sábado 04 de mayo de 2024 - Edición Nº3696

Panorama Bonaerense | 21 nov 2016

Bitácoras bonaerenses

Endeudamiento: La necesidad de Vidal, la unidad del peronismo y el “efecto” Trump

Asoma fin de año y las negociaciones sobre el Presupuesto 2017 aún focalizan su pulseada en el monto de deuda que solicita la Gobernadora. Las posiciones del massismo y el peronismo. Cómo juega el cambio de presidencia en los Estados Unidos.


Los ojos de las discusiones y negociaciones se posan sobre el Presupuesto que la gobernadora María Eugenia Vidal necesita para el año que viene. Sin embargo, sobre la tradicional disputa de la llamada “Ley de leyes”, desde la llegada de Cambiemos a la administración bonaerense el punto nodal, de tensión y polémico, es el pedido de endeudamiento. No es que Vidal y su gobierno hayan inaugurado esos pedidos; de hecho, los gobiernos bonaerenses anteriores tuvieron su propio endeudamiento. Es el elevado monto que pide la Gobernadora lo que genera resistencia, críticas y diferencias entre los diversos espacios de la política provincial. Se trata de más de 90 mil millones de pesos, en el que incluso existen pedidos de deuda en dólares. La polémica.

Durante el tratamiento del Presupuesto 2016, que terminó aprobándose recién en enero de este año, la polémica también se posó sobre el primer pedido de Endeudamiento de Vidal, que superaba los 100 mil millones de pesos. En ese primer duro desafío la Gobernadora, sumergida en un escenario de victoria en las elecciones de octubre de 2015 y con un FpV-PJ que empezaba a resquebrajarse, aunque tras arduas negociaciones, logró tener su aprobación para endeudarse, pero sobre un monto de 60 mil millones de pesos, con el agregado de que unos 7.000 millones –de esos 60 mil– constituyeron un “Fondo para Infraestructura Municipal”, enviado a los distritos en base al Coeficiente Único de Distribución. Tras esa negociación, el escenario presentó al Frente Renovador de Sergio Massa como el “garante” de la gobernabilidad de Vidal, a un FpV-PJ dividido en varios bloques tanto en Senado como en Diputados, y a una administración bonaerense con permiso para endeudarse, aunque con un monto muy inferior al pretendido. Antecedentes cercanos.

Pasó casi un año de la asunción de Vidal, las necesidades nuevamente se posan sobre el Endeudamiento, sobre todo en los objetivos de Gobernación para generar grandes obras en un año electoral como el 2017. El tablero de fichas que manejan en Calle 6 es similar al del año pasado. El Frente Renovador vuelve a ser esa oposición suave, que muchas veces bordeó un cuasi oficialismo, cimentado en esa lógica massista de la “ancha avenida del medio”. Pero el apoyo del massismo en el recinto no le es suficiente a Vidal para tener aprobado su Presupuesto 2017, con el Endeudamiento mencionado, sobre todo en la convulsionada Cámara de Diputados. El peronismo, aún nucleado formalmente en el FpV-PJ, intenta y muestra destellos de unidad, luego de un año de asimilación traumática de haber sufrido y conocido la derrota en la Provincia, tras casi 30 años de hegemonía. En sus variantes de bloques legislativos y los espacios de intendentes (Grupos Fenix, Esmeralda, Establo y Patria), realizan cumbres como la de Lobos, donde hay un factor de unidad coyuntural: el Endeudamiento. El objetivo común.

Desde ese peronismo unido por estos días dejaron en claro que el monto de Endeudamiento que solicitó Vidal es “excesivo”; algunos hasta lo calificaron de “monstruoso”. El peronismo es conciente de que Calle 6 necesita sí o sí sus votos para obtener la ley y este año están dispuestos a “hacerlo valer”. Desde Lobos, hasta las varias reuniones que confluyeron en la Legislatura, se postularon en contra del monto de ese Endeudamiento y, también, en un pedido claro para generar un Fondo de Infraestructura. Aunque aún no pusieron sobre la mesa un monto piso o techo, ya avisaron que esos más de 90 mil millones “no serán aprobados”. El massismo, preso de su alianza con Cambiemos, intenta ubicarse en una posición medida y, en una reciente conferencia de prensa, ratificaron sus pedidos en algunos puntos del Presupuesto, al tiempo que avisaron que su techo de endeudamiento es de “60 mil millones”. Las posturas y negociaciones.

Por si fuera poco, dentro del terreno de negociaciones bonaerenses, un factor internacional se metió de lleno a la discusión sobre Endeudamiento. El triunfo del magnate Donald Trump –quien a partir de enero de 2017 será el próximo presidente de los Estados Unidos de Norteamérica–, se presenta como un nuevo escenario para tomar en cuenta desde la Provincia. Es que, según viene anunciando el estadounidense, el país del norte realizará severos cambios en sus políticas económicas y esto afectará a los mercados y bancos internacionales. La mayoría de las colocaciones de deuda que vienen realizando desde el Gobierno bonaerense y del nacional fueron en el mercado de Wall Street, en EE UU. Algunos analistas destacan que esa deuda es en dólares y, dato no menor, el país norteamericano ha variado sustancialmente la tasa de interés. Sumado a esas variables, la llegada de Trump anticipa que puede haber un corrimiento de los créditos internacionales y un “cambio en las reglas de juego”. El temor de varios economistas y legisladores de la oposición es que la pedido de Endeudamiento de Vidal fue diagramado y presentado con una tasa de interés del momento, y que con las nuevas medidas que está anunciado Trump va a ser distinta y más alta. En ese sentido, las proyecciones indican que los pagos de esa deuda tomada pueden ser más amplios en el monto y en el tiempo. El efecto Trump en la Provincia.

Legisladores de Cambiemos también advierten que puede haber un cambio de reglas con la nueva presidencia en Estados Unidos y que puede presentarse un suba de tasas, que sería anunciado por la Reserva Federal, y que a su vez “va a impactar directamente en las economías del mundo”. Sin embargo, sostienen que desde hace más de veinte años la Provincia “no puede afrontar todos sus gastos”. El dilema para justificar el pedido de endeudamiento se tornó más complicado para Vidal y su tropa legislativa. Si bien el ministro de Economía, Hernán Lacunza, intentó en varias oportunidades defender el pedido de deuda como “una posibilidad de suavizar los vaivenes de la normalización de la economía y evitar un ajuste feroz”, en la actualidad esa palabra, “ajuste”, no parece ser suficiente para convencer a la oposición, sobre todo en el peronismo, de dar vía libre a encarar otro camino de endeudamiento que viene, además, con un cambio de reglas, de la mano de Donald Trump.

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