viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3681

Interés general | 8 abr 2016

Debate impostergable

Cannabis medicinal: Más que una esperanza para aliviar el dolor

El doctor Marcelo Morante, uno de los pioneros en la investigación del uso de marihuana con fines paliativos, habló con ANDigital sobre los prejuicios existentes, el rol del profesional y la evidencia científica. En su pueblo, General La Madrid, apuntan a ser la primera fuente legal de plantaciones reguladas para abastecer la demanda de los pacientes y este fin de semana habrá un seminario internacional abierto a todo público. El rol del Congreso.


LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) “El primer prejuicioso fui yo, me preguntaba para qué vengo acá a esta plantación si yo jamás fumé, ni siquiera tabaco convencional, ni tampoco me emborraché jamás”.

Con estas palabras, el doctor Marcelo Morante grafica su primera visita a Canadá, hacia donde viajó en 2001 para conocer de cerca los alcances de la marihuana medicinal. “Me interioricé, vi los efectos en los pacientes, mientras que hoy por hoy tenemos muchas patologías que no solamente no curamos, sino en la que los pacientes la pasan mal”, expresa en diálogo con ANDigital.

Además, menciona que hay tres puntales para derrotar los prejuicios: “educación médica, educación comunitaria y educación del paciente”, al tiempo que puntualiza que “a partir de la evidencia científica con respecto a este uso en pacientes gravemente enfermos se puede llegar a la autorización para los cultivos, con una regulación adecuada, porque el peor escenario es el que tenemos hoy, ya que los pacientes están usando cannabis pero no es medicinal, dado que no hay una fuente legal de la sustancia, no hay control, ni indicación médica”.

“Intentamos que el Estado tome cartas en el asunto y que haya una fuente legal y los médicos podamos a través de una legislación adecuada recetarla y controlarla como cualquier otra medicación”, recalca.

A finales de marzo, la diputada nacional del Frente para la Victoria, Diana Conti, presentó un proyecto para modificar la ley de drogas en pos de proponer la liberación de la marihuana para uso medicinal. Fue acompañada por especialistas, enfermos y representantes de otros bloques, como Myriam Bregman (Frente de Izquierda) y Gabriela Troiano (Partido Socialista), entre otros legisladores.

En ese marco, Conti exhortó a “dejar de lado los prejuicios y analizar el tema con seriedad”, para luego indicar que “hay mucha evidencia científica que respalda lo que estamos proponiendo y muchos países que ya lo regularon”.

La madre de una joven con epilepsia refractaria, Ana García Nicora, fundadora además de la asociación Cannabis Medicinal Argentina, reclamó a los legisladores avanzar con esta iniciativa con rapidez, pues “no podemos perder la oportunidad de usar esta herramienta terapéutica”.

Por su parte, María Laura Alasi, otra madre de una paciente que estuvo presente, contó que su hija de tres años se trató con un aceite de cannabis por la encefalopatía epiléptica infantil que sufre y gracias a ello logró disminuir la cantidad de espasmos que sufría la nena, favoreciendo su calidad de vida.

“Los antecedentes empíricos revelan que la utilización de compuestos cannabinoides y químicos de tetrahidrocannabinol (THC) han tenido resultados positivos” y “como mínimo 33 ensayos clínicos controlados científicamente publicados en Estados Unidos desde 1971 hasta 2009 confirmaron que la marihuana tiene efectos beneficiosos en condiciones médicas específicas”, sostiene el proyecto.

En cuando a la viabilidad de la iniciativa, habida cuenta de la actual composición del Congreso, Bregman reconoce ante ANDigital que “como cualquier otro tema que no cuenta con la aprobación del oficialismo, el proyecto es viable en tanto se consigan los números para su tratamiento. Por supuesto que acompañado además con denuncias y campañas políticas para instalar el tema y lograr mayores apoyos”.

“Así como desde el Frente de Izquierda apoyamos en el Parlamento y en las calles el derecho al aborto, legal, seguro y gratuito, y esto no nos impide impulsar el reclamo por el derecho al aborto no punible como una primera instancia de defender mínimos derechos, en el caso de la legalización del consumo de marihuana para fines medicinales acompañamos el proyecto presentado por Diana Conti sin que eso signifique abandonar la pelea histórica por la legalización de la marihuana y de todas las drogas”, agrega.

De todos modos, recuerda que “durante la década pasada el kirchnerismo, que habló siempre de ampliación de derechos, negó sistemáticamente el derecho al aborto, a la legalización de la marihuana y otros, aunque sus diputados estuviesen personalmente a favor de proyectos en ese sentido. Desde el Frente de Izquierda somos la única fuerza nacional que plantea consecuentemente la pelea en las calles y en el Parlamento por conquistar estos reclamos”.

Y remata: “nuestro objetivo es quitarle al Estado una de las herramientas para criminalizar el consumo de marihuana y, por ese medio, a la juventud. No se contrapone pelear por el uso medicinal, es una primera instancia de un derecho. Por citar un ejemplo, estudios revelan que pacientes que tienen fibromialgia solo calman sus dolores con el consumo de marihuana. Si hubiera laboratorios que prepararan estos activos para el uso medicinal se resolvería un problema que la medicina tradicional no logró subsanar”.

En caso de prosperar esta iniciativa, debería modificarse el artículo 29 de la Ley Nacional de Estupefacientes, permitiendo el consumo, la tenencia y la producción de la planta en todas sus variedades, compuestos y activos tanto para fines terapéuticos como para la investigación “cuando el objetivo sea el control de los síntomas y para cuidados paliativos”.

 

Usos médicos

“Hay indicaciones precisas en dolor y cáncer; dolor y esclerosis múltiple; desnutrición y sida; vómito y evidencia reciente en epilepsia refractaria”, enumera Morante, quien da clases en la cátedra de Medicina Interna en la Universidad Nacional de La Plata.

De todos modos, plantea que “uno como científico y profesor debe ser exigente con la evidencia, aun sabiendo que estudiar sobre sustancias prohibidas se hace más complejo, pero a una mamá a quien el niño le convulsivaba 600 veces por día y que a partir del uso del aceite cannábico le mejoró francamente su situación, es muy difícil decirle que la sociedad no está preparada para este cambio”.

“Falta que se modifique la ley, que se le reconozcan los poderes terapéuticos al cannabis y luego la sociedad científica debatirá los riesgos-beneficios, pero hoy no tenemos la legislación acorde a la evidencia y entramos inexorablemente en la ilegalidad”, expone.

Con este panorama, expresa que “médicamente abordamos una problemática que nos exige conductas de urgencia. Un profesor mío decía que hay una sola manera de hacer medicina: bien” y “la evidencia que hay en el mundo avala para que Argentina afronte este debate, pero no puede ser que haya una legislación que nos haga ingresar en la ilegalidad, porque los pacientes se tienen que vincular con el narcotráfico”.

 

La Madrid, capital del cannabis medicinal

El intendente de General La Madrid, Martín Randazzo, reseña que en 2015 realizaron un taller comunitario con los habitantes del pueblo, donde “el uso medicinal de la marihuana” se trató con “mucha seriedad y consenso”.

De todas maneras, da cuenta que “la historia sobre este tema del uso medicinal en nuestro pueblo es lejana y comenzó cuando el doctor Morante hizo una experiencia en Canadá, y nosotros estuvimos muy presentes en ese proceso”.

“Nos empezamos a poner en los zapatos del otro, de quien no la está pasando bien, y así es que tomamos decisiones en favor del bienestar de la comunidad”, aseveró el jefe comunal, para acto seguido exhortar a “no esquivar la discusión”.

Al respecto, confirma que desde su administración invitarán “a los Concejos Deliberantes de la provincia de Buenos Aires a estimular que el Congreso nacional trate el tema del uso medicinal del cannabis”.

Explica en tanto que la propuesta tiene dos caminos, uno de ellos es el tratamiento legislativo en el Congreso, mientras que el otro es la realización de un ensayo clínico. “El tema es poder hacer un ensayo clínico, permitido por el Estado nacional, y que la ciencia pueda protocolizar con la universidad, con el Conicet y demás especialistas”, consigna.

Con este prolegómeno, el 9 y 10 de abril se realizará un seminario internacional sobre el uso medicinal del cannabis en General La Madrid, con la presencia de especialistas de Chile y Uruguay y abierto a todo público.

Debido a la gran trascendencia que alcanzó el tema, las actividades debieron trasladarse al Polideportivo Municipal, sito en Sarmiento y López Osornio. En tanto, la comuna dispuso una red de hospedaje domiciliario, dado que las plazas hoteleras están colmadas. Aquellos interesados, podrán comunicarse a los celulares (2284) 586148 y 231424.

 

Presencia del Estado

“La intención es que La Madrid sea la fuente estatal de producción de cannabis legal, que el Estado controle qué cepa se va a sembrar, cuál va a ser el control de calidad, el trabajo post-producción y dónde va a ir la flor. No se plantea la ilegalidad, sino lo contrario: un Estado presente con control y los marcos de seguridad que hoy no existen. No se está planteando pasar por arriba ninguna instancia social, sino dar una respuesta médica a pacientes que así lo requieren”, enfatiza Morante.

En igual tenor, expresa que “la política y las leyes tienen que estar a favor de la gente. Los pacientes necesitan acercarse de una forma segura a las sustancias. El otro debate puede llevar mucho más. Cuando hay pacientes que no responden a todos los fármacos, que inclusive suman efectos adversos, esta es una alternativa. No digo quitar todos los medicamentos, para nada, digo que quizás tengan mejor apetito, duerman mejor y logren mejor humor”.

“Hay que preguntarle al paciente qué quiere. Yo mismo lo hice con mi mamá en su agonía. Es consultarle y tratar de interpretarlo y resolverlo como médico y como hijo. A veces es la pregunta que nos falta a los médicos, pero venimos y ponemos y sacamos y no preguntamos. La muerte digna significa sin dolor, una herramienta que aparezca para mejorar el sueño, el apetito, el estado de ánimo, se le asemeja… Es lo que parece básico y no resolvemos hoy por hoy, debemos asumir ese fracaso e insisto con que yo fui el primer prejuicioso”, reitera el galeno.

 

Entre la THC y Edu Feinmann

“Yo soy señalado por los cannábicos porque nunca fumé un porro y no agarré los trapos, según se quejan ellos. Pero yo no necesito pasar la quimioterapia para saber ciertas cosas, lo veo en los pacientes, en la mejoría. En el tipo con parkinson de 80 años que me dice que se levanta de mejor ánimo y tiene ganas de ir a hacer ejercicio, con apetito. El día a día, que duerma bien, tiembla menos y sin dolor. Me está relatando lo que yo quiero escuchar”, se gratifica.

En cuanto a la mejor presentación del cannabis medicinal, precisa que “el aceite es mucho más para los niños, si no fuera por la connotación que tiene el porro, me parece que la vaporización es la mejor alternativa, estás usando todos los constituyentes y permite que el paciente note rápidamente la diferencia y definir las dosis, hasta acá va bien, hasta acá me puse psicoaptivo. El aceite es más complejo pero tiene acción más prolongada. Yo digo que la toxicidad es baja en comparación al clonazepam o antiepilépticos, en ese contexto es baja, no comparo con alcohol o tabaco”.

“Que el país que inventó el prohibicionismo haya 25 estados que lo aprobaron, eso no deja margen de dudas: la mitad de EE UU aprueba el cannabis medicinal; el 80 por ciento de Chile; Uruguay; Colombia, país donde saben diferenciar claramente lo que es narcotráfico de otra cosa. La región evidencia que hay que pegar un salto de calidad, adaptar las leyes”, reitera.

Y avizora: “se van a superar las dificultades y será natural el hecho de poder conseguir el aceite cannábico para complementar con los anti-epilépticos, es para sumar, no viene a restar; restar es la gente que se quiere apropiar de una polémica, ahora me va a llamar (Eduardo) Feinmann y me va a putear, pero a mí me interesa la madre que pueda sentir que su hijo esté mejor. Como médico y profesor me sirve que no haya barreras legales, le servirá a él para alimentar su personaje salir y decir que soy un médico porrero”.

 

La hora del debate

“Lo veo posible porque no está impulsado por los médicos, está impulsado por los pacientes, la política es el arte de resolver los problemas de la gente. Si están estos papás, estos pacientes con cáncer, estas mamás con hijos epilépticos, si el Estado no da respuesta a eso ¿a qué va a dar respuesta?”, interroga Morante.

En este sentido, el profesional de la salud esgrime que “el debate por el aborto o por la muerte digna llegará también en su momento. La legislación tiene que estar en línea con la evidencia y no ser una traba, que el paciente se muera sin estar en contacto con una sustancia que le permita estar mejor es inconcebible. Los médicos tenemos que levantar la mano, lo peor que puede hacer la sociedad científica es quedarse en silencio y el Estado ausente”.

“Para mí fue un gran descubrimiento en los 90 que había un sistema endocannabinoide y que manipulándolo podemos lograr que la gente viva mejor, aspiro que se entienda eso y luego se verá cuán ágil es el Estado para salir de los preconceptos”, exclama.

También menciona que “este es un proyecto que nos meremos todos, escuchar a las madres y decir que vale la pena. Por suerte yo soy un hijo de La Madrid y la gente aún hoy me recuerda como aquel médico que se subía a la camioneta de noche e iba al medio del campo, a Bahía Blanca o había que ir a La Plata. Me gané un respeto de buena gente, como el hijo de mi mamá. Ese Marcelito es el que plantea en La Madrid un proyecto distinto, tengo crédito más por ser el hijo de la ‘Coqui’ que por ser científico. Tengo ese crédito y ojalá no les falle, yo estoy orgulloso de mi pueblo porque no antepuso los preconceptos”.

Luego, recalca que “esto no es la panacea, viene a complementar, como otras y hay que saber usarla, nos es más importante que el vínculo médico-paciente o papá-hijo. Viene a revisar el paradigma de médico que estamos formando: apurado, muy poco preocupado por la muerte digna, muy ensimismado en que lo que no cura es fracaso, poco preocupado por el dolor, poca energía para levantar la mano y mostrar desacuerdos. Es una oportunidad para ver dónde estamos situados”.

“Educación médica sobre todo… es lo que quiero desarrollar, no digo que la sustancia sea mágica, no voy a hacerle un monumento a la marihuana, quiero hacerle un monumento a la relación médico-paciente. Voy a aceptar críticas pero no voy a aceptar falta de compromiso”, concluye. (ANDigital)

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