La alquimia rockera del Oeste: Entre Sumo y el folklore

MORÓN-BUENOS AIRES (ANDigital) Este viernes se presentará en sociedad el libro El agite, una investigación de Mariela Rametta sobre la historia de rock de la Zona Oeste.

La cita es en el Paseo de las Artes de Morón (Casullo y Rivadavia), desde las 19.30, con el show final a cargo de Ella es tan cargosa.

“Desde mi rol de investigadora del Instituto y Archivo Histórico de Morón se me ocurrió poner en el libro del Bicentenario algo del rock, teniendo en cuenta las bandas que trascendieron el oeste para llegar a nivel nacional”, introduce la autora sobre la génesis de este proyecto.

En una charla con ANDigital, rescata: “salió en aquel libro y me quedé con ganas de armar algo más extenso. Finalmente lo hice con la intención de que salga en la revista académica Historia Bonaerense, en el medio hubo un cambio de Gobierno y sobrevivió a ello, pues terminó teniendo eco”.

A partir de ese momento se consolidó un grupo de trabajo que contó con la colaboración de los periodistas Mateo Crespo (a cargo del festival Oeste Rock) y luego se sumó Dani Giménez, conductor de Delicias de un charlatán por Radio Vorterix y uno de los más calificados periodistas del rubro.

En cuanto a los contenidos, Rametta puntualiza que “una primera capa es la historia de las bandas del Oeste: Arco Iris (Ciudad Jardín); El Reloj (San Justo-Palomar-Haedo); Sumo (Hurlingham) y en los 90 el agite propiamente dicho, con Divididos y Las Pelotas y luego sí otros grupos, Los Piojos (Ciudad Jardín), Caballeros de la Quema (Morón, Castelar-Palomar); Árbol (Haedo) y Ella es tan cargosa (Castelar)”.

“El libro es mucho más incisivo y profundo, se trata de armar una historia del rock del oeste, no es una enciclopedia, no están todas las bandas, ni tampoco es periodístico en el sentido de las anécdotas”, aclara la autora, para luego dar cuenta que intentó indagar en los hábitos de músicos y seguidores. “Cómo se vestían y a dónde iban a tomar algo o a dónde se iba a escuchar bandas o dónde conseguir los discos”, grafica.

“Así con todas las bandas y se va armando otra historia, más profunda, mucho contenido de sociología y antropología. Incluyendo al rockero que no produce rock, si no la cultura rock integral”, subraya Mariela.

Consultada por las posibles causas de lo prolífico de la región en cuanto al surgimiento de las bandas de rock, consignó que “una de las razones más fuertes es que sea una importante región de clase media”, cuestión inherente a este género musical.

“Las localidades que rodean al Ferrocarril Sarmiento, el asentamiento de población viene derivado de la expansión de la Capital, se va encaminando la zona y con todos los que hablé, sean productores, músicos, fans, todos tienen su origen en la clase media”, prosigue.

Tras aseverar que el sonido del Oeste “está entre Sumo y el folklore”, pone de relieve la importancia que fue adquiriendo “el sentido de pertenencia, cómo se fue construyendo una identidad”.

El embajador

Por anti-rock star y por genuino, es quizás Alejandro ‘Bocha’ Sokol el último gran héroe de a pie. Su zona era el eje Jauretche (el que lucha con más vigencia que nunca contra el medio pelo y la tilinguería) entre Vergara y Roca, un par de bares lo suficientemente alejados de las grandes luminarias.

“El momento de su muerte produjo un golpe en la comunidad rockera, aunque no gran rebote en los medios, pero lo suyo iba más allá. Fue un nuevo Luca, un santo en remera que caminaba los bares y donde sea hacer lugar. Es muy del oeste esa idea. No lo cambió la fama. El camino de la perdición gusta y mucho en esta región”, sentencia. (ANDigital)