jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

Panorama Bonaerense | 26 jun 2016

Bitácoras bonaerenses

Intrigas, intimidaciones y mensajes oscuros en el terruño bonaerense

La extraña irrupción al domicilio oficial del ministro de Gobierno de Vidal se suma a otros hechos que generan preocupación. ¿Hay sectores de la Policías Bonaerense que quieren amedrentar a la gobernadora? La necesidad de respuestas, acciones y esclarecimientos concretos sobre este denso escenario.


La atmósfera bonaerense se torna densa, espesa, cargada de hechos e intrigas que no son analizados en su debida magnitud. El gobierno de María Eugenia Vidal tiene la particularidad que en sus jóvenes seis meses de gestión ha sufrido dos hechos de “intimidaciones”, al menos confirmados de forma oficial. Intimidación, una palabra que genera miedo, preocupación y alerta en cualquier ciudadano, pero cobra relevancia cuando se trata de un gobierno, del poder de turno que decide el futuro de más de 16 millones de bonaerenses. Esta semana que pasó una noticia por demás preocupante sacudió los medios provinciales y nacionales. Desconocidos ingresaron la noche del martes 21 a la residencia oficial del ministro de Gobierno, Federico Salvai, ubicada en la calle 54 entre 7 y 8 de La Plata. Desde la Gobernación se encargaron de resaltar que no hubo sustracción de ningún tipo de objeto, dato confirmado por el propio funcionario que sufrió este hecho. Se radicó una denuncia en la Unidad Fiscal de Instrucción 4, a cargo de Fernando Cartasegna, y el juzgado de Garantías que conduce César Melazo. Salvai contó a los medios periodísticos que los delincuentes “violentaron la puerta delantera” y al no poder abrirla, “treparon por los techos e ingresaron por la puerta trasera”. Además, refirió que no estaba presente al momento del ataque, ya que pasó esa noche en Capital Federal, desde donde (el miércoles) tenía previsto partir hacia un viaje con MEV. En las primeras investigaciones, no se encontraron huellas en el lugar, por lo que Salvai estimó que pueden haber “actuado con guantes”. Sombras oscuras sobre el gobierno bonaerense.

El deplorable ataque que sufrió Salvai fue condenado por todo el arco opositor y todos los sectores manifestaron su solidaridad (como corresponde), sobre todo cuando un ciudadano en ejercicio de la función pública sufre este tipo de situaciones. Pero el curioso altercado no fue un intento de robo más y desde Calle 6 se ocuparon de mostrar su hipótesis. En principio, fuera de micrófono, relacionaron lo ocurrido a un “mensaje intimidatorio” por parte de algunos sectores de la Policía Bonaerense que estarían descontentos con las reformas que lleva adelante Vidal y, además, lo enlazaron con la irrupción nocturna y sospechosa al despacho de la Secretaria Privada de la gobernadora, durante la madrugada del 7 de junio. Pero con las horas, el Ministro de Gobierno fue más allá y relacionó el hecho a los robos que sufrieron en los últimos meses varios intendentes de Cambiemos. “Son hechos raros. Lo que le ha pasado al intendente (Julio) Garro, lo que le ha pasado a algunos intendentes, las personas que revisaron los papeles de la gobernadora y su secretaria o lo que paso anoche en mi casa de La Plata, toda la casa revuelta y que no falte nada. Es natural relacionarlo”, aseguró el funcionario en declaraciones periodísticas. Que uno de los funcionarios más importantes del Gabinete bonaerense enlace estos hechos requiere una gran atención, despierta muchas interrogantes y conjeturas, pero también merece esclarecimientos sobre los hechos. Desde la Gobernación se encargan de resaltar la lucha contra los sectores oscuros de la alguna vez llamada “La Maldita Policía”. Incluso dejaron entender que la mudanza de Vidal a la Base Aérea de Morón se basa en “cuestiones de seguridad” y están sujetas a este escenario gris. Intrigas sin respuestas concretas.

Cabe recordar la serie de hechos misteriosos, casuales o con una línea común que sucedieron en este marco. El 2 de marzo no fue un día más para el administración bonaerense y tres intendentes de Cambiemos. Por la tarde, el jefe comunal de Saladillo, José Luis Salomón y colaboradores fueron asaltados por motochorros sobre las calles 4 y 53 de la Ciudad de La Plata, a pocas cuadras de la Gobernación y del Ministerio de Seguridad. Esa noche, el alcalde de Magdalena, Gonzalo Peluso, sufrió un extraño robo en una reconocida cervecería de la capital bonaerense, también ubicada a pocas cuadras de la Casa de Gobierno y del Ministerio de Seguridad. Pero el hecho que más resonó el día y completó el raid con olores extraños, fue el robo que sufrió el intendente Julio Garro en su domicilio particular en el country Grand Bell, situado en el cruce de las calles 467 y 144, en City Bell. Dos delincuentes armados, que usaban guantes de látex y precintos plásticos, ingresaron en la vivienda donde se encontraban la esposa de Garro, las cuatro hijas del matrimonio -menores de edad-, la cuñada del jefe comunal y sus tres hijos. Luego de maniatarlas, las víctimas fueron encerradas en una de las habitaciones. De allí huyeron con 25.000 pesos, tres tablets y varias alhajas. Gracias a los videos de las cámaras de seguridad se imputó y apresó al exsubteniente Patricio Miguel Masana, quien trabajaba en la Comisaría 1ra de La Plata y que ya había tenido una causa por una fuga ocurrida en esa seccional. El expolicía vivía en el mismo country. A los días, el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, desplazó al comisario y al subcomisario de dicha comisaría, quiénes eran los superiores del subteniente, dato no menor, los robos a Salomón y Peluso ocurrieron en una zona bajo la jurisdicción de esa seccional policial. Antecedentes oscuros que traen ecos raros.

Son varias las sucesiones de hechos raros, extraños, causales que parecen tener varios ejes comunes. La intimidación hacia el gobierno de Vidal, la conexión con sectores oscuros de la Policía Bonaerense, entre otros. Pero el dato que también sobrevuela este escenario es que desde Calle 6 intentan bajarle el tono a estas situaciones. En primer lugar, el rol de Ritondo como ministro de Seguridad se encuentra bajo la lupa. Los dos policías que fueron descubiertos en el despacho de Vidal, eran efectivos habilitados por el Ministerio dentro del cuerpo de custodia que tiene la Gobernación. Si bien fueron sumariados y desplazados de la fuerza y se radicó una denuncia ante la fiscal Ana María Medina de la UFI 1, por ahora no ha habido más novedades sobre el hecho y de forma misteriosa se desconocen los nombres de los dos efectivos partícipes. El otro dato no menor, es que Ritondo admitió que se enteró de este hecho casi una semana después. “Cuando nos enteramos nosotros ya habían pasado días”, confesó el funcionario en conferencia de prensa en la Sala de Periodistas de Gobernación, una semana después de haber ocurrido la irrupción. Para agregar más color gris a la trama, trascendió que fueron dos empleadas de limpieza quienes observaron a los dos efectivos y que, después de días, mediante rumores, las autoridades tomaron conocimiento del hecho. Robos a intendentes, ingresos nocturnos al despacho de Vidal, irrupción extraña a la casa del Ministro de Gobierno cargados de “mensajes” de intimidaciones no son hechos aislados que tienen que quedar como títulos noticiosos para los medios periodísticos. Tanto el Gobierno Provincial, como la Justicia tienen que esclarecer e informar el desarrollo de las investigaciones, sobre todo la cartera de Seguridad, porque en dos hechos (el robo a la casa de Garro y la irrupción al despacho de la Secretaria de la Gobernadora) fueron realizadas por policías en actividad. Bajarle el tono puede ser una estrategia para no generar temor y preocupación en funcionarios y la población bonaerense en general. Pero al mismo tiempo, deslizar que son “mensajes” de sectores de la Policía que están descontentos por las reformas que se llevan a cabo, contradicen un intento de transmitir tranquilidad. Es necesario esclarecer cada uno de estos hechos. El Gobierno Nacional tendría que postularse o empezar a coordinar acciones de seguridad para los funcionarios bonaerenses. ¿Para qué están los Servicios de Inteligencia? ¿Se está midiendo la gravedad real de que la gobernadora de Buenos Aires y sus funcionarios sufrieron extraños episodios? ¿Si son sectores oscuros de la Policía, Ritondo no está pudiendo gobernar a esta fuerza? Interrogantes en el aire.

Bajo este marco, surgen también distintos análisis y advertencias de expertos en lo que respecta a la seguridad bonaerense. Hay quiénes alertan que si los sectores oscuros de la Policía quieren dejarle un “mensaje” a algún gobernador operan con el miedo de “plantar muertes” que cimenten el temor de la población y que exploten en los medios periodísticos. Con o sin esa relación, es importante señalar que para lamentaciones de varias familias bonaerenses los “secuestros exprés” que terminan con la muerte de algún ciudadano crecen y crecen en todo el territorio provincial. Los desafíos están sobre el camino, la política de seguridad tiene que mostrar resultados a corto, mediano y largo plazo. Una oscura y densa humareda empieza a impregnar la atmósfera bonaerense. “Mensajes”, intimidaciones, robos, asaltados a funcionarios e intendentes, “secuestros exprés” y muerte a varios bonaerenses: el eje común, la seguridad nuevamente.-

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