viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3688

Interés general | 8 jun 2020

Salud

La atención a personas con tumores cerebrales durante el confinamiento

En estos casos, la consulta médica de control remota y la supervisión de los tratamientos de rehabilitación por vía virtual son una herramienta útil. De todos modos, la telemedicina no reemplaza el encuentro necesario para que un profesional pueda examinar a un paciente y se genere ese contacto humano cercano tan necesario.


Por Gabriela Ferretti (*)

Las personas que padecen un tumor cerebral pueden tener múltiples síntomas, ya que los mismos dependen de la localización, su tamaño, la velocidad de crecimiento y los tratamientos que se les haya instituido. El espectro de síntomas puede variar desde una mínima minusvalía hasta una postración severa en los casos más graves y avanzados.

Independientemente del estadio de la enfermedad, el encierro por la cuarentena y el aumento del estrés impactan negativamente en la salud de todos, pero muy especialmente en quienes tienen un padecimiento, ya que a la incertidumbre de su propio estado, se le suma la angustia de la población general, con el temor a no poder recibir el tratamiento necesario.

Para las personas que padecen un tumor cerebral, el manejo del tratamiento corticoideo, el monitoreo farmacológico para prevenir las convulsiones, quimioterapia, etcétera, requiere de un seguimiento periódico, así como también la evaluación de aparición de síntomas nuevos que puedan requerir algún estudio o algún tipo de intervención terapéutica.

La consulta médica de control remota así como la supervisión de los tratamientos de rehabilitación por vía virtual son una herramienta útil en estos casos.

La telemedicina puede entenderse como una asistencia remota con apoyo de tecnología que tiene tres aspectos: el primero es el de las consultas con un profesional en forma directa o indirecta a través de terceras personas, para evacuar dudas de casos que sean o no urgentes, consultas que pueden ser programadas o de demanda espontánea o también como primera o segunda opinión.

Un segundo aspecto de la telemedicina lo configura el monitoreo de funciones vitales en forma remota, que permite disparar alarmas para activar el sistema de emergencias o atención urgente para los pacientes que se encuentran en su domicilio.

Un tercer aspecto, aunque no es asistencial, es la utilización de la telemedicina para la formación médica continua, permitiendo que los profesionales puedan asistir a congresos o disertaciones sin desplazarse de sus lugares de trabajo o de su hogar.

La telemedicina, sobre todo para la consulta médica específica, no reemplaza el encuentro necesario para que un profesional pueda examinar a un paciente y se genere ese contacto humano cercano tan necesario en una relación de confianza, como la que se entabla entre médico-paciente.

La internación domiciliaria, se torna una herramienta aún más vital en estos tiempos de pandemia, ya que combina la calidad de la atención presencial, que es el estándar de oro de la atención de salud, con la comodidad y seguridad para los pacientes que deben cumplir de manera muy estricta el aislamiento domiciliario.

De esta forma, los kinesiólogos, fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales y otros profesionales pueden asistir a los pacientes en sus domicilios, tomando todos los recaudos necesarios desde el punto de vista infectológico, para proseguir con el tratamiento de rehabilitación de mantenimiento que habitualmente estos pacientes necesitan.

La detección temprana

La ocurrencia de tumores cerebrales es en promedio de 20 cada 100 mil personas con un pico de edad en la infancia y otro en los adultos mayores. No hay una estrategia de prevención, pero si hay una estrategia de diagnóstico temprano.

Como habitualmente los síntomas neurológicos son progresivos, el prestar atención a algún déficit en nuestras funciones es el primer paso para una consulta temprana. Pérdida progresiva de fuerza en brazo o pierna, inestabilidad en la marcha y convulsiones son algunos de los tantos signos o síntomas que nos deben llevar a la consulta.

También tenemos que estar atentos a los cambios de carácter de personas allegadas, entendiendo que como la localización más frecuente de los tumores es el lóbulo frontal, los cambios de humor y de “forma de ser” son un síntoma importante, que debería promover una consulta médica.

Tratamientos

Los tumores cerebrales pueden ser de tipo primario, es decir, se originan de la degeneración de estructuras propias del cerebro o sus envolturas (meninges) o bien ser desprendimientos de un tumor en otra parte del cuerpo (generalmente pulmón, mama o melanoma de piel) que genere una metástasis a nivel cerebral, que se lo conoce como tumores secundarios.

Los tumores primarios tendrán un grado diferente de malignidad según la capacidad de reproducción de sus células y la localización dentro del cráneo.

Los tratamientos que pueden ofrecerse es en primer lugar la cirugía, con distinto grado de posibilidad de resección de la masa tumoral, que en caso de ser total, acerca a la posibilidad de tratamiento curativo definitivo en muchos casos.

Puede ser con técnicas de abordaje directo del cráneo o bien por técnicas de rayos gamma, que permite destruir lesiones cerebrales sin necesidad de invadir la cavidad. Según la estirpe del tumor, y en caso de ser necesario, la quimioterapia o la radioterapia son medidas terapéuticas ya conocidas.

En algunos casos, el tratamiento inmunomodulador, es otra buena herramienta. Siempre es el profesional quien sugiere la mejor estrategia a medida de cada caso.

 

(*) Divulgadora científica de Grupo Medihome (MN 81.108).-

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