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Interés general | 8 feb 2016

Salud

Las infecciones respiratorias duplican las internaciones de los bebés con cardiopatías congénitas

En la Argentina, cada año nacen 7 mil bebés con problemas cardíacos. Debido a la fragilidad de sus pulmones y conductos respiratorios, tienen mayor riesgo de sufrir otras complicaciones, como bronquiolitis o neumonía.


CAPITAL FEDERAL (ANDigital) Durante la Semana Mundial de la Prevención de las Cardiopatías Congénitas, que se extiende desde el 7 al 14 de febrero, especialistas de todo el mundo buscan concientizar sobre una problemática que, si se diagnostica precozmente, puede ser abordada a tiempo. Se trata de las cardiopatías congénitas, es decir, malformaciones del corazón producidas durante la vida fetal, consideradas el defecto congénito más común del mundo.

La cardiopatía congénita es una anomalía en la estructura y el funcionamiento del corazón debido a una malformación del mismo órgano o de los vasos sanguíneos cercanos, durante el desarrollo embrionario.

Esta afección debilita el sistema cardiopulmonar de los bebés, exponiéndolos a contraer severas infecciones respiratorias por el virus sincicial respiratorio (VSR), virus influenza, neumococo, bordetella pertussis y otros agentes infecciosos que afectan a la población general y que se manifiestan a través de una neumonía o bronquiolitis.

De este modo, y a causa de estas infecciones, los bebés con problemas del corazón requieren más del doble de internaciones que las habituales por su afección cardíaca.

“Los niños cardiópatas son pacientes de alto riesgo frente a las enfermedades respiratorias. Hay trabajos en la Argentina que muestran que un 3 % de la población pediátrica de 0 a 2 años tiene bronquiolitis en épocas de epidemia, y que la internación del grupo enfermo es del 3 % en la población sin riesgo. El problema cambia cuando se habla de los niños de alto riesgo”, explica la doctora Alejandra Villa, coordinadora del Programa de Cardiopatías Congénitas del Ministerio de Salud de la Nación.

Asimismo, da cuenta que “las internaciones por VSR duplican a las producidas por otros virus. Y tiene más injerencias en aquellos pacientes con cardiopatías congénitas que causan insuficiencia cardíaca”.

El impacto de una enfermedad por VSR puede ser también grave en otro sentido, ya que las dolencias no terminan cuando el bebé es dado de alta sino que pueden durar semanas. Los encargados del cuidado de estos niños con VSR han informado que su salud empeora considerablemente hasta dos meses después de haber sido dados de alta.

Y lo que también es preocupante es que, para corregir el defecto congénito con el que nacen, muchos de estos niños requieren una o más cirugías en el primer año de vida; y una cirugía cardíaca realizada en un bebé con signos de infección respiratoria, en general, se asocia a un elevado riesgo de complicaciones post-operatorias. Por eso, a pesar de ser tan necesaria, muchas veces la cirugía se debe postergar sumando incertidumbre y angustia a la familia.

“La patología respiratoria agrava la insuficiencia cardíaca generada por la cardiopatía y el paciente empeora, retrasando la indicación quirúrgica. A veces, el tiempo de internación postquirúrgica se prolonga o los pacientes quedan dependientes de oxígeno. De todas maneras, existen recomendaciones de inmunización brindadas por el Ministerio de Salud de la Nación, que previene la infección respiratoria en pacientes de riesgo, como prematuros y cardiópatas”, informa la doctora Villa.

A la hora de pensar en las claves para prevenir las enfermedades respiratorias en estos chicos, la especialista señala que “hay medidas higiénicas que se pueden llevar a cabo fácilmente como lavarse las manos más a menudo y siempre antes de tocar al bebé; evitar ambientes cerrados y potencialmente contagiosos (casa, colegio, guardería); limpiar las superficies donde haya estado una persona con enfermedad respiratoria o un simple catarro; mantener limpios los objetos que están en contacto con los bebés (juguetes, platos, cucharas, biberones); utilizar pañuelos desechables para que los virus no puedan circular y tirarlos inmediatamente; y evitar el humo del tabaco cerca de los bebés”.

Por último, resalta que a pesar de la gravedad de la patología “el pronóstico de los bebés con cardiopatías ha mejorado muchísimo. Además, desde hace 2 años, los cardiópatas que cumplen los criterios para su uso son inmunizados con un anticuerpo monoclonal que favorece a la prevención de enfermedades respiratorias”. (ANDigital)

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