martes 19 de marzo de 2024 - Edición Nº3650

Interés general | 21 abr 2020

Opinión

Los enfermeros en épocas de COVID-19

Sobre el importante rol del personal de enfermería en tiempos de la pandemia de coronavirus: información, prevención, recursos humanos y materiales.


Por Stella Maimone (*)

Desde que el COVID-19 llegó a la Argentina, y pese a los cuidados para no expandir la pandemia, existe un 5 % de personas contagiadas que quedan internadas en unidades de cuidados intensivos.

Allí, son los enfermeros y enfermeras quienes tienen un contacto más estrecho y prolongado con los pacientes, los cuales quedan bajo su cuidado las 24 horas (en turnos de 7 horas o más), a lo que debería sumarse la consideración de que muchos enfermeros y enfermeras tienen más de un trabajo, lo que significa una mayor exposición.

Uno de los servicios fundamentales para limitar la transmisión nosocomial es el control de las infecciones, área con el cual todas las instituciones deberían contar, la cual estudia y diseña junto a un equipo multidisciplinario las medidas de control para cada institución. Aquí más que nunca hay que trabajar en equipo, incluso hasta los directores deben involucrarse. Desde el control de infecciones buscamos limitar la transmisión del virus tanto a otros pacientes (pues ya hay casos de contagio entre pacientes) como también al personal de salud. Todo el equipo de salud debe estar protegido, sin excepciones: enfermeros, kinesiólogos, médicos, técnicos, personal de limpieza, camareras, etc. Construir una imagen de heroísmo frente a la atención de los pacientes no tiene sentido alguno si luego quedamos expuestos ante posibles contagios.

Uno de los factores claves es que todo el equipo de salud que está en la línea de atención del paciente ejecute los procesos sin errores para no contagiarse. En el reciente estudio “Risk of Nosocomial Transmission of Coronavirus Desease 2019” publicado por el Queen Elizabeth Hospital de Hong Kong, los autores reafirman que la transmisión de este virus es por contacto respiratorio y por contacto con el virus en las superficies contaminadas con secreciones. El mismo estudio indica que utilizando barbijo quirúrgico, una correcta higiene de manos, y la limpieza de superficies, es posible prevenir la transmisión del virus. Pero de nada sirve tampoco tener todos los recursos necesarios para la prevención si luego les damos un mal uso.

Entonces, contar con los elementos de protección personales adecuados y darles el uso correcto, porque si el contagio ocurre, todos en el turno deben salir de la atención, “se licencian”, decimos. La pregunta que se evidencia es: ¿quién nos reemplaza? Se contagiaron muchos profesionales de la salud en el mundo y en nuestro país también está sucediendo. Esto nos genera miedo y ante la desesperación corremos el riesgo de malgastar los recursos. Muchas de las instituciones de nuestro país hoy ya no cuentan con elementos de protección personal, con la calidad necesaria, en tiempo y forma. El resultado es el contagio. No se trata solo de tener camas y respiradores disponibles, tanto los enfermeros en la asistencia y los que gestionamos procesos somos indispensables, y siendo un recurso humano tan importante y capacitado es curioso pensar cómo los enfermeros no están en consideración a la hora de tomar decisiones en materia de salud.

Para enfrentar el COVID-19 es necesario conocer la forma de transmisión, informar/nos, capacitar/nos, mantener/nos actualizados y contar con los recursos humanos y materiales adecuados. De esta manera también se disminuye el temor y se mejora la calidad de atención en favor de nuestros pacientes y del personal de salud.-

(*) Enfermera certificada en Control de Infecciones de la Asociación Argentina de Enfermeros en Control de Infecciones. Directora del Grupo Asesor Control de Infecciones y Epidemiología CODEINEP.

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