sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº3682

Panorama Bonaerense | 3 ene 2015

Bitácoras bonaerenses

Errores novatos, fallas de cálculo y la urgencia de Vidal para sobrellevar el sacudón

La escandalosa caída de la sesión en que se iba a tratar el Presupuesto 2016 fue un duro bautismo de fuego para la Gobernadora. La falta de experiencia y los errores sobre el escenario que pueden transformarse en lecciones para poder hacer frente a este delicado escenario.


El final de 2015 no trajo buenas nuevas para la gobernadora, María Eugenia Vidal, ya que su primer proyecto de Presupuesto y un pedido de endeudamiento por más de 100 mil millones de pesos no fueron tratados en la Legislatura bonaerense y, a menos de un mes de haber asumido, el sabor de la derrota política impregnó su paladar. El tablero se configuró tenso desde el principio, el camino de negociaciones políticas –en especial con la oposición más dura, representada por el Frente para la Victoria– no fue el más apto para lograr aprobar la principal herramienta de gobernabilidad que necesita en este joven 2016. Los errores de cálculo, sumados a una seria falta de experiencia en el terreno político bonaerense, hicieron sucumbir las intenciones de Calle 6 para coronar fin de año con un brindis en torno a una “Ley de leyes” bajo el brazo. La primera gran derrota política.

El andar de Vidal y sus funcionarios tuvo un mal arranque, en la primera reunión del ministro de Economía, Hernán Lacunza, y los diputados del FpV, la desconfianza se apoderó del clima de encuentro. El emisario de MEV quería debatir y discutir sobre un proyecto de Presupuesto que hasta ese momento no había ingresado formalmente a la Legislatura. Rápidos de reflejos, y con años de rosca política legislativa, los diputados opositores se negaron a debatir y negociar sobre papales que además no tenían la firma de la propia Gobernadora. En la política nada se da por sentado, sin firma y certificaciones, la palabra y las buenas intenciones mueren al momento de decirlas. En la realpolitik bonaerense nadie regala nada y no muestra las cartas antes de tiempo. Ese percance no trajo buenos augurios y, más allá de varios puntos conflictivos del Presupuesto, las miradas de discordia se centraron en el pedido de endeudamiento que ronda los más de 100 mil millones de pesos, dentro los cuales hay un monto de 740 millones de dólares. Incluso, muchos legisladores del Frente Renovador mostraron públicamente sus reparos al extraordinario monto de deuda que piden desde Gobernación. La manzana de la discordia sobre la mesa de negociaciones.

La urgencia de 'Mariu' atormentaba sus noches, tenía que cerrar el año con el Presupuesto aprobado con el pedido de endeudamiento incluido. Tras la suspendida sesión del 22 de diciembre, los deseos se enfocaron en la sesión programada para el 29. El escenario no era el mejor, las fiestas navideñas, el feriado y el fin de semana no esbozaron el mejor terrero para ampliar las negociaciones con el FpV. De todos modos, desde Calle 6 apretaron el acelerador con el objetivo de aprobar la “Ley de leyes” ese martes. La escasez de tropa legislativa propia (Vidal cuenta con apenas 28 diputados y 16 senadores) hizo que el acuerdo que la Gobernadora en persona rubricó con Sergio Massa días antes del ballotage fuera la herramienta que le sirviera para tener un fin de año con Presupuesto. En las cuentas previas, con el acuerdo con el massismo y sumado a la disminuida tropa de Margarita Stolbizer (con Vidal también selló un acuerdo antes de la segunda vuelta presidencial) la suma de diputados –52 en total– podría permitir la aprobación del Presupuesto 2016 –que se aprueba con mayoría simple–, pero no así el endeudamiento, para el que se necesitan dos tercios del cuerpo, con lo cual los votos del FpV (al menos 11 de ellos, que suman 36 en total) eran más que necesarios. Vidal y su primera plana de gobierno, más Jorge Sarghini, elegido presidente de la Cámara Baja gracias al acuerdo Vidal-Massa, y encargado de lograr consensos en Diputados, eligieron a José Ottavis como el interlocutor para las negociaciones con el kirchnerismo. Una táctica obvia, ya que el camporista logró –a duras penas, pero lo logró– ser el titular de bloque del FpV. La hoja de ruta para lograr el objetivo.

Pero los errores novatos empezaron a tomar forma y transformarse en fantasmas amenazantes no sólo en las cuestiones formales (como el altercado entre Lacunza y los diputados del FpV), sino también en restarle importancia a las tensas internas que se desataron semanas antes en la bancada kirchnerista, donde un sub-bloque de 12 “rebeldes”, también llamados “Los 12 Apóstoles”, comandados por el exsecretario privado de Néstor Kirchner y dominguista de Saladillo, Walter Abarca, cuestionan el liderazgo de Ottavis, desde un comienzo pusieron sus serios reparos al abultado monto de endeudamiento que pide Calle 6 y desconocieron las negociaciones que llevó adelante el referente de La Cámpora. Con ese panorama se llegó al 29, cuando la Gobernadora apostaba todas sus fichas a aprobar el Presupuesto. Ese martes se transformó en un largo día de negociaciones, roscas, operaciones periodísticas, dimes y diretes que culminaron con la escandalosa caída de la sesión pocos minutos antes de las 0 horas del miércoles, con lo cual Vidal se quedó sin la aprobación del Presupuesto 2016 y los paquetes de Emergencia en Seguridad, Infraestructura y del Servicio Penitenciario. Nubes que oscurecieron el cielo azul.

¿Qué pasó para que la sesión no cobrase vida? La versión oficial que se implementó al día siguiente desde la Gobernación bonaerense fue acusar a Cristina Fernández de Kirchner de haber hecho un llamado telefónico a Ottavis y ordenarle que se cayera la sesión, como así también acusar al FpV de “romper un preacuerdo” pactado a las 23 horas, para minutos más tarde desconocerlo. Estas palabras fueron repetidas en todos los medios periodísticos por el ministro de Gobierno, Federico Salvai; el secretario de Comunicación, Federico Suárez, y Lacunza. En los pasillos de la Legislatura, desde el sub-bloque de “Los 12 Apóstoles” confirman esta versión, pero no como el motivo para que el Presupuesto no haya sido aprobado. Según varios diputados consultados, Ottavis le dijo a Massa y a Salvai que “Cristina llamó para hacer caer la sesión”, pero que ese llamado no existió, fue una “excusa” ante la imposibilidad de generar consensos dentro bloque del FpV. Sobre el “preacuerdo roto” que denunciaron desde Calle 6, en parte es cierto, ya que Ottavis negoció sin consultar con todo el bloque y le prometió a Sarghini bajar al recinto si el pedido de endeudamiento de reducía a 60 mil millones de pesos, monto que después de llamados del masssista a la Gobernación finalmente se redujo. Pero el dato que no contó Ottavis fue que desde un principio de las negociaciones, casi en una posición inalterable, el sub-bloque del FpV puso como condición para aprobar la ley que el endeudamiento sea entre 35 mil millones y 45 mil millones de pesos, y el Fondo para municipios con “trasparencias claras”, postura a la que el martes sobre la hora, incluso, muchos camporistas y otros miembros del bloque se plegaron. El laberinto de Ottavis.

El camporista estaba metido en un serio lío, a los días de la sesión fallida tuvo que salir a aclarar en los medios (incluso en una nota en el canal TN) que no habló con Cristina ni del presupuesto ni del nivel de endeudamiento. El jocoso e irónico hecho cobró hasta cierta cuestión humorística y más de un analista político se animó a decir que a Ottavis ya no le resultó esa vieja maña que tenía de estar en una reunión de negociaciones importantes donde recibía una llamada de Máximo Kirchner, pero que en realidad era hecho por su secretaria a la cual tenía agendada como “Máximo”. Las complicaciones para el camporista no tienen fin, pero distintas fuentes de la bancada del FpV sostienen que el bloque “no se va a partir mientras se escuchen las demandas internas”. La postura dura que pusieron sobre la mesa en la cuestión del Presupuesto –afirman– les da fortaleza y hasta destacan que son la primera minoría en Diputados. Tras el cachetazo, desde Calle 6 parecen haber aprendido la lección y ahora buscan otro interlocutor del kirchnerismo para poder negociar aprobar el Presupuesto en alguna sesión extraordinaria de enero. Cambio de táctica política.

Un dato sobresaliente que surgió tras la caída de la sesión por Presupuesto fue la postura que tuvo el Frente Renovador que, más allá de ser una “oposición responsable”, salió en cadena a defender el presupuesto de Vidal y a apuntar cañones contra el accionar del FpV, casi como si fuera del bloque oficialista que responde a la Gobernadora. No así fue la actitud del bloque Cambiemos (integrado por el PRO y la UCR), quienes casi brillaron por su ausencia en los duelos mediáticos post-sesión. Se sabe que los legisladores amarillos actúan en base a órdenes que reciben desde Calle 6 y la misma fue de no salir a hablar para “no meter la pata”, y que sólo hablarían Salvai, Suárez y Lacunza. Pero, ¿qué pasó con la UCR? Los radicales integran el bloque oficialista, pero aún mastican bronca por los casi nulos lugares que Vidal les dejó en el Gabinete y porque no se sienten parte del oficialismo. Muchos legisladores de la UCR sólo se dedicaron a ver cómo se desarrollaban los acontecimientos. “Las negociaciones se hacen en la Legislatura, no por fuera de ella”, se quejó un legislador radical, en clara referencia al “error” de Vidal de pensar que el acuerdo con Massa le garantizaba la aprobación del Presupuesto y el endeudamiento. Pero más allá de esa queja en torno a la táctica, apuntaron duro contra los funcionarios de MEV y coinciden que les “falta mucha experiencia” para negociar en el tablero provincial, algo que hasta ese momento sólo se escuchó decir de voces del FpV. En lo concreto, los radicales se quejan de “no ser partícipes de las negociaciones” y anuncian que siguen “esperando las señales de Vidal”. El dilema radical y un futuro complicado.

El bautismo de fuego que tuvo Vidal en la Legislatura fue más duro de lo imaginado. La Gobernadora tuvo que prorrogar el Presupuesto 2015 para poder iniciar el año con apuntes de gastos y tuvo que sacar por DNU las Emergencias en Seguridad, Infraestructura y del Servicio Penitenciario (aunque la figura de los decretos de necesidad y urgencia no esté contemplada por la Constitución de la provincia de Buenos Aires). La situación es compleja, necesita aprobar el Presupuesto 2016, sobre todo por el endeudamiento. Como parte de la presión hacia el FpV, por un lado apunta a generar consensos y, por el otro, a advertir a los gremios docentes y estatales que “sin Presupuesto, no hay paritarias”. Asimismo, de la mano de Martín Insaurralde, referente de los “intendentes dialoguistas” que por ahora comulgan en el FpV, se pidió por la “urgente” aprobación de esa ley. El pasado miércoles Massa se reunió con Vidal en la Gobernación y le prometió “gobernabilidad” y ayuda en el plano político que atraviesa. Por si fuera poco, a la Gobernadora le estalló en las manos la fuga del Penal de “máxima seguridad” de General Alvear de los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci –condenados por el Triple Crimen de General Rodríguez– de quienes por ahora no se tiene ninguna novedad concreta sobre su escondite, pero que amenaza con transformarse en un grave problema para Vidal. El cierre de 2015 y el inicio de este 2016 no pudo ser peor para la Gobernadora y sus ministros. Dos cuestiones fundamentales para su gobierno se transforman en fantasmas que crecen y crecen día a día con serias amenazas para su gestión. En lo político, en lo institucional, en la temple y fortaleza para tomar decisiones contundentes, está el camino de Vidal para poder enfrentar estos dos grandes escenarios.

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