Fórmulas, dilemas y aislamiento en la pista K que conduce a la Gobernación

La gran aldea del Frente para la Victoria tiene una importante población de aspirantes a disputar las PASO por la Gobernación bonaerense. El número de anotados supera ampliamente a cualquier espacio político. Todos quieren mostrarse, todos trabajan por ver y soñar con su nombre impreso en las boletas de agosto. Los postulados son Julián Domínguez, Fernando Espinoza, Martín Insaurralde, Juan Patricio Mussi, Diego Bossio, Gabriel Mariotto, Sergio Berni, Cristina Álvarez Rodríguez, Fernando ‘Chino’ Navarro, Santiago Montoya, Carlos Castagneto, Martín Sabbatella y Aníbal Fernández. El amplio abanico K.

Con la interna que tomó temperatura desde que Insaurralde anunció sus intenciones para disputar el Sillón De Rivadavia, el resto de los contrincantes decidió subir un cambio a su calmada campaña y empezó a develar un poco más las cartas que guardaban para el juego. Los primeros en dar un paso adelante fueron el titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, y el joven intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi. En la última semana y media ambos dirigentes pusieron sobre la mesa electoral sus intenciones de conformar un tándem que aspire a gobernar la Provincia, una movida política que fue anticipada por ANDigital a principios de febrero. En la mayoría de los laboratorio políticos que trabajan para este propósito diagraman que el orden de esta fórmula sea “Domínguez gobernador, Mussi vicegobernador”, un plan que es apoyado por varios legisladores y alcaldes bonaerenses, basado en la lógica de que se completa la arista de tener un dirigente, y exintendente del interior, y un representante del Conurbano Bonaerense asentado en la poderosa tercera sección electoral. Pero los laureles y la trayectoria política que tiene el chacabuquense despertaron los celos y el egocentrismo característico del hijo de Juan José Mussi. Preso de la baja en su cotización, el joven alcalde berazateguense expresó: “Cuando me dicen si voy a ser el vice de Julián les digo, que Julián sea el vice de Juan Patricio”, fueron las palabras que espetó ante una canal de noticias provinciales. Duelo de carteles en marcha.

Pese a esta pequeña contingencia la sintonía entre ambos políticos sigue en marcha. Los diagramas y trazados de campaña ya empiezan a ver la luz en lo que es la primera fórmula por la Gobernación bonaerense del FpV que irrumpió en la escena electoral 2015. Bajo la señal que Domínguez y Mussi dejaron sobre el terreno más de una docena de legisladores bonaerenses agilizaron sus agendas y empezaron a dar los primeros pasos para el trabajo sobre esta fórmula que disputará las PASO del oficialismo. El miércoles que pasó, en el edificio del Parlamento provincial ubicado en La Plata –mientras en el primer piso (sala de reuniones de bloque del FpV), Fernando ‘Chino’ Navarro confirmaba su precandidatura para la Gobernación– abajo, en el subsuelo, diputados y senadores kirchneristas mantuvieron su primer cónclave con tono electoral para bancar la fórmula Domínguez-Mussi. El encuentro se realizó en el despacho del diputado Darío Golía, hombre cercano y jefe de campaña de Domínguez. La lista de asistentes fue variada, desde la tropa en la Cámara Baja dijeron presentes Juan José Mussi, Aníbal Regueiro, Juan De Jesús, Alberto España, Valeria Amendolara, Walter Abarca, Ricardo Móccero, Alejandra Martínez, Viviana Nocito, Marisol Merquel, María del Carmen Pan Rivas, Manuel Elías. Por el lado de la Cámara Alta participaron Patricio García, Cristina Fioramonti, titular del bloque y Marcelo Carignani. Según fuentes de ese armado, se pudo saber que hay varios legisladores que se sumarían a este grupo, entre quienes está la diputada Karina Nazabal, esposa del intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez. La conformación del equipo.

A primera vista, el nutrido grupo se compone de hombres y mujeres que responden directamente a Domínguez y tienen su base política en la cuarta sección. También están referentes y exintendentes de la tercera, como así también quienes ahora simpatizan con el surgimiento de esta fórmula electoral. Cabe destacar que el artífice del tándem Domínguez-Mussi o Mussi-Domínguez (para complacencia del joven alcalde) es el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien además apadrina el grupo de intendentes sub-45 ‘Los Oktubres’, que avalan la candidatura del intendente de Berazategui y, por lógica, comulgan con este proyecto interno. Durante el encuentro, los legisladores plasmaron sus bases que –según dicen– apunta a “recrear un proyecto para la Provincia” y, en otros puntos, destacaron que este proyecto es de “apertura y generosidad sin mezquindades”. La base está.

Si bien este armado va tomando forma, el horizonte del kirchnerismo también deslizó la posibilidad de conformación de lo que sería la segunda fórmula para la Gobernación dentro del FpV. En los últimos días cobró fuera la posibilidad de que el titular de la ANSeS, Diego Bossio, y el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, junten sus fuerzas y plasmen un equipo. Por ahora esta posibilidad es sólo una versión, pero lo cierto es que, juntos o separado, este binomio cuenta con buenas intenciones de voto en las distintas encuestas que circulan por la atmósfera bonaerense. La amalgama no se detiene allí, y otro que se adelantó fue el presidente de bloque del FpV en Diputados bonaerenses, Fernando ‘Chino’ Navarro, quien este viernes lanzó su precandidatura para la Gobernación en el Teatro Coliseo Podestá de La Plata, con todos los bombos y platillos que ameritan.

Pero el anuncio del referente del Movimiento Evita dejó varios datitos sobre el tablero. El primero fueron algunas de sus palabras que hizo ante la consulta de los medios periodísticos sobre los avales hacia su candidatura. El ‘Chino’ insistió en varias oportunidades en que no le pidió “permiso a nadie” para oficializar sus aspiraciones provinciales y destacó: “Si Néstor Kirchner estuviera vivo y lo llamara para pedirle permiso, me mandaría a la mierda”. El otro dato a observar que se presentó es la presencia en su lanzamiento de la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, quien es otra anotada en la carrera por la Gobernación. ¿Posible fórmula en puerta?

La soledad de Insaurralde

Desde que anunció sus aspiraciones provinciales la mayoría de los medios afirman que el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, es “el candidato de Daniel Scioli”. Con esa conjetura, el lomense mismo se muestra junto al Gobernador en los primeros afiches que mostró, además de repetir y repetir que apoya su candidatura presidencial. Pero la realidad parece ser otra y muy distante. Refugiado en su distrito, MI analiza sus opciones, las piensa, las medita, no son muchas y prometedoras. Aún no se reunió con Scioli para ver qué opina sobre su lanzamiento, tan sólo recibió un tibio apoyo público al día siguiente que anunció sus intenciones. Nubes que aún opacan el cielo.

La realidad de este 2015 parece otra para el esposo de Jesica Cirio, lejana de aquel 2013, cuando fue elegido por Cristina Fernández de Kirchner para ser el primer candidato a diputado nacional por el kirchnerismo y cuando junto a Scioli recorrieron casi toda la Provincia en la campaña legislativa. Hoy, son sólo fotos en el álbum de los recuerdos, los actos oficiales que compartió con el Gobernador, casi como un edecán o funcionario bonaerense con privilegios. En ese entonces, la realidad para Insaurralde era promisoria, su nombre era sinónimo de “el candidato de Scioli para la Gobernación”. Pero la novela que él mismo escribió y protagonizó con el culebrón de sus airados coqueteos con Sergio Massa y su Frente Renovador, las indefiniciones constantes y el juego a dos puntas que hizo y abusó, terminó siendo un monstruo que al final está a punto de devorárselo. El viento se puso en contra.

En la actualidad, la lógica que manejan en las altas esferas del poder sciolista en Calle 6 se basa en la siguiente consigna: “Estamos muy bien con todos. Vamos a apoyar a todos los que apoyen a Scioli y lo hecho en la Provincia”. No todas sus intenciones políticas quedan en la amplitud de simpatías, sino en plasmar su objetivo casi único y principal: “La única estrategia es que Scioli sea presidente, lo demás son movimientos tácticos”, afirman. Con esas premisas coyunturales, Insaurralde ya no cuenta con los mismos agrados que hace menos de 2 años tenía en la Gobernación bonaerense. Ante la consulta sobre su postulación, en los principales despachos de La Plata responden: “No vamos a apoyar a ningún candidato a Gobernador en especial”. Una realidad a medias, o al menos en lo público, ya que desde La Plata han ayudado mucho a las intenciones del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, en sus deseos de llegar al Sillón de Dardo Rocha e incluso muestran amplias sonrisas cuando se menciona la dupla Bossio-Berni para la Gobernación. En el nuevo camino que transita Insaurralde, su suerte está más atada a lo que diga La Rosada y el kirchnerismo duro, en lo que diga ya haga el sciolismo. Distintas fuentes sostienen que el indulto al lomenese sólo llegaría a permitirle competir por un nuevo mandato por la intendencia de Lomas de Zamora bajo el sello del FpV. Un dilema más para MI que, esta vez, parece caminar solo en su aventura provincial: “Nosotros no vamos a ir a hablar por Insaurralde. Él tiene que ir y hablar con el kirchnerismo”, dicen ahora en el sciolismo sobre su futuro político. El precio de malos movimientos políticos.

El kirchnerismo va centralizando la escena en la carrera por la Gobernación bonaerense. Los 13 postulantes tienen variedad de estilos y suman un número exagerado de competidores. No todos llegarán a destino, algunos quedarán a mitad de camino y muchos otros habrán alucinado con arribar a la meta para darse cuenta de que no fue así. También está la estrategia de cotizarse como un precandidato para el Sillón de Dardo Rocha, pero tener como objetivo algún otro “premio consuelo”. En toda esta amplitud en unas internas que comienzan a tomar temperatura y se van develando las posibles fórmulas, el objetivo primordial de la comandancias del FpV es retener la Gobernación bonaerense una vez más.