viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº3660

Interés general | 17 ago 2018

Sin voces oficiales

Con un ministro ausente, las escuelas siguen siendo una bomba de tiempo

En el transcurso de pocas horas, una docente de la Escuela Nº 140 de Villa Luzuriaga sufrió una descarga eléctrica y tuvo que ser internada de urgencia; en tanto, se incendió la Secundaria Nº 88 de Villa Elisa y las clases debieron suspenderse hasta nuevo aviso.


LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) Luego de las trágicas muertes de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez en la Escuela Nº 49 de Moreno el pasado 2 de agosto, y de la descarga eléctrica que sufrió Alejandro Tosseti hace dos días en la EEE Nº 516 de La Plata, se siguen sumando hechos lamentables.

En la jornada del jueves, la docente Verónica Rodríguez sufrió una fuerte descarga eléctrica en la Escuela Nº 140 de Villa Luzuriaga, de La Matanza.

Debido a la gravedad del hecho, la educadora tuvo que ser internada de urgencia en el Hospital Solís de San Justo, aunque se encuentra fuera de peligro en estos momentos.

Cabe destacar que este incidente se enmarca en un grave panorama que sufre el distrito de La Matanza, donde hay más de 120 escuelas sin clases, a raíz de distintas y graves problemáticas de infraestructura.

“Este hecho tuvo lugar en el ámbito de un preocupante abandono y una alarmante desidia que sufren las escuelas públicas bonaerenses, debido a las políticas de ajuste que lleva adelante el Gobierno de María Eugenia Vidal”, expusieron desde el SUTEBA.

“¿Qué esperan para tomar conciencia que los chicos, los docentes y los auxiliares están en riesgo? Hoy la docente Verónica Rodríguez tuvo que ser hospitalizada porque sufrió una fuerte descarga eléctrica ¿Hasta cuándo la desidia y el abandono?”, se preguntó el referente de esa agrupación sindical, Roberto Baradel.

Apenas unas horas después, la Escuela Secundaria Nº 88 de Villa Elisa, en el norte del Gran La Plata, sufrió un incendio (se investigan las causas del origen), ocasionando cuantiosos daños.

En el establecimiento de las calles 421 y 3 perdieron todo lo que había dentro de la sala de profesores y, para agravar el panorama, hay riesgo de derrumbe, por lo que debieron suspenderse las clases en los dos turnos.

“Perdimos todo. En la preceptoría había libros, computadoras, televisores, DVD. Se quemó todo, perdimos el mobiliario y todos los elementos que utilizamos día a día”, expresó una docente en declaraciones al diario El Día.

Vale indicar que, además de las clases, los chicos perdieron el desayuno y la merienda, ya que pese a que la escuela no cuenta con comedor, los docentes se la rebuscan para afrontar la difícil realidad del barrio.

Lo hacían recolectando ropa para vender y de ese modo comprar los alimentos. “Los chicos estaban con hambre y había que buscar una alternativa para que pudieran comer”, sentenció la docente consultada.

Todos los episodios tienen la triste coincidencia de la ausencia en el lugar de los hechos de los funcionarios de la Dirección General de Cultura y Educación, todavía comandada por Gabriel Sánchez Zinny. Ya ni siquiera se espera que apelen a la prevención, ahora tampoco asoman con los hechos consumados. (ANDigital)

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