sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº3682

Panorama Bonaerense | 12 jul 2015

Bitácoras bonaerenses

La trifulca Aníbal-Domínguez al borde de la implosión y el silencioso crecimiento del PRO

La tensa interna que decidieron desatar las dos fórmulas por la gobernación del FpV empieza a generar efectos contrarios y la preocupación llegó al sciolismo. Las últimas encuestas muestran que la ola amarrilla va creciendo y amenaza a los candidatos kirchneristas.


El 10 de julio comenzó de forma oficial el periodo de campaña de las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) que se extenderá hasta las 8 de la mañana del 7 de agosto, cuando arranque la veda. Una formalidad que sólo viene a ponerle fecha a una campaña -sobre todo el kirchnerismo- que ya arrancó sus motores hace rato. El duelo de cañones que decidieron plasmar las fórmulas Aníbal Fernández-Martín Sabbatella y Julián Domínguez-Fernando Espinoza hizo que la interna del Frente para la Victoria centralizara la escena de la carrera por la gobernación bonaerense. Títulos y portadas reservados.

Sin embargo, lo que en principio parecía parte de los condimentos y chispazos de cualquier interna política, poco a poco se fue transformando en una guerra interna que juega con el riesgo de provocar una implosión que despida esquirlas para todos los costados del navío kirchnerista y afecte las proyecciones para los dos tramos electorales que ya se acercan. En la columna de la semana pasada se mostró la preocupación de los alcaldes kirchneristas (sobre todo los que portan genes del PJ, habitan y gobiernan el Conurbano) de los misiles teledirigidos que se lanzan anibalistas y dominguistas. Estos cruces, lejos de calmarse, superan un límite a medida que la tierra gira nuevamente sobre su eje. Incluso, muchos intendentes se lamentan que la “guerra sucia” haya traspasado las fronteras del FpV y sea un arma que los contendientes internos que disputan la gobernación lo usen en su puja. Una escalada de tensión que no se detiene.

Felipe Solá, precandidato a gobernador de última hora en el Frente Renovador, dejó un rato sus quejas por falta de fondos para su campaña y lanzó -ironías de la política- un modesto y austero spot de campaña, aunque no falto de agudos dardos que apuntaron a la cabeza de Aníbal Fernández. En un diálogo con su precandidato a vicegobernador, Daniel Arroyo, este dice: “La mamá y el papá están preocupados por la inseguridad, porque se venden drogas en el barrio; deberían pensar en serio si Aníbal Fernández es la persona para manejar la Policía Bonaerense, que es cuidar a nuestros hijos”. A lo que Solá arremete con más dureza: “Cuando apagamos la luz y nos quedamos a solas, pensamos en serio. Bueno, imaginen a Aníbal Fernández conduciendo la Provincia”. Como puñalada final, el spot finaliza con la sentencia: “Drogas sí o drogas no. Vos elegís”. Está claro que el mensaje implícito que quiere dar el massismo es relacionar al Jefe de Gabinete Nacional con el consumo de drogas. Pero al mismo tiempo, este recurso de campaña -que para muchos es parte de una “guerra sucia”- también apunta al precandidato mejor posicionado en las encuestas hasta la actualidad. El dato curioso que surge es que Solá no sacó el rédito previsto y más bien colaboró para mejorar la posición de Domínguez en la interna que tiene con Aníbal. Felipe, el dominguista involuntario.

Esa temática, ese dardo venenoso, casi al estilo Lilita Carrió, fue tomado por Espinoza para atacar a Fernández. Al borde del límite, el cacique de La Matanza apunto: “Tenemos grandes diferencias con la dupla Fernández-Sabbatella, como por ejemplo en el tema del narcotráfico y el consumo de drogas (…) como dijo nuestro Papa Francisco, el narcotráfico es una plaga. ´No es la liberalización del consumo de drogas lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia´”. Pero la arremetida del matancero no terminó allí, en una segunda ráfaga de disparos dijo: “Aníbal necesita darse un baño de humildad, nos hace perder el tiempo en la provincia de Buenos Aires”. Las palabras de Espinoza fueron tomadas por Fernández y en un nuevo cruce retrucó: “Ese chico no está en sus cabales. Gano 31 a 8 (en las encuestas) y ¿me tengo que bajar yo? ¿Por qué no contamos los porotos el 9 de agosto?”. Sin amedrentarse, el alcalde del distrito más poblado de la Provincia volvió a la carga: “Yo le pedí a Aníbal que se baje porque nuestra competencia no está dentro de nuestro espacio político, está afuera”. Y como dato color, pero que al mismo tiempo es un tiro certero parafraseó al propio Néstor Kirchner al decir: “¿Qué te pasa Aníbal, estás nervioso?”. Artillería pesada para una batalla interna.

La agudización de la tensión ya no es sólo preocupación de los caciques bonaerenses, que más allá de haberle prometido “neutralidad” a Aníbal, juegan para Domínguez-Espinoza: el factor Sabbatella es algo que nunca van a digerir. Esa preocupación llegó al bunker de Daniel Scioli ubicado en las instalaciones de la Fundación DAR en Capital Federal y lejos de una Casa de Gobierno bonaerense cada vez más deshabitada. Los principales asesores sciolistas comienzan a mostrar intranquilidad ante los cruces casi cotidianos que hay en el campo de batalla provincial. En sus análisis temen que esto termine afectando a toda la boleta del FpV y reduzca el porcentaje de votos de la fórmula Scioli-Zannini en las PASO de agosto. Además, observan como la fórmula del PRO (enrolada en la alianza Cambiemos) que componen María Eugenia Vidal-Daniel Salvador va creciendo poco a poco en las encuestas y a nivel individual ya supera a los precandidatos del FpV. Este dato salió de la Consultora Ricardo Rouvier & Asociados, de plasmadas simpatías por el kirchnerismo y motivo para la alerta que empieza a tomar forma en la tropa sciolista. Los números indican que la embajadora de Macri en la provincia obtiene el 26,4 por ciento, mientras que Aníbal llega 20,7 por ciento y Domínguez lo sigue con el 15,8 por ciento. De muy cerca, aparece cuarto Solá, que mide 14,1 por ciento. De todos modos, la medición señala que la sumatoria de las fórmulas de la interna del FpV alcanza el 36,5 por ciento. ¿Un dato positivo? Depende cómo se lo mire. Las PASO aún son objeto de análisis en cuanto a sus efectos en el electorado. Puede ser que los votantes tomen ese resultado global que pueda obtener el kirchnerismo en las primarias y canalizarlo en las generales de octubre. O, también, puede que se quede con el porcentaje individual de cada candidato, vea como ganadora a Vidal y reparta entre varios candidatos el porcentaje del que perdió la interna del oficialismo. Una ola amarrilla que va creciendo.

Con esos posibles escenario y muchos más, es que el sciolismo empieza a mirar con más atención la interna bonaerense y a desplegar distintos análisis. Uno de ellos es confiar en el tradicional “arrastre” que tiene la boleta presidencial sobre la de gobernación y dedicar todas las fuerzas a la fórmula Scioli-Zannini. Otro es empezar a dar más señales de apoyo al candidato que ellos prefieren que gane la interna: Julián Domínguez. Si bien Scioli juega al equilibrio entre las dos fórmulas, la predilección está sobre el tándem que componen del chacabuquense y el matancero. Primero, porque es el binomio que más aceptan los alcaldes provinciales y con ello el trabajo del territorio estaría asegurado. Segundo, porque temen de la paradoja de Aníbal, tiene altísima imagen de conocimiento, está primera en la interna, pero también tiene alta imagen negativa entre la población. Pero Domínguez y Espinoza también tienen sus falencias: son poco conocidos ante el electorado. Es por eso que más allá de los misiles internos, desde el dominguismo intentan hacer un operativo relámpago para que la imagen de Domínguez empiece a ser más conocida. El propio Scioli ha colaborado con este propósito y ha llevado a esta fórmula a más de un acto de gestión. Incluso, sonriente participó de “la Gran Caravana de la Victoria” realizado este sábado en La Matanza, las recorridas de campaña que tienen por distintos distritos Domínguez y Espinoza. La ola naranja bañó a sus elegidos.

Falta menos de un mes para las PASO, la cuenta regresiva para el veredicto final y real comenzó. La interna por el Sillón de Dardo Rocha está en su momento más caliente y ha derivado en el crecimiento de la candidata del PRO. Al igual que en el tramo presidencial hay una disputa entre el FpV y el PRO para la gobernación, pero la trifulca interna está concentrando todos los dardos del oficialismo, mientras -sigilosa- Vidal camina la provincia y va sumando puntos de intención de voto.-

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