viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3681

Interés general | 28 jun 2015

Salud

Falta de aire y cansancio, indicios de hipertensión pulmonar

Es una enfermedad crónica que engloba un conjunto de patologías, algunas de ellas fácilmente identificables. En la mayoría de los casos se desconoce la enfermedad de base, demorando el diagnóstico.


CAPITAL FEDERAL (ANDigital) La hipertensión pulmonar es una enfermedad severa, crónica y progresiva, que se define como el aumento de la presión en la arteria pulmonar por encima de los valores normales, repercutiendo sobre el sistema cardio-respiratorio.

La arteria pulmonar es la encargada de trasladar la sangre desde las cavidades derechas del corazón hasta los pulmones, donde es oxigenada. Cuando la presión en este circuito aumenta de manera exagerada, se genera un incremento en el trabajo del lado derecho del corazón hasta que, finalmente, si no se logra una respuesta adecuada al tratamiento, éste claudica y lleva a la muerte.

El término hipertensión pulmonar engloba un conjunto de enfermedades, algunas de ellas fácilmente identificables, como las enfermedades del colágeno (esclerodermia, lupus eritematoso sistémico), las hepatopatías crónicas con hipertensión portal, la infección por VIH y la toxicidad por ciertas drogas. Sin embargo, en la mayor parte de los casos no puede identificarse la enfermedad de base generando un retraso en el diagnóstico.

Esta enfermedad prevalece en la tercera década de la vida y es más frecuente en mujeres, aunque también puede presentarse en la infancia y hasta un 10 % de los casos en mayores de 75 años.

Inicialmente los síntomas sólo se presentan durante los esfuerzos. El más prevalente es la sensación de falta de aire (disnea) y/o el cansancio (astenia). Con cierta frecuencia estos síntomas son subestimados y conlleva, lamentablemente, a demoras en el diagnóstico. En las etapas más avanzadas de la enfermedad puede presentarse dolor torácico y síncope (pérdida de conocimiento).

La instauración de un tratamiento adecuado permite mejorar el pronóstico de manera significativa. Existen diversas drogas, con diferentes mecanismos de acción y administrables por distintas vías que son efectivas para disminuir el avance de la enfermedad.

Es trascendente no minimizar la presencia de los síntomas y realizar una consulta médica sin demoras. Ello permitirá un diagnóstico adecuado, en tiempo y en forma, y en consecuencia iniciarse el tratamiento específico. Además, se recomienda implementar medidas preventivas, tales como una alimentación sana, realizar las vacunaciones necesarias y desarrollar una actividad física supervisada.

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Asesoró: Doctora Ana R. Diez (Matrícula 6185). Instituto Cardiovascular de Rosario. Miembro de la Sección Circulación Pulmonar de la AAMR.

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