Alcaldes bonaerenses alertados por la escalada de cruces entre Aníbal y Domínguez

La concreción de dos fórmulas del Frente para la Victoria para la gobernación bonaerense lejos de ser una noticia auspiciosa en el marco de la realización por primera vez de una PASO en un tramo fuerte de la boleta y además puesta a la decisión del voto popular, día a día despierta recelos, miramientos y sobre todo preocupación en los intendentes más importantes de la gran aldea del kirchnerismo provincial. Los binomios Julián Domínguez-Fernando Espinoza y Aníbal Fernández-Martín Sabbatella ya han mostrado su artillería pesada a las pocas horas del cierre de lista del pasado 20 de junio. La anécdota de cruces léxicos se convirtió en una realidad chocante donde la guerra verbal con serias acusaciones, hace parecer, que el enfrentamiento interno entre estas fórmulas es de dos espacios distintos. Bombas de aquí para allá.

Los intendentes bonaerenses, sobre todo los del Conurbano observan, analizan, recuerdan. Aún comentan sus lamentaciones por la no concreción de ese candidato único para la gobernación que tanto deseaban. En las tertulias que se dan en la atmósfera del peronismo bonaerense, los análisis que hacen los caciques bonaerenses, los que tienen más territorio, esos que gobiernan en el Gran Buenos Aires resuenan ecos de sollozos. Más de uno opina que la candidatura única -al igual que la de Daniel Scioli y Carlos Zannini para la presidencial- hubiera sido “la mejor opción” para el triunfo en la Provincia. En sus mejores sueños, la mayoría veía a Florencio Randazzo como ese candidato único, con un agregado, era casi “imbatible”, añoran ahora resignados. “Habíamos dicho que se plasmara una candidatura que sintetizara todo”, recuerda un importante intendente de la poderosa 3ra Sección Electoral. Otro jefe comunal, de la también populosa 1ra Sección, se expresa: “Una pena, un error político, yo no lo hubiera hecho. Debía reflexionar, como dirigente hay una obligación que tenés que cumplir ante los demás compañeros, le hizo mal al partido, la situación hubiera sido distinta”. Más allá, por un distrito de la llamada “Tercera Chica” se oye: “No sólo se llevó la pelota, sino la cancha”. Lamento y juicio a Randazzo.

Pero las peripecias de la política escribieron otra historia y en el Frente para la Victoria hay dos fórmulas que competirán en las PASO de agosto y se dividirán los votos. Con esta realidad, ahora los alcaldes intentan equilibrar entre ambos binomios, al menos en sus palabras. “Consideramos que los compañeros tuvieron el acompañamiento de todos y vamos a acompañar a las dos fórmulas”, arguye un alcalde de la Primera. Las declaraciones diplomáticas de los caciques son sólo para los medios periodísticos. Los movimientos políticos demuestran que tras el cierre de listas y la llegada de la campaña, el tormento que sacude a los alcaldes del FpV son las bombas de aquí para allá que intercambian en sendos disparos Aníbal y Domínguez. El Jefe de Gabinete de la Nación tocó y denunció un tema muy sensible a la susceptibilidad de los intendentes. No una, sino varias veces declaró que hay llamados de un “canalla” hacia los alcaldes para que escondan las boletas de su fórmula. Si bien es conocido este “método” usado por los viejos barones del Conurbano, en la etapa del kirchnerismo no se había escuchado públicamente de alguien que denuncia a sus compañeros de espacio. Lo que hizo Aníbal, más allá de sus mostrar sus preocupaciones, es poner a los intendentes bajo la lupa de la realización sin problemas de las PASO del FpV. Pero además, una obviedad, acusa sin nombrarlo a su rival de estar atrás de esa movida. “Eso no es positivo, ni para la campaña, ni para el peronismo, ni para el Gobierno”, afirmó otro jefe comunal de la Tercera, luego de haberse tomado un café con un colega de un distrito vecino y charlar sobre los cruces de los precandidatos por la gobernación. Una delgada línea antes de la explosión.

Esa preocupación no sólo invadió a los intendentes, sino a distintos referentes del kirchnerismo en general. Uno que habló fue el titular de ANSES, Diego Bossio, quien vale recordar fue el primero en darse el “baño de humildad” y declinar su postulación para la gobernación. “Lo que a mí me parece importante, como hombre del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, es el respeto y la madurez. Y fundamentalmente que no hablemos ni de nombres, ni con chicanas, que hablemos de las cosas que tenemos que hablar porque son muchos los desafíos que tiene la provincia de Buenos Aires”, expresó. Otro que habló, fue el titular del bloque del FpV en Diputados bonaerenses, Fernando “Chino” Navarro, quien a través de su cuenta personal de Twitter afirmó: “Que haya dos fórmulas para gobernar la provincia de Buenos Aires es positivo si discutimos propuestas y planes de gobierno; pero si nos quedamos en discusiones triviales o en chicanas internas vamos por mal camino”. Ambos dirigentes de distintas tribus internas del kirchnerismo coinciden en su punto de vista. Nada es casual, hasta ahora gran parte de la campaña de Aníbal y Domínguez han sido cruces periodísticos cargados de ironías e indirectas. El Jefe de Gabinete apelando a su excelente verba para lanzar dardos certeros, y desde el otro lado Domínguez y el matancero Espinoza sacando gala de sus genes peronistas y gozando a Sabbatella por tener otro ADN. Las “armas” de la campaña interna del FvP.

Las secuelas del rugir de los cañones produjo que los intendentes tengan que salir a aclarar que ellos van a presentar ante los votantes las dos boletas de la competición, no sin antes, muchos de ellos manifestar también sus predilecciones. En declaraciones al programa Superlógico, emitido por Keops FM de La Plata, el alcalde de General Rodríguez, Juan Pablo Anghileri, expresó: “Acá en Rodríguez vamos a llevar las dos boletas de las dos fórmulas. La vamos a poner a disposición de los vecinos para que tengan la opción de elegir. Pero uno tiene el corazón más de un lado que del otro, por un tema afectivo, de relación y el trabajo diario (…) No es que no estemos de acuerdo con la fórmula que encabeza Aníbal, sino creo que es una fórmula mucho más peronista la que encabeza Julián con Fernando”. En cuanto a las denuncias de Aníbal Fernández sobre llamados a hacia intendentes bonaerenses para esconder boletas de su fórmula, este Jefe Comunal aseguró: “A mí no me llamó nadie, yo voy a llevar las boletas de los dos, los dos son compañeros, los dos están en este espacio. El que decide a la larga es el vecino (...) No creo que haya intendentes que hagan semejante cosa”. Aclaración y blanqueo de apoyo.

Con el surgimiento de las voces de los intendentes que ahora comulgan con el dominguismo, la discusión se abrió de los generales hacia la tropa y desde el sabbatellismo salieron a responder. El titular del bloque de Nuevo Encuentro en Diputados bonaerense, Adrián Grana, también se expresó en el programa de radio mencionado. “Recuperamos la lógica de la discusión interna y en ese sentido es bueno (…) En la Provincia tenemos dos fórmulas que objetivamente han elegido representar cosas distintas. Por un lado tenemos una fórmula, la de Julián y Fernando que se recuesta más sobre un perfil del Frente para la Victoria, que es el Partido Justicialista más que el peronismo. Por otro lado, está la fórmula de Aníbal y Martín que están intentando representar los doce años de construcción del kirchnerismo y la que mejor la expresa”, espetó en palabras que muestran una diplomacia efectiva, pero con cargas explosivas entre líneas. Además, sobre la cuestión del “peronómetro” que ostentan los que apoyan a Domínguez, el legislador provincial replicó: “Es una discusión que atrasa y quien lo plantea se ha perdido una buena parte de la película de lo que ha pasado desde el 25 de mayo del 2003 a la fecha cuando irrumpe en la política Néstor Kirchner”. Peronismo, pejotismo y kirchnerismo como parte de un todo junto o separado.

El fuego de artillería sigue inundando el cielo del kirchnerismo bonaerense. A poco más de un mes para la realización de las PASO el panorama parece que no cambiará. Por fuera de los cruces entre dominguistas y anibalistas hay quienes en el oficialismo alertan que una feroz interna puede desgastar al FpV en beneficio del PRO y la fórmula María Eugenia Vidal-Daniel Salvador, quienes no tienen internas y en intención de voto como espacio político están a pocos puntos del Frente para la Victoria.-