martes 19 de marzo de 2024 - Edición Nº3650

Panorama Bonaerense | 11 may 2014

Bitácoras bonaerenses

Autonomías Municipales: Entre el efecto mediático y las convulsiones internas

El proyecto de ley que limita la reelección indefinida de los intendentes presentado por el massismo explotó en polémicas, cruces entre todos los actores de la arena política bonaerense. Existen cuestiones jurídicas que sostienen que la iniciativa no se puede llevar a cabo sin una reforma constitucional. En medio, los “barones del Conurbano” enrolados en el Frente Renovador le mostraron a Massa su disconformidad sobre este texto.


Por Juan Alfaro (ALFA)
[email protected] - @alfajuan
Especial para ANDigital


Estruendoso, pomposo, mediático, nuevamente el massismo marcó la agenda político-mediático en la escena bonaerense con la presentación de su proyecto de ley sobre autonomías municipales, que entre otras cosas pide sean los propios intendentes quienes dicten su cartas orgánicas, que las elecciones municipales se desdoblen de las de gobernador y –en el punto más polémico y resonante– terminar con la reelección indefinida de los intendentes y que sólo puedan estar dos períodos consecutivos. El efecto atención se había logrado.

Al momento de presentar su iniciativa ante los espectadores, el Frente Renovador apeló a su estrategia contundente de enviar –mediante gacetillas vertidas desde Tigre– una catarata de declaraciones de apoyo y justificaciones de los distintos referentes políticos del Frente Renovador. Ola de voces en el ambiente.

El proyecto de ley que presentó el massismo pide avanzar en la “transparencia” mediante la implementación del voto electrónico en todos los municipios de la Provincia y sostiene que busca “terminar con las listas sábana, estableciendo elecciones de intendentes y concejales desdobladas de las elecciones de gobernadores y presidente”.

Además, proyecta “garantizar las paritarias individuales por municipio, respetando la idiosincrasia y particularidades de cada municipio y sus trabajadores”. En ese sentido, cada comuna “podrá conducir su propia policía de prevención, tendiente a garantizar el orden y la seguridad de sus habitantes”, afirman las palabras de sus referentes en las argumentaciones sobre este texto. En otro detalle importante, estipula que las municipalidades “podrán celebrar convenios entre sí, con las provincias, con la Nación y con organismos internacionales para la prestación de servicios, realización de obras públicas, cooperación técnica y financiera”. Varias reformas en una sola ley.

Este texto, que toca los nervios principales sobre los debates actuales que se dan en todos los espacios políticos sobre el futuro de los municipios, como no podía ser de otra manera, repercutió en la opinión –a favor o en contra– de todo el ambiente político-periodístico bonaerense. El objetivo de Tigre estaba logrado.

Desde el radicalismo se mostraron a favor, en una curiosa movida de apoyo casi sin cuestiones al texto del massismo. Desde el FAP, más reflexivos y coherentes, promovieron debatir una reforma profunda, pero condenaron la actitud del massismo de querer poner en debate un proyecto de ley “sólo por el marketing político”, cuando para cualquier reforma estructural se necesita una reforma de la Constitución bonaerense. De ese modo, el jefe de bloque de Diputados bonaerenses del FAP, Marcelo ‘Oso’ Díaz, le recomendó a Sergio Massa “recursar Derecho Constitucional” y, además, recordó que el legislador de su espacio Juan Carlos Juárez presentó “hace tiempo” un proyecto que apunta a estas modificaciones. El clima se tensó sobre el tablero.

Pero fue el sciolismo que salió de lleno a cruzar el proyecto de Massa y su tropa. Sus dos espadas legislativas, el diputado Guido Lorenzino y el senador Alberto De Fazio fueron los encargados de responder al massismo. Si bien desde Calle 6 concuerdan en que es “necesario debatir con seriedad las autonomías de los municipios”, no dudaron en disparar contra la estrategia de la tropa de Tigre: “El Frente Renovador sólo hace instalar temas mediáticos. Instalaron 6 ó 7 temas y sobre ninguno tuvieron resultados concretos”, apuntó Lorenzino.

En ese interín, el sciolismo marcó sus diferencias y adujo que “si lo único que buscan con la autonomía es aislar las elecciones municipales de las provinciales y nacionales no estamos de acuerdo, porque nosotros creemos que es importante que haya una coordinación entre las políticas nacionales y provinciales”.

En un discurso uniforme, la tropa de Calle 6 apuntó contra sus rivales de Tigre y pidieron al massismo que “lo primero que debe hacer es asumir el compromiso público de que en 2015 sus dirigentes no se presentarán para un nuevo período”. La batalla verbal dominó la escena.

Pero más allá de los duelos retóricos y mediáticos, lo cierto es que en una cuestión tan delicada como un cambio estructural en el funcionamiento de los municipios requiere de un debate más profundo y serio. Es cierto que la llamada “perpetuidad” en el poder no es un buen síntoma para la renovación política, pero también lo es que todos esos intendentes fueron elegidos democráticamente por el voto popular.

También es verdad que en los nuevos tiempos que corren de este siglo XXI la realidad de los municipios y el rol del intendente dejó hace muchos años de ser un simple administrador de alumbrado, barrido y limpieza de su distrito. Los desafíos a futuro apuntan a revisar el funcionamiento de los municipios y adecuarlos a una senda de desarrollo y modernidad, aptos para la mejora de su nivel de rendimiento.

El proyecto del massismo, si bien dentro de la lógica político-periodística es válido en la batalla de marcar la agenda en este duelo de cara al 2015, también requiere que las intenciones sean en pos de encontrar resultados concretos y no sólo apuntar al efecto mediático. En lo concreto, el texto presentado por el Frente Renovador deja muchas y severas grietas jurídicas que hacen que a la hora de llevarlos a cabo se encuentre con impedimentos reales y que todo quede en la nada. Es como querer arreglar la humedad de una pared, pero sólo apuntando a pintar esa mancha y no a picar la pared y cambiar todo ese material viejo y en desuso.

En primer lugar, sobre el cambio profundo del funcionamiento de los municipios, existe la Ley Orgánica Municipal (LOM), que engloba como la “ley madre” sobre esta temática. La legislación vigente, que data de tiempos de la dictadura militar, está siendo revisada en la actualidad por el Gobierno bonaerense y –según fuentes de Calle 6– ya está redactada la nueva norma para ser trasladada a la Legislatura. En todo caso, si las intenciones reales son cambiar el rol de los municipios, el Frente Renovador podría haber presentado su propia LOM con los mismos puntos que plantea en el texto sobre autonomías municipales. Distintos expertos en derecho concuerdan en que para una reforma seria y plasmable ese “tendría que haber sido el camino”.

En segundo lugar, sobre las re-reelecciones de los intendentes, los expertos en derecho constitucional tienen diferencias. Algunos sostienen que se puede debatir mediante un proyecto de ley o una especie de “enmienda”, pero otros apuntan que es necesaria una reforma a la Constitución de la Provincia de Buenos Aires para llevarla a cabo.

Muchos medios periodísticos adujeron que si el proyecto de Ley presentado por el massismo se aprueba, la reelección de 68 intendentes bonaerenses estaría “en jaque” a partir de 2015. Sin embargo, surge un pequeño gran detalle en la redacción del texto de esa iniciativa, y es que no se explicita que la cantidad de mandatos empezaría a contar antes de ser aprobada la norma, sino que la vigencia de este límite se iniciaría a partir del momento de la sanción de la ley. Es decir, no tendría carácter retroactivo.

De ese modo, la interpretación jurídica sería que si se aprobara ese proyecto sin ninguna aclaración, los períodos empezarían a computarse hacia el futuro, o sea a partir de la sanción de la norma, lo cual implicaría que el primer mandato –para un alcalde que en la actualidad tiene uno o varios– sería, en todo caso, el que comience en 2015, con lo cual su segundo mandato concluiría recién en 2023.

Otro detalle que irrumpe sobre este proyecto, es que el texto del massismo deja a elección de los jefes comunales la adhesión y puesta en funcionamiento de la nueva ley, si es que se promulga. Los municipios que decidan no tomar este camino, seguirán regidas por la actual Ley 6769/58, que no limita los mandatos comunales. Es así que mientras cada municipio no dicte su propia Carta Orgánica, seguirá vigente lo que está dispuesto en la Ley 6769/58 en “carácter supletorio”, inciso que manifiesta el artículo 62 del proyecto massista.

¿Descuidos? ¿Errores de análisis jurídicos a la hora de redactar el proyecto de ley? Una interrogante que seguramente será argumentada por los referentes massistas. Sin embargo, muchos legisladores de ese espacio reconocen en voz baja que este proyecto sirve más para “oxigenar” el despliegue político-mediático del Frente Renovador, marcar agenda, pero que son concientes de que, a la hora de la verdad, su implementación es muy difícil, por las mismas cuestiones antes mencionadas.

El revuelo fue certero, el massismo sacudió el tablero con su proyecto. Pero los retumbes no sólo llegaron hacia el sciolismo, su principal rival. Los llamados “barones del Conurbano”, que por lo menos tienen más de tres mandatos consecutivos en su historial, saltaron de lleno a condenar esta iniciativa. Pero no sólo fueron los enrolados en el Frente para la Victoria, como Alberto Descalzo (Ituzaingó) o Hugo Curto (Tres de Febrero). También los alcaldes miembros del Frente Renovador mostraron su malestar y desacuerdo a ese proyecto.

En un cónclave que tuvo lugar el miércoles por la noche en la Municipalidad de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino –el anfitrión–, Luis Acuña (Hurlingham) y Raúl ‘Vasco’ Othacehé (Merlo) se reunieron con Massa y le transmitieron su fastidio con el proyecto, sobre todo en el punto sobre la restricción a la reelección de los intendentes. Otro jefe comunal molesto, que no participó de la reunión, es el de Olavarría, José Eseverri. La rebelión de caciques.

El trío Cariglino-Acuña-Othacehé le recordó a Massa sus promesas de que la “Liga de Intendentes” del Frente Renovador a la que se sumaron había garantizado el éxito electoral en 2013 y que su adhesión al espacio estaba sujeta a no perder el poder que ostentan en su territorio. Además, se quejaron de que el texto presentado los muestra como “un obstáculo” a los lineamientos del massismo. El tigrense intentó darles tranquilidad y les recordó que de aprobarse la norma está no es retroactiva y que dos mandatos cumplidos serían en el año 2023.

Sin embargo, los “caciques bonaerense”, comandantes de distritos con enorme cantidad de habitantes (por ende, posibles votos), dueños de aparatos políticos, no se fueron del todo conformes con las explicaciones de Massa. Othacehé no dudó en mostrar públicamente estar en contra del proyecto, mientras que Cariglino ya esboza planes de un armado político propio. Por lo bajo, los otros intendentes que sí apoyaron la iniciativa afirman que las promesas de Massa apuntan a cargos en el Gobierno nacional, si es que el tigrense logra llegar a la Casa Rosada. Ofertas de seducción.

El efecto mediático buscado por el massismo tuvo más resonancia que el simple hecho de marcar la agenda. Cuando anunciaron el proyecto de autonomías municipales y el impedimento a más de dos mandatos consecutivos de los intendentes, muchos alcaldes los corrieron con que esa modalidad tendría que incluir también a legisladores. Al momento de llevar el texto final a ambas Cámaras de la Legislatura bonaerense, el Frente Renovador incorporó un proyecto que apunta a limitar los mandatos de diputados y senadores, y que también no podrán “superar los dos mandatos consecutivos”. Este texto, al igual que el de intendentes, necesita una reforma de la Constitución bonaerense para implementar cualquier cambio.

El debate seguramente seguirá esta semana. Se escucharán voces a favor y en contra de todos los actores políticos bonaerenses. Massa y su tropa pusieron el tema sobre la mesa y focalizaron la atención de los medios periodísticos. El debate profundo, de una reforma constitucional en el territorio provincial, necesario para el futuro, espera su oportunidad a ser partícipe o no de esta contienda.


(*) Periodista. Colaborador de ANDigital.

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