, terminábamos el laburo y siempre contentos a nuestros casas, lo recuerdo siempre con una sonrisa”, remata Correa.

* * *
Andrés Ciro Martínez, el frontman, hoy encara su proyecto solista junto a Los Persas; el bajista Micky Rodríguez toca en La que Faltaba y Piti Fernández, en La Franela.

Antes de su trágico fallecimiento, Tavo Kupinski se dio el gusto de ser guitarrista de Las Pelotas, en tanto que el primer baterista Dani Buira, fundador además de La Chilinga, está al frente de Wernicke Bombay. A partir del 2000, de los parches se había hecho cargo Sebastián ‘Roger’ Cardero, quien luego recalaría en El Vuelo de la Grulla. Finalmente, el tecladista, Chucky de Ípola, también despunta su carrera solista. (ANDigital)

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