miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº3686

Espectáculos | 6 sep 2018

Cine

“Los Vagos”, retrato de época

La película de Gustavo Biazzi ahonda en los vínculos humanos y las consecuencias por la falta de cuidado en una relación de pareja. El paso a la adultez, el boicot al noviazgo y el rol clave de los amigotes.


CAPITAL FEDERAL (ANDigital) Tras competir en el Festival de Cine de Mar del Plata 2017 y en la sección Bright future del Rotterdam Film Festival 2018, este jueves 6 de septiembre estrena Los Vagos, una película de Gustavo Biazzi.

El film podrá verse en Cine Gaumont, Centro Cultural Recoleta, Showcase Haedo, Paso de los Libres (Corrientes), Cinemacenter (Corrientes), Cine Teatro Italia Espacio INCAA (Formosa), Rex de Paraná (Entre Ríos), Espacio INCAA La Plata y Espacio INCAA Tafi Viejo (Tucumán)

Son finales de la década del 90. Ernesto (Agustín Ávalos) y Paula (Bárbara Hobecker), novios desde la adolescencia, nacidos y criados en Misiones, ahora estudian en Buenos Aires.

Durante las vacaciones, vuelven al verano tropical de Misiones a reencontrarse con familia y amigos.

Al llegar a su tierra natal, Ernesto se deja arrebatar por las andanzas de “Los Vagos”, sus amigos de la infancia, que se empeñan en prolongar la adolescencia en lugar de asumir la adultez. Ernesto descuida la relación con Paula como si buscara el fracaso del noviazgo.

Una torpeza será el desencadenante del final de la pareja. Inmerso en la decepción, la culpa y la nostalgia, regresará a Buenos Aires a seguir su vida sin Paula, pero también a empezar a mirarse a sí mismo y a “Los Vagos” desde un lugar distinto.

El elenco se completa con Ana Clara Lasta (Andrea); Marcelo Enríquez (Ayala); Emanuel Gómez (César); Walter Casco (Negro) y Juan Pablo Vitale (Judío).

El propio realizador destaca que “el tema central gira en torno a los vínculos humanos y las consecuencias por la falta de cuidado en una relación de pareja”.

“Como una advertencia que dice: el que no cuida lo que tiene lo pierde. Pero este enunciado no se manifiesta de manera explícita, como si fuera un manual de conducta. Porque de esa manera carecería de interés y sentido poético. Esta idea central atraviesa la película de un modo silencioso”, añade.

Es en este sentido que destaca que “Ernesto no sabe cuidar a su novia y termina perdiéndola. Pero es necesario observarlo y acompañarlo en toda su imperfección humana para poder comprenderlo”.

“La película es el retrato de una época y fue ambientada a final de la década del 90 y principio de los años 2000. Del mismo modo que elegimos el vestuario, los objetos, la música, y otros elementos que dan coherencia estética al conjunto, elegimos el tipo de comportamiento de los personajes”, añade Biazzi.

Y completa: “ese comportamiento es el que genera el conflicto de la película. Así aparece la tensión que impulsa la acción dramática. Y el punto de vista está puesto en tratar de comprender ese comportamiento contradictorio del personaje, propio de una época, y una etapa de la vida, como el paso de la adolescencia a la adultez”. (ANDigital)

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