miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº3686

Interés general | 7 mar 2014

Informe médico

Las cinco señales de alerta de ataque cerebral

Desde la Asociación Argentina de Ataque Cerebral sostuvieron que “debe tomarse con celeridad a cada caso y a través de las nuevas metodologías de diagnóstico, evaluar las posibilidades de tratamiento en cada situación”.


CAPITAL FEDERAL, Abril 05 (ANDigital) Las cinco señales de alerta que deben tenerse en cuenta para prevenir la aparición de un ataque cerebral o stroke fueron consensuadas por médicos de la Asociación Argentina de Ataque Cerebral (AAC), con el objetivo de evitar o prevenir el avance de la enfermedad, que afecta al cuerpo y la mente. 

El consenso médico será presentado en el Simposio Internacional Simi-Stroke 2009 que se desarrollará el 17 de abril en el Sheraton Hotel de la Ciudad de Buenos Aires y sintetiza los síntomas que hay que tener en cuenta, para reconocer un posible ataque cerebral. 

El informe de la AAC precisó que debe evaluarse la necesidad de consultar al médico, si se siente en forma reiterada un lado débil del cuerpo, dormido o paralizado o persisten los problemas de confusión al hablar o entender. 

También, debe tenerse en cuenta si no se ve bien o se sufre de cegueras repentina, si existen problemas para caminar o alteración del equilibrio y si se sufren fuertes dolores de cabeza. 

El neurólogo Pedro Lylyk, presidente de la AAC, sostuvo que “la evidencia demostró que no todos los eventos vasculares cerebrales son iguales, y que existe un tiempo fisiológico para cada paciente”. 

Por eso, el especialista evaluó que “debe tomarse con celeridad a cada caso y a través de las nuevas metodologías de diagnóstico, evaluar las posibilidades de tratamiento en cada situación”. 

Por su parte, el doctor Antonio Culebras opinó que también debe “realizarse un tratamiento sostenido de la apnea del sueño para bajar el riesgo de complicaciones vasculares, además de mejorar la calidad de vida y reducir la somnolencia”. 

Los desórdenes de respiración más frecuentes durante el sueño se relacionan con el síndrome de apnea obstructiva, asociada generalmente con el ronquido.  La prevalencia de la apnea del sueño en la población se estima entre un 2% en las mujeres y un 4% en los varones. 

La apnea del sueño eleva la presión arterial, incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrales, provoca excesiva somnolencia y disminuye la calidad vida. Mediante la polisomnografía es posible diagnosticar la apnea del sueño, para poder comenzar a utilizar dispositivos de presión de aire. (ANDigital)

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