jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

Panorama Bonaerense | 10 ago 2014

Bitácoras bonaerenses

Don Martín Insaurralde y sus pretendientes en el nuevo juego del histeriqueo político

El lomense es la figura más cotizada en la carrera por la gobernación 2015. Sus coqueteos con Sergio Massa despiertan críticas del kirchnerismo y preocupación en el sciolismo. Por ahora, él prefiere seguir disfrutando de su estrellato en los principales programas de la farándula argentina.


Martín Insaurralde es uno de los protagonistas de la ya comenzada carrera por la gobernación 2015. Las encuestas le sonríen y lo posicionan como el mejor perfilado para las elecciones del año que viene. Consciente de esa situación el lomense se sumergió de lleno en un escenario de coqueteos e indefiniciones y las versiones -cada vez más fuertes- sobre su fuga al Frente Renovador de Sergio Massa. Un culebrón que seguirá trayendo más capítulos.

Cansado de esas versiones y de las indefiniciones de Insaurralde, Daniel Scioli quiso poner una carta fuerte sobre la mesa y la semana pasada ante los crecientes rumores dijo que se iba a tomar un café con el lomense para “hablar con mucha madurez”. El encuentro fue puesto bajo la lupa de todo el ambiente político-periodístico, todos esperaban alguna resolución sobre la situación incierta del novio de Jésica Cirio. Muchas voces y especulaciones se hicieron sobre este encuentro, especulaciones que derivaron sobre las palabras del propio gobernador tras el anuncio del cónclave. La hora de la verdad pareció llegar.

El lunes cerca de las 18 horas, Scioli e Insaurralde se juntaron en la sede del Banco Provincia de la Capital Federal para tomar ese café. Pero nada de lo pensado pasó, no hubo una definición concreta y desde los entornos de ambos políticos se prefirió bajar el tono a las especulaciones y a la trascendencia del encuentro. El tan mentado café estuvo ausente -tomaron té-, y tampoco estuvo presente un resultado concreto sobre los coqueteos del lomense con el massismo y su futuro político. En otro capítulo de esta novela, desde el sciolismo, como desde el entorno de Insaurralde intentaron quitarle cualquier connotación de política explosiva al cónclave y casi en un mismo libreto repitieron: “Fue un encuentro de gestión”. ¿Un té que calmó los nervios y tensiones?

Desde el entorno político del lomense describieron que Insaurralde “se reunió con el gobernador como un dirigente al que le interesa el futuro de la provincia”. Además, sostienen que “hablaron de gestión de la Provincia, en particular de la situación de la educación y de la implementación de la Policía Local”. En ese sentido, destacaron que será en Lomas de Zamora donde se inaugurará la primera escuela para policías locales el 15 de agosto. Como un pequeño destello sobre las versiones de la fuga de Insaurralde al Frente Renovador de Sergio Massa, se pudo saber que el lomense le explicó a Scioli que “habla con todos y también trabaja con los intendentes bonaerenses”. Paradojas de la política, ya que esa es una marca registrada del propio gobernador. El alumno que aprende del maestro.

Desde la gobernación prefirieron utilizar esa misma para graficar el encuentro: “Fue una reunión más, se habló del paro docente, de la salud y distintos temas de la política bonaerense”. El sciolismo negó que haya existido un momento en la reunión donde se haya hablado de las versiones sobre la fuga del lomense o que haya habido algún ofrecimiento político a Insaurralde. Y como una pizca de definición política, afirmaron: “Martín siempre estuvo con nosotros, nunca dejó de estarlo”. Sin embargo, todo el cónclave, anticipado por el propio Scioli, estuvo rodeado de un hermetismo ultra secreto que escondió realmente si hubo o no una definición por parte del lomense. Por ahora sigue siendo una incógnita cuál será el futuro político de Insaurralde. El té que se bebió en la reunión de la sede del Provincia, una infusión más ligada a las reuniones de carácter amistoso, se transformó en la postal que Scioli e Insaurralde intentaron darle al encuentro. Se sabe, el café es la bebida tradicional de la rosca política, de las definiciones, quizá por eso su ausencia. Una reunión que dejó más dudas que certezas.

Cansado de las roscas políticas, Insaurralde optó por ir a los lugares donde más cómodo se siente en su acrecentado perfil de candidato top. La misma noche del lunes, con la excusa de acompañar la presentación de su novia Jésica Cirio en el programa ShowMatch de Marcelo Tinelli, el lomense sin -emitir casi palabras- fue la estrella de esa jugosa tanda horaria. Tinelli, fiel a su estilo, jugó en vivo con la situación política de Insaurralde, manejó los tiempos y hasta se dio tiempo (mucho) para improvisar –algunos dicen que todo estaba guiñado- llamados de teléfono a Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa, con la excusa de invitarlos al casamiento que la pareja anunció será en noviembre. El número uno de la televisión argentina, incluso, llamó dos veces a Olivos para comunicarse con Cristina Kirchner, mientras un Insaurralde casi mudo y acorralado por su propio juego, se mostraba nervioso con la posibilidad de que la Presidente de la Nación atendiera el llamado. Para suerte del lomense, CFK no se prendió en esa puesta en escena y Tinelli tuvo que conformarse con llamar a Aníbal Fernández. La farandulización de la política en vivo y en directo.

Esas indefiniciones de Insaurralde y sus apetencias por pasearse por programas de espectáculos y hablar allí de política, tuvieron mucha repercusión en la arena política del oficialismo. Desde el sciolismo, contraria a la lógica de la comandancia de calle 6, el titular del Grupo Provincia, Santiago Montoya, disparó: “No es cuestión de estar bailando y cantando, sino de prepararse para gobernar”. “La gente no es tonta. Martín eligió el camino mediático, yo elegí la gestión”, agregó el exsabueso de ARBA, quien también tiene aspiraciones para competir por la gobernación en 2015. Otro que salió a cruzar la modalidad de candidato top show de Insaurralde, fue el titular de la ANSES, Diego Bossio, quien también se perfila como otro de los candidatos para ocupar el Sillón de Dardo Rocha. “Pienso que la política no se puede reducir a un show. Me gusta Tinelli, lo que veo, pero cada uno tiene que ocupar el lugar que corresponde”, expresó el tandilense. Y sobre los coqueteos del lomense con el massismo sentenció: “No podés estar de un lado y del otro según convenga”. Entre la política y la banalidad.

Pero a Insaurralde parece no importarle lo que sus -por ahora- compañeros del Frente para la Victoria piensen. De todas formas intentó mostrar algo de política real y el martes recibió en sus oficinas de Capital Federal al intendente de Bolívar, Eduardo “Bali” Bucca, quien comanda la tierra donde nació Marcelo Tinelli. Dicho sea de paso, se sabe que el conductor de ShowMatch tiene una gran influencia en lo que refiere a la política de su pago chico. Según su círculo político, el plan del lomense se acopla a lo que Insaurralde le manifestó a Scioli en la sede del Banco Provincia, sobre el objetivo de “hablar con todos” y también “trabajar con los intendentes bonaerenses”. Sus diagramadores anuncian que acrecentará recorridas por el interior de la provincia y también se reunirá con distintos intendentes bonaerenses en las oficinas que tiene en Capital Federal. El dato del encuentro con Bucca, es que a principios de año, el alcalde de Bolívar estuvo envuelto en versiones que lo vinculaban a un grupo de intendentes de distintas secciones que tienen línea directa con Sergio Massa y son seducidos a fugarse a su espacio. Si hay fuga, que sea entre varios.

Insaurralde juega con la sonrisa de las encuestas, aprovecha la popularidad que le otorga ser el novio de la bella Cirio y ser un famoso más de los principales programas de la farándula argentina. Esquiva dar definiciones concretas, como buen alumno de la escuela sciolista, por un lado, y massista, por el otro, se muestra con todos, habla con todos, se muestra plural y amaga con romper para juntar un caudal político necesario para llegar a las PASO 2015. “Todos saben el aprecio que le tengo a Sergio Massa, lo conozco desde hace muchísimos años (…) Es el momento de encontrarnos entre distintos dirigentes e ir buscando las coincidencias”, deslizó sobre el fin de semana. “Somos plurales, bienvenidos todos los dirigentes que defiendan nuestros valores”, fue la respuesta que dio Massa. Scioli, por ahora, prefiere el silencio público sobre ese tema, en el sciolismo confían en que el lomense no los traicione. Desde la presidencia el PJ bonaerense, Fernando Espinoza también dejó un mensaje: “Los que cambian de partido pierden credibilidad (…) Espero y confío que siga en el FpV”. Bienvenidas y advertencias.

De todos modos, hasta el momento, Insaurralde no es el candidato de Scioli, no es el candidato de Massa, es el candidato del señor de la televisión argentina: Marcelo Hugo Tinelli.-

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