jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº3680

Panorama Bonaerense | 17 oct 2016

Bitácoras bonaerenses

Piezas y movimientos sobre el tablero del Presupuesto 2017 de Vidal

El Endeudamiento nuevamente se transforma en el factor clave de las negociaciones. Vidal y la opción Randazzo. El peronismo y las chances de esmerilar al massismo. Posturas y gestos de cara al debate de la “Ley de leyes”.


El proyecto de Presupuesto 2017 fue enviado por la gobernadora María Eugenia Vidal para su tratamiento en la Legislatura. Como toda “Ley de leyes”, no está exceptuada de discusiones, polémicas, intereses y objetivos de cara a su debate y aprobación. En números, el texto sostiene que los gastos pensados para el año que viene serían de 522 mil millones de pesos, un 47 % más alto (168 mil millones de pesos más) respecto al Presupuesto 2016, que fue de 354 mil millones de pesos. En la batalla discursiva, de forma curiosa desde Gobernación informaron en gacetilla oficial que se incrementa en “un 26,4 % respecto al de 2016”, lo cual es un dato confuso, ya que se basaron sobre en el presupuesto ejecutado y no sobre el que se diagramó en la iniciativa del año pasado. Esa misma confusión se dio respecto al pedido de endeudamiento que solicitó la mandataria provincial. Oficialmente informaron que la deuda solicitada es de 59.950 millones de pesos. Sin embargo, a la hora de analizar el texto completo y sus anexos, se observa que, en realidad, el pedido de endeudamiento supera esa cifra y es de alrededor de 94 mil millones de pesos. Al sumar autorizaciones de endeudamiento para obras y programas sociales por 8 mil millones, Letras del Tesoro (deuda a corto plazo) por 1.500 millones de pesos y 12.900 millones para cubrir el déficit de la Caja de Jubilaciones, Subsidios y Pensiones del Personal del Banco de la Provincia de Buenos Aires, se obtiene esa cifra. Cuestiones de formas de información.

Con la polémica ya instalada, sobre todo en el endeudamiento, que algunos asesores opositores ya deslizaron que se trata de “deuda para pagar deuda” y que se está “creando una torre de deuda” que “va a ser un problema en 2019”, las negociaciones, charlas, reuniones y conjeturas sobre el tablero están a la orden del día. El tratamiento del Presupuesto 2016 estuvo marcado por las negociaciones trabadas entre el oficialismo de Cambiemos y el entonces FpV unido por el endeudamiento, que finalmente fue aprobado –recién en enero de este año– en 60 mil millones de pesos, de lo que fue un pedido de más de 100 mil millones de pesos. Las posturas diversas del FpV sobre el endeudamiento, tanto en el Senado como en Diputados, provocaron la disgregación de ese bloque en varios y los nuevos andares de un peronismo que apenas empezaba a asimilar la severa derrota que había sufrido en las elecciones del 2015. Este año, con un peronismo que empieza a mostrar fortaleza, pero que aún es preso de sus divisiones internas, el escenario comienza a cimentarse y en Calle 6 diagraman su estrategia. Objetivos en marcha.

El 2016, gracias al “pacto de gobernabilidad” que sellaron Vidal y Sergio Massa en diciembre de 2015, Cambiemos contaba con el apoyo de los legisladores del Frente Renovador en lo que se llamó el “co-gobierno” que, por estas horas, parece ser parte de un pasado romance que no duró ni un año. Ese pacto posibilitó que el massista Jorge Sarghini se consagrase como presidente de la Cámara de Diputados, bajo el acuerdo de una presidencia rotativa con Cambiemos. Manuel Mosca se quedó con la Vicepresidencia y espera su turno en diciembre para asumir el mando. Es ahí donde se posa el primer punto de rosca y negociación. Si el acuerdo sigue vigente, Mosca asumiría la presidencia y el massista Ramiro Gutiérrez sería el nuevo vicepresidente. Pero el romance político entre Vidal y Massa ya no está en sus mejores momentos; de hecho, el Frente Renovador bonaerense ha desplegado con más fuerza en los últimos meses severas críticas contra la administración provincial, sobre todo en un tema sensible como es la inseguridad. Hace un año, desde el sector de Emilio Monzó trinaron ante el acuerdo con Massa. “Le estamos regalando todo a quien nos va a enfrentar en 2017”, se quejaban. Deducciones que se caían de maduras en lo que sería el tablero electoral del año que viene. Sin embargo, un poco más ávida en el arte de la política, Vidal ahora parece querer jugar a fondo y, al menos, tantear el terreno para romper definitivamente con el massismo y gestar un acuerdo con parte del peronismo. La jugada arriesgada.

Son varios los indicios que indican que Cambiemos apunta a correr al massismo de la escena. En primer lugar, y de cara a las elecciones legislativas del 2017, en sus planes el oficialismo prefiere generar otro escenario de polarización con el FpV-PJ pos kirchnerista y “mejor si es con Cristina Fernández como candidata”. En ese plano, a ambos sectores les favorece generar una “mano a mano” electoral y para eso Massa es un escollo. En las relaciones de la diplomacia bonaerense de este 2016, es el Grupo Esmeralda, comandado por los intendentes Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Gabriel Katopodis (San Martín), el que prefirió mantener un perfil dialoguista con Vidal y poco crítico. Sin embargo, fue el Grupo Fénix, que lideran los jefes comunales Verónica Magario (La Matanza) y Gustavo Menéndez (Merlo), mucho más crítico hacia Calle 6, el que mantuvo un cónclave en el que se empezaron a poner las cartas sobre la mesa de negociaciones del Presupuesto 2017. Los primeros días de octubre, el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, junto al ministro de Gobierno bonaerense, Federico Salvai (mano derecha de Vidal), y el subsecretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell, concretaron un asado con alto voltaje político con los intendentes Fénix como Magario, Menéndez, Ariel Sujarchuk (Escobar), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Santiago Maggiotti (Navarro), Juan Ustarroz (Mercedes), Francisco Echaren (Castelli) y Ricardo Curuchet (Marcos Paz). En un hábil movimiento, Peña y los “vidalistas” pusieron una oferta tentadora sobre la mesa: les ofrecieron la Vicepresidencia de la Cámara de Diputados a cambio de apoyo en el endeudamiento que pidió Vidal en el Presupuesto. El primer movimiento sobre el tablero.

La jugada generó revuelo en todos los sectores del FpV-PJ. El Grupo Esmeralda miró con atención esos movimientos, pero fueron los intendentes más kirchneristas quienes mostraron su molestia por un posible acuerdo. Durante un encuentro en el Senado bonaerense para analizar el Presupuesto, Jorge Ferraresi, jefe comunal de Avellaneda, le reprochó a Magario la intención de acordar con Cambiemos y hasta deslizó que “parecen más dialoguistas que los Esmeralda”. El intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi, otro kirchnerista, también cuestionó esa posibilidad. Sin embargo, la idea no cayó del todo mal, la idea de “esmerilar a Massa” es algo que más de un intendente o legislador de las variadas bancadas del FpV-PJ estaría dispuesto a plasmar. Obviamente, la noticia no cayó para nada bien en los oídos del massismo quienes, furiosos, ya avisaron que de no lograr ellos quedarse con la Vicepresidencia de Diputados, frenarían la aprobación del endeudamiento. En sus cálculos primarios especulan que pueden llegar a contar con el apoyo del bloque FpV-PJ con 13 diputados y con los 6 del bloque Peronismo para la Victoria-FpV, que dirige Fernando “Chino” Navarro. Cabe destacar que esos bloques, junto al Grupo Esmeralda, sueñan con el liderazgo y la candidatura de Florencio Randazzo. Conjeturas sobre el movimiento de Cambiemos.

Si se trata de rosca, acuerdos y movimientos sobre el tablero, “Floro” sabe jugar muy bien ese juego. Esta semana que pasó Randazzo cenó con Salvai y el tema de charla central fue el Presupuesto 2017. Desde el entorno del chivilcoyano dejaron trascender que Randazzo podría oficiar como mediador para “juntar al peronismo” y así aprobar el Presupuesto y Endeudamiento para que los intendentes “no se queden sin la herramienta fundamental”. Dentro de la estrategia de esmerilar a Massa, en Calle 6 apuestan por ese sendero. En los papeles, el ministro del Interior y Trasporte de CFK, despierta simpatías con los bloques del FpV-PJ y Peronismo para la Victoria-FpV en Diputados, y con el Bloque Peronista en el Senado. Sin embargo, los otros bloques del FpV y el PJ no están alienados en su órbita, como tampoco los intendentes del Grupo Fénix o quienes responden al Instituto Patria, que comanda Cristina. Muchos intendentes descartan que Randazzo pueda ser la figura de negociación con Vidal para cualquier camino, aunque los Esmeralda se ilusionan y sueñen que al menos los Fénix puedan aceptarlo como conductor. De hecho, Randazzo ya mandó a decir a varios de sus soldados que va a jugar en 2017 y que está dispuesto a enfrentar en una PASO a Daniel Scioli, incluso a Cristina, si es que finalmente se erige en candidata. La interrogante recae en que si Florencio querrá y podrá ser el “garante de la gobernabilidad” de Vidal, papel que hasta hoy lo ejercía Massa. La jugada de Randazzo.

De todos modos, en los detalles el peronismo en su conjunto analizará el endeudamiento, el punto más polémico del Presupuesto 2017. Walter Abarca, titular del bloque FpV-PJ adelantó su postura en declaraciones al programa Superlógico que se emite por FM Keops 90.1 de La Plata. En relación a los recursos de endeudamiento que se podrían transferir a los municipios, expresó: “Nosotros vamos a pedir que esos fondos se mantengan pero, además, vamos a pedir que tengan cierta regularidad y que tengan compromiso cierto porque, por ejemplo, el fondo de seguridad, que el acuerdo parlamentario había decidido que fuese libre de disponibilidad para los municipios, después (el ministro de Seguridad, Cristian) Ritondo es quien dispone si lo tiene que gastar en cámaras de seguridad, en luz o cómo lo tiene que gastar”. El debate está puesto en marcha, los movimientos sobre el tablero también. ¿Vidal se animará a romper con Massa y a acordar con el peronismo? ¿El Grupo Fénix, crítico a la administración de “Mariu”, aceptará la Vicepresidencia de Diputados a cambio de apoyar el Endeudamiento? ¿Randazzo irrumpirá en el escenario como gestor de un enlace con Calle 6 con chances de aglutinar al peronismo? Todos interrogantes que en las próximas semanas tendrán sus respectivas respuestas.

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