jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

Espectáculos | 18 ago 2017

Entrevista

Bersuit, tres décadas de la cabeza

Uno de los vocalistas de la banda, Dani Suárez, anticipa ante ANDigital la pijamada de festejo por el aniversario. Recuerdos del momento de pasar al frente tras el alejamiento de Cordera. Aquella gira de la resurrección de Andrés Calamaro; la pared con Diego y la masividad. El sombrío panorama para el campo popular y un grito visceral: “la revolución es cultural o no es”.


CAPITAL FEDERAL (ANDigital) “Estamos en este remar constante que tenemos nosotros, no abandonar nunca. Convivimos tanto tiempo que cuando no nos vemos, nos extrañamos”.

El que habla es Dani Suárez, vocalista de Bersuit Vergarabat, en diálogo con ANDigital, en un alto de los metódicos ensayos de la banda. A diario, a la hora de la siesta.

“Seguimos llegando a discos, con la necesidad de seguir poniendo canciones nuevas. Y no dejar los escenarios nunca; no nos escapa la realidad, podemos percibirla, como lo hace cada uno desde sus antenas y ver cómo eso lo podemos volcar música”, añade.

A un año de la salida de La Nube Rosa, el decimotercer álbum de la banda, que ya los llevó por el Cosquín Rock, México, Venezuela, España, Alemania, Chile, Estados Unidos y por toda la Argentina, el cantante destaca que trae consigo “la coherencia misma de seguir haciendo, sumar”.

“Hay momentos para todo tipo de expresiones, hasta incluso no solamente las de enfrentarse, hay diferentes etapas y edades para hacerlo en la carrera de una banda. No es la misma la euforia de adolescente o apenas entrado a la juventud, sin hijos, para emprender un grito y pelear constantemente que ahora. Lo fuimos viviendo, con mutaciones generacionales, con cambios, un River de por medio”, reseña quien vivió ni bien entrado a la banda la estampida ascendente de Libertinaje; Hijos del Culo y La argentinidad al palo, con una chorrera de estadios, giras y el corolario de entrar al pequeño sitial de privilegiados de llenar el Monumental.

Luego, reflexiona: “tengo un deseo que surjan bandas que hayan escuchado todo esto, que les haya servido de algo para tomar ese lugar de confrontación no tibia del artista. Lo veo tibio al semillero, con todo el respeto a las muchas bandas que no conozco, pero no es culpa de ellos, sino por el lugar que no se les da, sabemos que es muy difícil. No hay lugar de expresión que te banque, es un camino más largo y pienso si se nos complica a nosotros ni pensar en las que recién están largando”, subraya.

En cuanto al oscuro panorama para el campo popular en nuestro país, traza una línea de tiempo y recuerda esos años en los que “nadie había votado a Menem”. De todos modos, reconoce el intento por tratar de no amargarse “más de lo necesario”, aunque es tarea difícil.

“Tengo hijos chicos, a mis 45 años, hemos recorrido 25 países, es un agradecimiento a la vida que debemos tener. Pero no se puede no ver que se le abra las puertas al presidente del Ku Klux Klan, que desaparezcan a un Santiago Maldonado. Hay que correr la estupidez del grupo de WhatsApp por un momento y lograr más compromiso”, dispara.

Y recalca que esta conciencia “siempre se generaron desde las universidades, desde nuestro lugar hacemos la parte activa, lo espero del sector juvenil, que entiendan que son ellos. Mucha tele estúpida, serie gringa, perfecto, pero, ¿lo otro? ¿La realidad? No quiero desencantarme, pero después de este fin de semana…”.

“La revolución es cultural o no es. Desde el aprendizaje en todo sentido, las ganas de aprender, querer hacer lo que hacés con todo el amor a lo que estás haciendo, a la música o cualquier tipo de expresión artística”, sentencia.

Ensayo general de la fiesta 30º aniversario

Para los shows del 19 en el Gran Rivadavia y del 25 en La Plata, Dani anticipa una lista de temas en bloques, algo especial. “Es una previa de estos 30 años, abrimos un poquito el abanico a que la gente elija canciones. Aparecieron cosas de los primeros discos, un bloque más íntimo también, con protagonismo de Tito (Alberto Verenzuela) también, Juan Subirá, el Cóndor. La idea es clara: compartir”, resume.

“Estamos craneando lo del año que viene, varias ideas, ninguna resuelta, pero tienen que ver con girar, con ciudades y/o disco. Uno de esos caminos, es un festejo especial que se va a dar a lo largo y a lo ancho de nuestro país”, adelanta.

Pararla con el pecho y no tirarla afuera 

“Si me preguntabas en ese momento, hace casi 7 años, no sé qué hubiese contestado, estaba con el 100 por 100 de mi foco en estar en la parte frontal de una banda con mucha historia. Ni lo podía pensar, salió naturalmente, quizás como protección. Me tocó estar mirando la jugada, no tanto como Pepe Céspedes que mira más de atrás aún, pasar al frente es muchísimo”.

Así recuerda el momento en el que junto con el Cóndor, Germán Sbarbati, debió hacerse cargo de la voz de Bersuit, tras un pequeño interregno precedido por el alejamiento del hasta entonces carismático líder: Gustavo Cordera.

“Somos coherentes con el amor que le sentimos a la música. Me toca ser más intérprete que otra cosa, es una responsabilidad enorme y hay que ponerla toda encima de la mesa, apelamos al amor a la música”, asevera.

Y sentencia: “con Gustavo no hablé nunca más. Ni por teléfono, ni por WhatsApp, ni por carta, ni por correo electrónico. Creo que desde el 2010-2011, ni yo, ni la gran mayoría de nosotros. Sin contacto. Ni nunca sonó el teléfono tampoco”.

Andrés, Diego… No te olvides

“Lo de Andrés Calamaro fue un momento mágico. Nosotros estábamos muy arriba, viajando por todos lados, masividad. Más que una banda que lo ayude, requería un grupo humano. Eso sucedió naturalmente, si bien muchos nos tomamos la responsabilidad de aprendernos las canciones. Hicimos giras, fuimos a tocar a España. Logramos un discazo que es El Regreso, en vivo, prácticamente sin correcciones. Eran ensayos todos los días, religiosos. Un gran gusto que me di en la vida”.

“Y participar de La Noche del 10, viniendo unos días antes Diego Maradona al camarín: “no sean hijos de puta, ¿tengo que venir a pedirles por favor que vayan al programa?” Se puso el pijama en “El baile de la gambeta”, le tiraron una pelotita de tenis y la dejó más chiquitita”.

Dos textuales, dos recuerdos de ese intenso 2005, el del regreso al país de Calamaro, tras una tóxica etapa ibérica y el de Maradona en plenitud televisado. Esbelto como el de la vuelta a Ñuls. De la raza que destila este sudor.

***

Bersuit Vergarabat en La Plata (invitados: Sombrero de Orko)

Viernes 25 de agosto, a las 20

El Teatro Sala Ópera (calle 58 Nº770 entre 10 y 11)

Anticipadas con descuento en: Jason de La Plata; Locuras (Once, Flores); boletería de la sala y a través de TuEntrada.-

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