viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3688

Interés general | 28 dic 2018

Concientización

Maldita pirotecnia

El Colegio de Fonoaudiólogos de La Plata advirtió sobre las consecuencias que tienen los petardos y fuegos artificiales en pacientes con autismo. Familias que sufren juntos con sus hijos mientras otros “festejan” a puro ruido.


LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) El uso de la pirotecnia tiene cada vez más contraindicaciones. Y el impacto más doloroso y triste recae sobre las personas con autismo, especialmente en niños.

Son ellos quienes en épocas festivas como las celebraciones de Navidad o Año Nuevo padecen los efectos de los artículos de explosión y fuegos artificiales porque tienen un sistema auditivo con alta sensibilidad

Por eso, el Colegio de Fonoaudiólogos de La Plata (Cofolp), desde la Comisión del Lenguaje, realizó una advertencia, al tiempo que brindó recomendaciones y sugerencias para las familias que puedan resultar afectadas y además, insistieron en la necesidad de reducir esta práctica.

“Sabemos de casos puntuales de familias enteras, que para las fiestas de fin de año, no pueden disfrutar ni festejar al tener que contener a sus pequeños que entran en estado de pánico. Por eso es importante concientizar a la población para que todos podamos tener unas fiestas felices”, dijo Alejandra Morchón, presidente del Cofolp.

Por su parte, la especialista Giselle Prado, de la Comisión del Lenguaje del Cofolp, explicó que “la mayoría de las personas con trastorno del espectro autista (TEA) presentan dificultades de procesamiento sensorial, por eso pueden llegar a presentar alteraciones en los sistemas sensoriales (procesamiento de estímulos visuales, táctiles, gustativos, olfativos, auditivos, propioceptivos y vestibulares); frente a estas dificultades de desorden sensorial responden a veces disruptivamente, percibiendo estos estímulos como algo realmente muy estresante y desorganizador”.

“El sonido de una ambulancia, la música fuerte en un ambiente, los ruidos ocasionados por cohetes, entre otros provoca reacciones en estos pacientes: desde taparse los oídos o manifestar oralmente su molestia hasta llegar a presentar un malestar tan importante que les impida permanecer en el espacio y hasta a veces llegar a autolesionarse por no poder autoregularse”, agregó la fonoaudióloga.

Por otra parte, Agustina Richiusa, también especializada en estos tratamientos, manifestó que “los niños con TEA presentan en su gran mayoría una hipersensibilidad auditiva, esto se ve reflejado en la vida diaria en una percepción de sonidos que para nosotros pasan desapercibidos y para ellos pueden resultar altamente perturbadores (secadores de pelo, licuadoras, sirenas, trenes a distancia)”.

“Incluso presentan una alta dificultad en realizar figura-fondo con dichos sonidos, es decir, no pueden inhibirlos sino que quedan en el foco de sus percepciones auditivas inhibiendo otro tipo de estímulo más cercano e inmediato. Por citar un ejemplo, si perciben estos sonidos como altamente perturbadores y en forma de figura, la palabra hablada queda en el plano de un fondo que perturba aún más y no logra calmar”, agregó.

En este sentido, Richiusa puso de relieve que “es importante como fonoaudiólogos alertar a la sociedad de otras formas más respetuosas de festejo considerando que los últimos datos hablan de una prevalencia superior a 1 cada 68 niños con TEA”

Acto seguido, Prado indicó que “las rutinas diarias en tiempos de celebraciones suelen modificarse, y esto puede provocar a su vez dificultades de adaptación en personas con TEA que requieren cierta anticipación para poder flexibilizar y responder a estas situaciones que se acontecen, ya que solemos compartir espacio con más cantidad de personas, el movimiento de la casa es diferente, los alimentos son otros, el ruido, los tiempos, las luces, la música”.

No obstante aseguraron que las personas con TEA pueden participar activamente de las fiestas y lo hacen mucho mejor cuando se los ayuda a través de la observación de una historia social (que es una especie de cuento formulado a base de fotos reales o imágenes figurativas en relación al tema puntual), el uso de una agenda visual (con palabras o con pictogramas); y es así que se les anticipa entonces cuáles van a hacer los cambios que va a percibir en la casa, o si va a tener que viajar, en que fechas, que horarios cambiarán.

“Y sobre todo también trabajamos sobre aquello que les puede generar un estado de desorganización como puede ser la exposición a fuertes ruidos explosivos”, concluyó Prado.

Finalmente, desde el Colegio coincidieron en ponderar que “el rol del fonoaudiólogo es acompañar a las familias y trabajar interdisciplinariamente con terapistas ocupacionales, psicólogos, entre otras disciplinas; para que la persona que presenta TEA pueda participar activamente de todas las actividades que desee y lo haga lo más placenteramente posible”.

Seguimos con nuestra campaña. #maslucesmenosruidos #festejemostodos #pirotecniasonoracero #elegiluces #felicesfiestasparatodos

Publicada por TGD Padres TEA en Jueves, 27 de diciembre de 2018

“Acompañamos todos los impulsos para que haya reglamentaciones (que ya están en proceso) que prohíban su uso a fines de acompañar a las personas que perciben esta situación como algo totalmente estresante, desorganizante, angustiante, y no sólo afecta a la persona en sí sino también a su familia que muchas veces no sabe cómo sostener o como ayudar al que lo padece”, cerró el Cofolp. (ANDigital)

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