viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3688

Panorama Bonaerense | 15 mar 2015

Bitácoras bonaerenses

La Guerra Fría entre Scioli y Randazzo

La escalada de tensiones ha crecido en los duelos que sciolistas y randazzistas mantienen en la interna del FpV. Los intendentes miran con preocupación este escenario y hasta se animaron a pedirle al ministro del Interior y Transporte de la Nación que “baje” su candidatura.


La tensión agitó el tablero, los truenos retumbaron en toda la atmósfera del Frente para la Victoria. Los cruces ríspidos que las jaurías sciolistas y randazzistas tuvieron esta semana que pasó caldearon el tránsito hacia las PASO de agosto. La Guerra Fría entre Daniel Scioli y Florencio Randazzo se ha recrudecido. La puja por la herencia.

Los observadores posan su lupa sobre los movimientos de ambos precandidatos a presidente por el kirchnerismo. Algunos analizan que esta fiera disputa es parte de cualquier etapa de una previa electoral; otros, los más cautos, se muestran preocupados por la escalada de tensión y advierten que los duelos verbales entre ambos espacios internos “pueden traer consecuencias” al propio Frente para la Victoria. Miradas sobre el escenario.

Desde hace semanas la escalada de entredichos entre los bandos de Scioli y Randazzo han sido el principal foco de atención en el sendero electoral del kirchnerismo. El randazzismo afiló una vieja costumbre y salió a apuntar con todo contra la figura del mandatario bonaerense. En los últimos días, las espadas verbales subieron de tono, los ecos traspasaron las fronteras del oficialismo y dejaron secuelas. El ministro del Interior y Transporte no dudó en apuntar certero contra su adversario interno: “Estaría preocupado si fuera el gobernador de la provincia de Buenos Aires y me sostienen los sectores económicos y mediáticos que tanto daño le han hecho a la política”, fue uno de los primeros misiles que Randazzo disparó contra Scioli. No se quedó ahí, afinó la puntería, removió el pasado y le enrostró un hecho que quedó grabado en el disco duro de la política y que aún sigue trayendo polémicas. “Estaría preocupado si fuera Daniel Scioli, que en las últimas elecciones (2013) y hasta última hora estuvo tratando de cerrar una lista con Massa”. Bombas de aquí para allá I.

Desde el sciolismo dejaron la mesura tradicional, reaccionaron, tomaron el guante y fue el propio jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, quien salió a responder duro contra el funcionario nacional. También hurgó el pasado y, a través de su cuenta de Twitter, mostró partes del libro Argenleaks, donde se muestra cómo hablaban en la Embajada de los Estados Unidos del chivilcoyano: “Leyendo el libro Argenleaks de Santiago O’Donell, encontré el doble discurso de Randazzo (…)”.


“El mismo doble discurso que tiene con el grupo Clarín. Por un lado mantiene reuniones ‘en secreto’ pidiendo que lo cuiden. En público los critica”, fue la primera ráfaga que el principal armador de la campaña presidencial del mandatario provincial disparó.


La cita del libro fue puntual, usó fotos de esa publicación en donde el cable mencionado detalla los encuentros de Randazzo y el embajador estadounidense en pleno conflicto por la Resolución 125, cuando el Gobierno Nacional se enfrentó con las patronales agrarias por el aumento a las retenciones granarias. Ese cable menciona a Randazzo como un “contacto útil” de la Embajada y hasta destaca que en privado sostenía la necesidad de una negociación entre las partes, mientras por radio y televisión seguía “al pie de la letra la línea oficial del gobierno”. Bombas de aquí para allá II.

La escalada y sus ecos retumbaron en la Casa Rosada y el propio jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Aníbal Fernández, tuvo que salir a dar la primera señal de bajar las tensiones: “No voy a participar de este tipo de cosas, no voy a andar canibalizando a mis compañeros. No lo hice nunca. Si a ellos les gusta, que hagan lo que les parezca, tendrán todo su derecho y pagarán los costos cuando la sociedad se harte de escuchar estupideces respecto de los agravios hacia los otros”, fueron las tajantes palabras del ministro coordinador en su rueda de prensa diaria al ingresar a la Casa Rosada, al ser consultado por los tensos cruces entre el sciolismo y randazzismo. Este martes pasado, en Ezeiza, durante la presentación del nuevo avión Airbus A-330/200 de Aerolíneas Argentinas, Cristina Fernández de Kirchner sentó en la mesa de sus discurso a Scioli y Randazzo y, en un claro intento de descomprimir la situación entre ambos, tuvo gestos de elogios para los dos, lo que para muchos observadores fue una especie de “habilitación” a la interna que ambos quieren disputar en agosto. Pero la Presidenta también empezó a marcar la cancha, y así como los mimó frente a las cámaras, les dejó algunas indicaciones: “Todos los que quieran ser algo tienen que saber que para ser estas cosas –en referencia a la presentación del nuevo avión– muchas veces hay que decir que no, tener coraje y no agachar la cabeza frente a los poderes. Llamar a las cosas por su nombre, y a los cosos también, traen aparejado altos costos políticos y personales”. La búsqueda de calmar las aguas.


Los caciques de la tercera sección y un tenso cónclave con Randazzo

Desde hace semanas los intendentes de la poderosa Tercera Sección Electoral reciben a los precandidatos a presidente por el FpV en el té político que tienen todos los martes en la sede del Frente Nacional Peronista. La semana pasada se juntaron con Scioli, con quien desplegaron algunas simpatías, sobre todo después de que éste les demostró –en su discurso en la Asamblea Legislativa– su alineamiento más “profundo” con el discurso con impronta más kirchnerista. Con esa beta, empezaron a ripiar un posible camino de conjunción de cara a buscar la “lista única” para presidente que derive en la “unidad del peronismo”. El martes último fue el turno de Randazzo, quien se dirigió al lugar en medio del clima más tenso de los cruces con el sciolismo. La reunión estuvo cargada de temas políticos y obviamente sobresalió la cuestión electoral. La mayor preocupación de los alcaldes, esa que les quita el sueño, es un temor hacia unas “PASO tensas” que agrieten al FpV y provoque daños colaterales a sus aspiraciones de candidatura municipal. Sus pesadillas también son recurrentes con la posibilidad de que esas internas les provoquen dolores de cabeza con el surgimiento de listas locales que, bajo el mismo sello, sacudan su tablero electoral. Las turbaciones de los intendentes.

Todos estos miedos le fueron trasladados a Randazzo durante el encuentro, algunas en forma de confesión, y otras de queja. Los alcaldes más moderados lo tantearon, se animaron a pedirle que “baje el tono” a los cruces con Scioli. Otros, que se mostraron algo más osados, lo corrieron con el pedido de “privilegiar la unidad del peronismo” y definir situaciones claras de cara a las PASO de agosto. El hombre de Chivilcoy los escuchó atento, los conoce a todos, él es un bonaerense que conoce el territorio y a quiénes lo manejan. Diplomático, pero enfático, trató de calmar sus miedos, buscando argumentos para que esos temores sean aplacados. Pero la tensión se hizo presente en un momento, cuando uno de caciques más osados –también uno de los más importantes del Conurbano Sur– le insinuó sin tapujos que “baje su candidatura” a presidente, propuesta que otros alcaldes asistieron con la cabeza o con algún murmullo. Randazzo no se inmutó, miró fijo y con una leve sonrisa dijo, tajante: “Ni loco me bajo”. Y además remarcó que él es quien realmente “representa al modelo”. Instantes de clima tirante.

Cuando terminó el cónclave todos se dieron la mano, posaron para la foto y se fueron a sus destinos. Los alcaldes no pudieron disimular su malestar, el sabor amargo de la preocupación inundaba sus rostros. Varios, al irse, se quejaron por lo bajo: “Randazzo no nos escuchó y tampoco aceptó nuestras sugerencias”. Otros fueron más duros pero, en general, el gran conjunto de intendentes se molestó porque “no fueron atendidas sus demandas territoriales”. Alguno, al pasar, recordó el “peso” de la Tercera Sección Electoral y la necesidad que “cualquier candidato” tiene sobre ese territorio para poder soñar con ganar alguna elección. Malestar y el aviso de los alcaldes.


De Vido también congregó intentes y les bajó línea

El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, fue hasta la sede de la Federación Argentina de Municipios (FAM). Allí congregó a más de 50 alcaldes que están nucleados en distintos espacios internos del FpV: el G30, el G8, caciques del Conurbano y varios más. Hablaron de política, conversaron del futuro del kirchnerismo y, sobre todo, el funcionario nacional les bajó línea. Los pasos a seguir.

De Vido de mostró cordial con los intendentes bonaerenses, destacó que el encuentro realizado es una “mesa de trabajo para defender lo logrado” y los exhortó a “exigir a los candidatos la continuidad de las políticas que llevó adelante este modelo”. Por esa línea, resaltó que es “fundamental” el compromiso de las provincias y de los municipios pero, sobre todo, del “trabajo de los intendentes”. En la cuestión política, fue claro, dijo que “el enemigo está afuera del FpV” y minutos más tarde amplió: “El enemigo común son los que quieren volver al 2001”. Un mensaje que se sumerge en la impronta que bajaron desde La Rosada en medio de los cruces entre sciolistas y randazzistas. Antes de irse, De Vido marcó la cancha y les dejó el siguiente recomendación: “Muchachos, acá no es cuestión de vanagloriarse por las propias gestiones, acá hay que bancar la continuidad del modelo y bancar a Cristina”. Los encargos del emisario.

Pese a los esfuerzos de algunos despachos de Balcarce 50 en intentar bajarle el tono a los cruces entre sciolistas y randazzistas, la Guerra Fría desatada entre estos dos espacios internos aún no se ha calmado. Tras las palabras de Aníbal Fernández y los gestos de Cristina, Randazzo y Scioli mantuvieron su fuego cruzado. “No es agresivo decir que Scioli surgió en el menemismo y que no cree en la gestión”, dijo el ministro del Interior y Transporte en una suerte de ironía con municiones escondidas, pero letales. El contraataque desde la Gobernación bonaerense por primera vez fue hecha por el propio Scioli, quien apeló a palabras implícitas para responder las críticas duras que le hace su adversario interno: “A quienes me subestiman por venir del deporte, les digo que con mucho orgullo y corazón llevé la bandera argentina bien alto”. Las tensiones suben en la Guerra Fría que mantienen Scioli y Randazzo. Se ha tocado un punto en que los cabezas de tropa de han cruzado. Por ahora las armas son mensajes indirectos, entrelíneas, pero el peligro de un duelo directo está latente. Hay preocupación dentro del Frente para la Victoria. Hay quienes creen que un escalada mayor entre sciolistas y randazzistas pueda dinamitar las chances enteras del oficialismo de cara los comicios. Es por eso que en varios despachos ya empiezan a trabajar para que la sea la “Coexistencia Pacífica” la que primer en las campañas de ambos precandidatos.

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