Nuevo duelo explosivo de espadas entre sciolistas y massistas

Los cruces entre las tropas de Daniel Scioli y Sergio Massa son una escena frecuente del tablero político bonaerense. Cada tanto algún intendente o legislador que comulga en Tigre desliza una crítica a la gestión sciolista y esta es rápidamente retrucada por algún funcionario del Ejecutivo bonaerense. Los cruces de máxima tensión en este año se dieron en el debate escandaloso del proyecto de Policía Local en la Legislatura. Desde entonces, se bajó la espuma y sólo existieron algunos destellos. Sin embargo, en la última semana volvió el fuego cruzado. Bombas de aquí para allá…

El nuevo motivo que hizo estallar el escenario de batalla entre sciolistas y massistas fueron las declaraciones que hizo el gobernador, Daniel Scioli en su acto del Teatro Argentino, donde, sumergido en su campaña presidencial, congregó a más de tres mil funcionarios. En una impronta chicanera y de humor que quiso implementar el mandatario provincial en su discurso, lanzó -a “tono de broma”- críticas para su rival en la carrera presidencial. “Una cosa es gestionar 26 puertos y otra es administrar el Puerto de Frutos de Tigre”, disparó ante el aplauso de todos los asistentes. El desafío a duelo.

Si bien la intención de Scioli fue confrontar con Massa y de manera lógica provocar una reacción, el Gobernador cometió un error -voluntario o involuntario- al momento de lanzar su misil discursivo. No son 26 puertos las que administra la Provincia. El propio ministro de la Producción bonaerense, Cristian Breitenstein, tuvo que salir a aclarar que en realidad son 9 puertos productivos administrados por el gobierno provincial y que hay otros 40 de carácter privado. Una cuenta que no da como resultado 26.

Más allá del error, el massismo presto a salir a cruzar a Scioli por cualquier tema, desplegó su tropa y en una batería de declaraciones de respuesta apuntaron duro contra el gobernador. Como característica de su estrategia, Massa fue el que apeló a la diplomacia discursiva para responder a Scioli y mandó a sus huestes a dar la batalla verbal. El líder el Frente Renovador sólo respondió irónico desde su cuenta de Twitter: “Gracias a todos los que con el 'boca a boca' nos ayudan a difundir el Puerto de Frutos, visitado por 4 millones de personas al año”. La respuesta suave y “correcta”.

Tras esa señal, los comandantes massistas apuntaron sus cañones contra calle 6 y encendieron la mecha. “Las rutas de la provincia dan miedo. Y la inseguridad, más la inseguridad vial, son sinónimo de muchísimas muertes con las que el Gobernador se hace el distraído.‎ La única ola que hay es la ola de sangre por los delitos que Scioli ignora todos los días”, fue el misil que disparó el intendente de San Miguel, Joaquín De la Torre. Más duro, deambulando por la agresión verbal, el presidente de bloque del Frente Renovador en el Senado bonaerense, Jorge D’Onofrio dijo: “Scioli es un burro, no puedo creer que después de siete años de gobierno no sepa cuantos puertos hay en la provincia (…) Esto pasa porque vive adentro de un helicóptero, así nos gobierna, pobre de los argentinos si este personaje llega a ser presidente”. Las respuestas agresivas.

Desde el sciolismo recogieron el guante y respondieron con artillería pesada. Los misiles desde apuntaron directamente contra De la Torre y un tema sumamente polémico. “No puede hablar, es alguien que defendió una solicitada en el año 1989 a Videla, no me merece nada de respeto”, descargó el secretario general de la Gobernación, Martín Ferré. En ese tono, el secretario de Derechos Humanos, Guido “Kibo” Carlotto, también apuntó sobre ese tema. “Me molesta muchísimo que quienes critican determinado tipo de cosas tienen un pasado muy oscuro. Es imposible que De La Torre diga que la Provincia de Buenos Aires es un baño de sangre cuando el verdadero baño de sangre que ocurrió fue en la dictadura”. Una contraofensiva dura.

Desde que Massa rompió con el Frente para la Victoria, formó su Frente Renovador y empezó a sumar intendentes y legisladores fugados del oficialismo a su espacio, los cruces entre ambos espacios fuero los capítulos candentes de la escena política bonaerense. A veces suaves, otras veces fuertes y muy subidas de tono, las acusaciones y disparos de misiles entre las tropas de ambos referentes políticos rozan los agravios y muchas veces la falta de tacto político. La carrera presidencial en que Scioli y Massa están sumergidos también tiene su componente numérico. La guerra de encuestas es otra particularidad de este enfrentamiento, donde distintas consultoras que están alineadas con uno u otro espacio difunden encuestas donde dan primero y con mejor intención de voto al político para quien trabajan. El factor de Martín Insaurralde es otro escenario donde esta batalla muestra la pulseada entre Scioli y Massa. En medio de rumores y versiones que ya empiezan a agotar la paciencia de ambos políticos, el lomense juega a deambular entre los dos espacios y pretende cotizarse como “el mejor posicionado” para la carrera por la Gobernación 2015. De todos modos, como todo parece indicar que si Insaurralde finalmente blanquea su fuga al Frente Renovador, su pase no sería en soledad y se llevaría a más de cinco intendentes, que -dato no menor- serían de importantes y poblados distritos de la Provincia. ¿Más fugas en camino?

En este escenario Massa volvió a hablar de Scioli sobre un hecho que quedará en la memoria del ambiente político-periodístico: las reuniones entre ambos previas a las PASO de las legislativas 2013. El tigrense, en una entrevista a un diario nacional, recordó esos hechos y lanzó dardos contra su rival. Ante la consulta del periodista sobre cuál fue el motivo para que no se cierren esas negociaciones, la respuesta de Massa fue: “No lo sé. Se lo tenés que preguntar a él. Yo no hago política hablando de los demás. Me parecen patéticos los dirigentes que se dedican a contar reuniones”. En ese tono, planteó su versión sobre los motivos de una alianza con el Gobernador y deslizó un dardo contra Scioli. “Me parecía importante que el coraje de plantear en público lo mismo que planteábamos en privado lo asumiéramos todos”. Recuerdos de un acuerdo que no fue.

Por su parte, Scioli dejó este fin de semana declaraciones que traen preocupación y polémica sobre el tablero. “Compartimos la preocupación con el intendente (de La Matanza, Fernando) Espinoza con respecto a las acciones que está llevando un dirigente que está arengando a la gente a que salga a las calles contra la presidenta, contra mí, contra el intendente de un municipio importante en la provincia, para protestar no sé qué, estas acciones que en este momento son desestabilizadoras”, dijo. Esas acciones que nombró el Gobernador es una campaña de “junta de firmas” que en algunos distritos, entre ellos La Matanza y Lanús, llevan adelante concejales del Frente Renovador para que la gente apoye el regreso de los Gendarmes a esos distritos. La cercanía de fin de año y los antecedentes del año pasado encendieron la alarma en calle 6, sobre presuntos movimientos desestabilizadores, como intentos de saqueos. Una preocupación que crece.

El ambiente suma tensiones, acusaciones, cruces cada vez más fuertes en una carrera presidencial que, a poco menos de un año para las PASO 2014, ya enciende mechas explosivas. Las semanas que vienen estarán cargadas de más cruces en distintos escenarios. El futuro de la economía bonaerense es un tema que preocupa. Un dato, desde el oficialismo provincial busca implementar un Canon del Agua para el uso empresarial, una medida que es fuertemente rechazada por la Unión Industrial Argentina (UIA) y que provocó una pulseada con el Ejecutivo Bonaerense. Por estos días surgió una novedad que puede repercutir en la arena bonaerense. La Justicia de la provincia de Misiones marcó un precedente. Una de las principales papeleras del estado mesopotámico deberá pagar 0,83 centavos por el uso diario de hasta 26.666 metros cúbicos (3.000.000 pesos por año) de agua extraída del río Paraná, obligación que comenzó a regir desde ahora y representa un valor 10 veces mayor que el que quiere percibir el Gobierno bonaerense. Esta medida se implementó después de probar jurídicamente que el agua del río en Misiones tiene un precio y se debe pagar por el uso del agua, en términos de empresas. Este resolución jurídica fue anotado en La Plata y puede servir de argumentos para la disputa con la UIA, en cuanto que ese canon no es un “impuesto al agua” como manifiestan los poderosos industriales y que los montos que se cobrarían en la Provincia son menores a los que se aplican en es Misiones. Una pelea pendiente y aún sin resolución.

Por otro lado, el 31 de agosto de venció el plazo que marca la Constitución bonaerense para que el Scioli presente en la legislatura el diseño de lo que será el Presupuesto 2015. Por ahora no hay señales claras de cómo se conformarán las proyecciones económicas de la Provincia el año que viene. Fuentes de la Gobernación sostienen que “se está delineando la conformación del Presupuesto”. En ese sentido, la ministra de Economía, Silvina Batakis y su equipo de trabajo ya estarían trazando los lineamientos de lo que será la presentación final del texto. Si bien afirman que no se trazó el número que tendrá el Presupuesto 2015, existen trascendidos que sostienen que rondará la cifra superior a los 225.000 millones de pesos, cerca del 25% superior al del 2014. De todas formas, en los principales despachos sostienen que “sin el presupuesto nacional, no se puede presentar el provincial” y en ese sentido manifiestan que esperaran a que se presente el Presupuesto 2015 del Gobierno Nacional para terminar de delinear y presentar el provincial. La pauta inflacionaria, la pauta salarial y el valor del dólar que esgrima la Casa Rosada en su presupuesto, serán las directrices con las que en Provincia se guiarán para delinear el bonaerense.

Seguramente, el Presupuesto 2015, una vez presentado, será otro motivo de cruces, disputas y acusaciones subidas de tono, tanto en la Legislatura bonaerense, como en los distintos espacios donde el sciolismo y el massismo se enfrentan. Un nuevo capítulo espera su estreno.-