viernes 10 de mayo de 2024 - Edición Nº3702

Panorama Bonaerense | 1 may 2017

Bitácoras bonaerenses

¿Se viene la “Gran PASO” del peronismo versión 2017?

Randazzo ya muestra su armado y sus mensajes para jugar en el tablero electoral. Desde el kirchnerismo y el Grupo Fénix apuestan por la “unidad”, y a tratar de evitar las internas. El rol de Insaurralde.


El peronismo se empezó a mover, el peronismo comenzó a hacer ruido, el peronismo se puso en el centro de la escena. Con la cercanía de las definiciones del tablero electoral, los actores que aún se aglutinan en el FpV-PJ van mostrando las señales más claras. Las definiciones de Cambiemos, con las declinaciones de las candidaturas de Elisa Carrió y Jorge Macri, más los posicionamientos de Esteban Bullrich y Facundo Manes, aceleraron los tiempos de definiciones. Prácticamente la campaña ya comenzó. Las trompetas del anuncio.

“Randazzo ya es candidato”, repiten emocionados varios legisladores bonaerenses proto-randazzistas, que esperaron varios meses una señal clara del chivilcoyano. Aunque desde el entorno de Florencio Randazzo, repiten por las dudas: “Hasta que Florencio no diga que es candidato, nada está dicho”. Sin embargo, la política se base en gestos y señales, y el ex ministro de Cristina Fernández de Kirchner dio muchas señales esta semana que pasó. Entre el martes y el miércoles, Randazzo tuvo su actividad política más fuerte. El 25 de abril, en sus oficinas de San Telmo se juntó con parte de los intendentes del Grupo Esmeralda que le responden y con dirigentes del Movimiento Evita y referentes del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA). De allí volvió a surgir el pedido de “reglas claras” para disputar las PASO dentro del FpV-PJ, la postura de que “la necesaria unidad del peronismo para enfrentar al modelo económico de Mauricio Macri solo puede construirse a través de la realización de las PASO”. Además, envalentonados, convocaron “a todos, dentro y fuera del peronismo a ser partícipes de una propuesta superadora que defienda el interés del conjunto de la población especialmente de los más humildes”. Además, de ese cónclave se anunció –tal como anticipó ANDigital– el inicio de búsqueda de avales para convalidad la candidatura de Randazzo. El armado y las primeras fichas.

Los primeros preceptos del randazzismo fueron reconfirmados en la cumbre que se desarrolló en el Hotel NH. Allí Randazzo congregó a intendentes y legisladores que ya estaban enrolados en su tropa, pese a que no tenían certezas de sus decisiones. No hubo nombres sorpresa entre los asistentes. Por el contrario, la irrupción de Florencio mostró que el tan mencionado Grupo Esmeralda tiene sendas diferencias en cómo encarar el tramo electoral dentro del peronismo. De sus integrantes, los alcaldes Gabriel Katopodis (San Martín), Juan Zabaleta (Hurlingham) y Eduardo “Bali” Bucca (Bolívar) se mostraron en los encuentros junto a Randazzo. Los dos primeros representan un importante poder territorial, comandan distritos del Conurbano. Del tercero, su influencia territorial es mínima. La ausencia de los otros Esmeralda, Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Fernando Gray (Esteban Echeverría) es un mensaje de suma importancia. De todos modos, más allá de los abismos de influencia electoral con los alcaldes del Conurbano Sur, el randazzismo resaltó la asistencia de los intendentes de la 6ta Sección del FpV-PJ. La configuración de la correlación de fuerzas.

Desde el otro lado del sendero peronista, La Cámpora y el Grupo Fénix tienen otra concepción acerca de cuál es el camino siguiente a tomar. “Hay que evitar una interna sangrienta, ya tenemos la experiencia del 2015”, afirmó un alcalde a modo de reflexión. En búsqueda de mensajes diplomáticas, el mismo martes 25, en la casa de Juan Cabandié, Máximo Kirchner encabezó un asado junto a los Fénix Verónica Magario (La Matanza), Gustavo Menéndez (Merlo), Leo Nardini (Malvinas Argentinas), Ariel Sujarchuk (Escobar), Walter Festa (Moreno), Juan Ustarroz (Mercedes); los kirchneristas duros como Mario Secco (Ensenada) y Jorge Ferraresi (Avellaneda), más el referente de La Cámpora, Eduardo “Wado" de Pedro, y el presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza. Los comensales destacados fueron Martín Insaurralde y Juan Pablo De Jesús (Partido de la Costa), miembros, ambos, del Grupo Esmeralda. El 90 por ciento, distritos grandes del Conurbano. El motivo del encuentro, también apuntar por la “unidad” del peronismo, pero sin grandes sobresaltos. La configuración de la correlación de fuerzas.

Pero en la rosca que comenzó a gestar el peronismo, prima la idea “todos comen con todos”, más allá de la separación de los espacios internos. Es así que Insaurralde, quien tuvo un papel preponderante en las negociaciones por el Presupuesto 2017 de María Eugenia Vidal, también almorzó con Randazzo el miércoles pasado. El lomense se muestra más cauto a la hora de las definiciones y más allá de siempre hacer su juego, intenta mostrar el equilibrio entre las posiciones que hoy separan al peronismo. No reniega de Cristina, como tampoco desconoce el caudal electoral que aún conserva. Tampoco ubica a Randazzo como el líder de la “renovación”, pero no lo descarta. Es que en la tercera sección electoral bonaerense hay una realidad que es muy fuerte y son reflejadas por las recorridas que tienen los alcaldes: “La gente pide por Cristina”, sostiene un alcalde de ese territorio. Pero en las últimas semanas se conjeturó con la posibilidad de que CFK no sea candidata. Allí, el camino se muestra despejado para los otros candidatos. Es por eso que Daniel Scioli aceleró sus recorridas por distintos distritos de la Provincia, aunque desde su entorno aseguran que “aún no es candidato”. Asimismo, irrumpe con más fuerza el nombre de Magario para componer la lista. Los movimientos internos.

“El enemigo es Macri”, afirmó Randazzo en los videos que se filtraron de la cumbre del NH. La arenga del chivilcoyano es un pensamiento general dentro del amplio universo del FpV-PJ. “El gobierno tiene un plan organizado: o compra al peronismo o lo destruye. No hay otro plan. Tanto Macri como Vidal, ese es su objetivo”, alertó Insaurralde, por su lado. Son aristas que coinciden en el enfoque de todo el peronismo. Saben cuál es el objetivo común, algunos hasta sostiene que “se aprendió algo de la dura derrota del 2015”. Pero a la hora de las candidaturas, el armado de listas y los nombres en juego es donde las diferencias se acrecientan. Los fantasmas del 2015 aún rondan en la cabeza de más de uno. Allí la interna en las PASO para la gobernación bonaerense que protagonizaron las fórmulas Aníbal Fernández-Martín Sabbatella contra Julián Domínguez-Fernando Espinoza, fueron tan sangrientas y llenas de operaciones entre sí, que terminó siendo perjudicial para el propio peronismo que en las generales fue devorado por el “huracán Vidal”. “Ahora tenemos madurez, además ya no somos poder”, esboza un senador bonaerense ante estas advertencias. El clima por ahora es de relativa paz en la tropa peronista, es fácil, aún las candidaturas no están lanzadas en la formalidad y la diplomacia blanda siempre es la primera en hacer su aparición. Por ahora, los dilemas están en las “garantías” que pide el randazzismo para poder competir en las PASO del FpV-PJ. Desde el Partido Justicialista afirman que “las PASO son una ley” y que las garantías están dadas. Además, recuerdan que el PJ modificó el número de sus apoderados a nueve integrantes “para disipar dudas” acerca de la hegemonía de la lapicera. En una especie de retruco, el randazzismo desliza que esa estructura es para el PJ y “no” para el FpV, dato no menor. La letra chica.

Si la expresidenta no es candidata, no se plasmaría esa gran PASO Cristina-Randazzo que muchas veces soñó el chivilcoyano. Sin CFK los perfilados son Randazzo, Scioli y Magario. Hay quienes afirman y también fantasean que “una fórmula perfecta” para el tramo de Senadores Nacionales sería “Randazzo-Magario” y “Scioli Diputado”. Sin embargo, viejos randazzistas afirman que el chivilcoyano “tiene un encono especial” con Scioli y que “no aceptaría” esas fórmulas. Algunos sostienen que Randazzo “se quiere sacar las ganas” de las PASO presidenciales que no hubo en el 2015 y tener su mano a mano con Scioli. Son probabilidades de un peronismo que se empieza a mover y de un peronismo que comienza a pisar un nuevo escenario de reordenamiento. ¿Este 2017, habrá una “Gran PASO” en el FpV-PJ que no sea sangrienta como la del 2015? ¿Los jugadores están dispuestos a hacer valer el viejo axioma peronismo “el que gana conduce, el que pierde acompaña”?

Mientras tanto, en varios despachos de la alta política bonaerense, afirman: “Cristina y Randazzo hablan”.

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