martes 19 de marzo de 2024 - Edición Nº3650

Espectáculos | 16 jul 2018

Cine

La lucha vital del MOCASE

Desde  que  el  agronegocio  hizo  foco  en  el  monte,  los  territorios  campesinos  se  convirtieron  en  un  escenario  minado  de  tensiones. El 26 de julio estrena “Toda esta sangre en el monte”, una película de Martín Céspedes.


CAPITAL FEDERAL (ANDigital) El 4 de agosto de 1990, en el partido de Quimilí, se constituía formalmente el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE), una organización formada con el objetivo de reivindicar los derechos de los lugareños.

Desde sus comienzos, el MOCASE asumió como estrategia central la lucha por la tierra y por mejorar las condiciones de vida de las familias campesinas.

El MOCASE agrupa unas ocho mil familias campesinas sobre 16 mil en toda la provincia. Su accionar está basado en la lucha por la tierra y el desarrollo de emprendimientos productivos autónomos, sostienen su estrategia de vida en la producción diversificada de algodón, ganado caprino y bovino para la producción de carnes, leches y quesos.

Hace años defienden la posesión de las tierras contra las pretensiones de empresarios, y de financieras que ostentan títulos de dominio de miles de hectáreas compradas a precio irrisorio durante la última dictadura cívico-militar.

El 26 de julio estrena Toda esta sangre en el monte, una película de Martín Céspedes que traza el derrotero del agronegocio, con foco en el monte, y cómo los territorios campesinos se convirtieron en un escenario minado de tensiones.

Un viaje atravesado por una muerte violenta, un juicio con suspenso, y una fuerza vital que no se rinde.

“Durante los años 2012 al 2016 recorrí la provincia de Santiago del Estero en la que conocí diferentes comunidades y problemáticas en torno a un conflicto social urgente y lacerante. La lucha de los campesinos por permanecer en la tierra y defender sus formas de vida contra el avance de los agronegocios”, expone el realizador.

Asimismo, destaca que “el despliegue avasallador de la soja, los desalojos y el dolor de los campesinos, son el contorno de un deseo de vida que se opone a sucumbir ante las opresiones”.

“La película intercala una mirada sobre estas experiencias campesinas, con un drama alrededor del juicio por el asesinato de Cristian Ferreyra a manos de Javier Juárez, sicario contratado por el terrateniente Jorge Ciccioli”, indica Céspedes.

Y completa: “es un relato que sin el recurso de la voz en off y evitando la entrevista directa, busca introducir al espectador en el paisaje montaraz y sus potentes vitalidades”. (ANDigital)

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