jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº3687

Panorama Bonaerense | 13 dic 2015

Bitácoras bonaerenses

Vidal, el nuevo precepto y la “Provincia quebrada”

Comenzó el mandato la Gobernadora con rápidos escenarios a resolver: salarios y aguinaldos de fin de año esperan solución. Asimismo, los planes de endeudamiento que tiene el PRO para la gestión provincial y la búsqueda de consensos para lograr esa meta.


La provincia de Buenos Aires comienza a escribir una nueva historia, María Eugenia Vidal es la flamante Gobernadora –la primera mujer mandataria de la historia– quien rompió con 28 años de hegemonía peronista. Pero las venturas ya son parte del álbum de los recuerdos y ahora, en pleno ejercicio de sus funciones, los primeros desafíos para la Gobernadora están posados sobre la mesa, incluso antes de la toma del poder. El jueves pasado, ante la Asamblea Legislativa, MEV se diferenció de Mauricio Macri en cuanto al armado de su discurso en un punto fundamental. Le dio un contenido más político y aunque evitó mencionar a Daniel Scioli, dijo sin tapujos: “Recibimos una Provincia quebrada”. Esa pequeña y gran diferencia en cuanto al mensaje endulzante, “sin ideología”, por momentos superficial, y con el uso envoltorio de la palabra “cambio”, que es la panacea que el PRO encontró para llegar al poder. Una diferencia táctica coyuntural.

Vidal sabe que la Provincia es un terreno complicado de manejar, con sus diversos polvorines que advierten con estallar todos los días. El déficit estructural que arrastra la Provincia desde hace décadas hace que los desafíos económicos, en especial el pago de sueldos a los empleados del Estado, sean escenarios de tensión y desafío para cualquier administración bonaerense. La decisión de Vidal de echar culpas a la gestión de Scioli, en palabras de tono elevado, parte de esa estrategia para poder generar un clima de responsabilidad compartida ante un eventual escenario de conflicto. “Nos duele mucho el abandono que sufre la Provincia, recibimos una Provincia quebrada, deficitaria, llena de deudas”, dijo 'Mariu' en sus discurso de asunción. El terreno se viene preparando desde hace semanas, al momento que se plasmó el encuentro de transición entre Scioli y Vidal, el ministro de Economía, Hernán Lacunza, enarboló el discurso que repetirían Vidal y gran parte de sus funcionarios, de que recibieron un “déficit de 15 mil millones de pesos”. De ese modo, la única opción que ahora asoma para solucionar la cuestión de los sueldos de diciembre y el aguinaldo de fin de año es la ayuda extraordinaria que esperan recibir del Gobierno Nacional de Mauricio Macri. A la espera del salvavidas.

Según la propia Gobernadora, ese Fondo de ayuda será alrededor de 10.000 millones de pesos. Pero además de las cuestiones salariales, Vidal anunció que achicará el “gasto político” en la Provincia. Un paso para ello fue la reciente reforma a la Ley de Ministerios que aprobó la Legislatura bonaerense por pedido de Vidal, en la cual se reduce el número de secretarías, la cantidad de cargos y directorios, idea que alertó a los gremios estatales que ya empiezan a hablar de “ajuste”, un fantasma que están dispuestos a luchar. Por otro lado, la Gobernadora y su equipo económico recordaron que hace dos años se hizo una reforma tributaria “con una enorme presión sobre la gente”, a lo que adelantó que vislumbra ajustes “más allá de cómo avance la inflación” y también negó que vaya a implementar un aumento de impuestos. Esa “optimización de gastos” que MEV pretende llevar adelante va de la mano con un plan macroeconómico que tiene pensado para salir a buscar tomar deuda de organismos internacionales, para financiar en especial planes de infraestructura. Una necesidad de generar recursos.

En el corto plazo, con la reforma a Ley de Ministerios aprobada, el próximo objetivo de MEV es comenzar el tratamiento del Presupuesto 2016, junto con la Ley Fiscal y el instrumento necesario para avanzar con el endeudamiento. Además, alista presentar la Emergencia en Seguridad y la Emergencia en Infraestructura como cuestiones urgentes. Estas dos herramientas buscan agilizar la gestión, al permitir contrataciones directas y evitar así procesos administrativos burocráticos que retrasen el objetivo a cumplir. Presupuesto, Ley Fiscal, Emergencias, son leyes que con algunas diferencias llegará a aprobarse en la Legislatura sin tantos sobresaltos. El punto que asoma como conflictivo es el endeudamiento que pretende la gestión de Vidal poner sobre la mesa. Según pudo saber ANDigital, en los primeros tanteos entre legisladores del PRO y la oposición se puso a consideración la cifra entre 80 mil millones y 90 mil millones de pesos de endeudamiento programado. En el nuevo Parlamento existe un acuerdo entre el PRO y el Frente Renovador –rubricado por Vidal y Sergio Massa en persona– en el que el apoyo mutuo generó que el massista Jorge Sarghini y el amarillo Manuel Mosca obtuvieran respectivamente la presidencia y la vicepresidencia de la Cámara de Diputados, dejando afuera al histórico Horacio González,del FpV. Ese acuerdo no sólo incluyó el reparto de cargos, sino un pacto para juntar los números necesarios para generar quórum y aprobar leyes que necesite el Ejecutivo bonaerense. Pero en Diputados, aún con sus conflictos internos que casi parten el bloque, el FpV sigue siendo la primera minoría en el recinto y fundamental para la generación de leyes vitales. Esos 90 mil millones de pesos para la ahora oposición es “una cifra descomunal”, un “endeudamiento muy superior a lo que se viene realizando” y ya mostraron sus reparos para dar vía libre a esas intenciones. Comienzan las diferencias reales.

Vidal y su mesa chica saben que necesitan los votos del FpV para tener permitido salir a buscar esos 90 mil millones de pesos de deuda (la cifra puede variar con las negociaciones), se necesita la votación de los dos tercios en Diputados. La Gobernadora en persona tomó el teléfono y empezó a hacer política. En pleno conflicto en la bancada del FpV –que generó amenazas de ruptura– Vidal llamó en persona a varios legisladores para tantearlos, sugerirles que lo mejor era la ruptura, e incluso negociar por separado la voluntad de voto para la generación de esa deuda. Las charlas quedaron sin cerrarse, pero el punto conflictivo de cara a lo que será el próximo objetivo legislativo de Vidal aparece en el horizonte cercano. La hora de hacer política ha llegado.

El escenario mueve sus piezas ante las primeras menciones que esbozó Vidal como Gobernadora. Los gremios docentes salieron pronto a marcarle la cancha y fueron los primeros en condenar sus dichos sobre la “provincia quebrada”. “La falta de fondos para salario y aguinaldo en la Provincia es un argumento vitalicio”, dijeron, molestos, desde la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB). En ese tono, su conductora, Mirta Petrocini, agregó: “Cada año, en el mes de diciembre, y gobierne quien gobierne, siempre se presentan excusas por falta de fondos para afrontar el pago de sueldos y aguinaldo”. Desde el gremio más grande, el SUTEBA, también hicieron oído de las palabras de la Gobernadora y le dijeron: “Asumen sabiendo las condiciones (…) El argumento de la herencia puede servir al inicio pero no exime de responsabilidad al nuevo gobierno, pero tampoco al saliente”. En ese sentido, su titular, Roberto Baradel, hizo una jugada de manual y corrió al PRO con sus propios argumentos. “Han tenido un índice que es el Congreso, del 40 por ciento (de inflación), y no creo que lo desdeñen porque ha sido su caballito de batalla y es el índice que es el más alto”, chicaneó el gremialista, en palabras que fijan la puntería sobre un discurso que todos los PRO machacaron durante años. Sería una jocosa ironía que ahora que están en el poder se olviden de ese número de inflación y tomen el que dejó el kirchnerismo. Con ese clima de mínima tensión los gremios docentes y el gobierno provincial se reunirán esta semana en su primer encuentro paritario. Hay mucho temor en los sindicatos docentes y estatales por el “ajuste” que piensan que va a hacer Vidal y sobre la devaluación que esperan que haga Macri a nivel nacional. El primer desafío para MEV.

La hora de gobernar ha llegado, las culpas a administraciones salientes son casi una tradición en la política argentina y bonaerense. Sirve de paraguas, da tiempo a organizar y desplegar mejor la estrategia. Da tiempo también a demostrar la capacidad de gestión. Sin embargo, no es lo mismo culpar al que se va y por eso generar políticas adversas y no solucionar las problemáticas, que echar culpas y sobre eso avanzar y mejorar la calidad de vida de los bonaerenses, y solucionar sus problemas. El mandato de la ciudadanía es el voto, mediante esa herramienta democrática un político llega al gobierno, sabe de antemano el lugar en que se está metiendo, qué peripecias le esperan y es por eso que esos ciudadanos le dan su confianza. La hora de gobernar ha llegado.

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