viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3688

Panorama Bonaerense | 17 sep 2017

Bitácoras bonaerenses

El duelo de bastiones que se viene

Arranca la campaña hacia octubre, ya no hay tiempo para errores o especulaciones. El camino de las definiciones avisa que ningún espacio tiene regalado nada. Los primeros pasos de CFK y Vidal con sus candidatos.


La campaña electoral está en marcha, ese gran segundo tiempo que definirá quién es el ganador de esta elección legislativa que, más allá de su importancia, adquirió una gran connotación de la mano del hiper-protagonismo de Cristina Fernández de Kirchner. La candidata a senadora nacional por Unidad Ciudadana rompió un molde en el cual estuvo encerrada por muchos años dentro de la política argentina: dio una extensa entrevista a un portal de noticias que claramente tiene un perfil de rotunda oposición hacia su figura. Todas las miradas se posaron a la nota que dio en exclusiva para Infobae, en la que no se privó de hablar de ningún tema que el periodista Luis Novaresio apuntó. Más allá de las respuestas –que puedan haber gustado o no al público, dividido por las fronteras de la denominada grieta–, CFK no esquivó ninguna pregunta. El movimiento sobre el tablero tuvo el primer gran efecto esperado, reafirmar por completo la centralidad que tiene la expresidenta en este tramo electoral. También cimentó las bases para un escenario a largo plazo, superior a las elecciones del 22 de octubre, porque ya existen declaraciones en cuanto a temas que antes no se le conocía la palabra. El escenario a futuro.

Pero la entrevista también dejó efectos en el corto plazo, en la campaña que arranca y en los comicios legislativos. El primer paso fue la Carta Abierta que escribió Cristina en la que –entre otras cosas– convocó a la “unidad de la oposición” y el voto a Unidad Ciudadana para “frenar del ajuste” del gobierno de Mauricio Macri. Como cada paso que dio Cristina en esta elección provocó largas filas de los otros candidatos para salir a responderle: Sergio Massa, Margarita Stolbizer, Florencio Randazzo y, hasta curiosamente, la candidata oficialista Graciela Ocaña, salieron a rechazar la invitación de CFK a la oposición. Desde el cada vez más debilitado Frente Cumplir, fiel a su estilo personalista y con una nueva carga de soberbia, Randazzo respondió con otra Carta Abierta dirigida a la expresidenta. En pocas palabras, el chivilcoyano apeló a seguir hablando de las PASO que no fueron, al cierre de listas y al mecanismo de seguir “hablando como un despechado”, actitud que fue muy criticado por los intendentes que aún dicen responderle. En pocas palabras, Randazzo le echó la culpa a Cristina de que la oposición esté fragmentada. El dato, es al mismo tiempo que Randazzo le respondía a Cristina en primera persona y tuteándola, dos importantes dirigentes de la CGT que apoyaron su candidatura (Héctor Daer y Antonio Caló) avisaban que había que apoyar a Unidad Ciudadana. Días después, en la entrevista, Cristina dijo que la carta no era para los dirigentes políticos, sino para los votantes, para el electorado. Es allí donde la jugada de Cristina tuvo un gran efecto. Si bien la carta difundida por las redes sociales tiene una importante llegada, la repercusión fue más dentro del público informado, esa parte de la sociedad politizada. Pero la ansiedad de protagonismo de todo el arco político-electoral y sus respuestas de rechazo –pese a que la carta no fue dirigida a ellos– hizo que la llegada y los efectos de la Carta Abierta hayan sido mucho mayores en su conjunto. La jugada sobre el tablero.

En general, los analistas sostienen que la entrevista que dio Cristina tuvo efectos positivos. El debate es que si suma o no votos de cara al 22 de octubre. Por ahora, lo concreto es que Cristina tomó la iniciativa necesaria para intentar superar un escenario adverso de cara a los comicios, pese a haber ganado las PASO. No será la única entrevista que se conozca de la expresidenta, según se informó existirán al menos dos más en televisión y en radio. La necesidad de no quedar enfrascada en ese “techo” electoral que obtuvo en las Primarias, hace que el cambio que Cristina mostró desde el acto en el Estadio de Arsenal de Sarandi se vaya acentuando al ritmo de la campaña. Como ya se adelantó en columnas anteriores, Unidad Ciudadana apelará a darle más visibilidad a los intendentes, así como a Jorge Taiana. Eso ya está ocurriendo, si bien este espacio está lejos de volver a usar la liturgia peronista y los actos cargados con esa impronta. Surge la mezcla entre la comunicación PRO de escenario 360 grados y los bombos peronistas con mucha militancia. Cristina y ahora Jorge Taiana, hablan desde un escenario con una pasarela especial para ellos, pero con el resto de los candidatos e intendentes atrás. Los actos son más masivos y ahora, como anticipó Arsenal, prima la bandera argentina. “Es necesario deponer diferencias”, dijo CFK durante su acto en Florencio Varela. “Se viene después de las elecciones de octubre el gran ajuste”, volvió a alertar. Dos conceptos que Unidad Ciudadana hará hincapié en esta campaña. Pero en los planes reales, en esos que favorecen al escenario más viable, la fuerza de trabajo electoral es apuntar a fortalecer más el voto en los bastiones propios que demostraron las PASO en sus resultados. La poderosa tercera sección sobre todo, así como la primera, serán los lugares donde se buscará sacarle el jugo a las preferencias que hay por Cristina en esos territorios. Si bien también se apuntará a rascar votos del interior o de ciudades claves como La Plata o Mar del Plata, la polarización electoral hace que los planos apunten hacia fortalecer el bastión. El armado electoral.

Desde el otro lado del campo, María Eugenia Vidal y sus candidatos tienen la misma sensación. La medición de fuerzas es pareja y nadie asegura que el efecto polarización termine inclinando la balanza en favor de Esteban Bullrich. Contrario a la previa a las PASO, Vidal salió de la escena de campaña y dejó que el exministro de Educación de la Nación camine solo y casi en silencio por algunos territorios provinciales. Las opciones están sobre la mesa y la necesidad de que el candidato le suelte la mano a Vidal y tenga algo más de autonomía aprieta en este escenario electoral. Cristina dio las sorpresas con la entrevista o con otros cambios que está mostrando. En muchas mentes surge, incluso, la posibilidad de que se concrete un debate entre todos los candidatos a senadores y, para esa batalla, Bullrich tiene que llegar, al menos, seguro de sí mismo. La ayuda, el empuje y la centralidad de Vidal también serán protagonistas. Con el inicio formal de la campaña la gobernadora encabezó este fin de semana el clásico “timbreo” y eligió Mar del Plata para comenzar a caminar en este tramo. Antes, el viernes en San Isidro, encabezó, junto a su jefe de Gabinete, Federico Salvai, un nuevo Foro de Intendentes de CambiemosFederico Salvai, un nuevo Foro de Intendentes de Cambiemos. Mariu fue clara y contundente en su alocución. “Van a escuchar muchas encuestas de acá al día de la elección (…) Para mí la única encuesta que vale es la PASO, eso significa que nos faltan veinte mil votos para ganar”, dijo, en tono serio, la gobernadora. Hay dos datos interesantes que se desprenden de las palabras de Vidal. El primero es la aceptación táctica de que perdieron en las PASO, una arenga dirigida a los alcaldes quienes serán los encargados de llevar la campaña adelante en sus distritos. La segunda es que la conciencia de que será una batalla difícil y pedir ganar por más de veinte mil votos significa ganar, pero por una diferencia ajustada. La frialdad sobre el cálculo.

“Sabemos que estamos 20 mil votos abajo, por eso hay que trabajar”, dijo desde San Isidro Salvai, a modo de resumen de los diagramas del oficialismo. Las cartas no están echadas y surgirá una pelea voto a voto entre Cambiemos y Unidad Ciudadana. Es por eso que, de forma similar a Cristina, Vidal instruyó a los intendentes y candidatos a fortalecer el voto en los bastione propios, en este caso el interior bonaerense. También en las obras, caballito de batalla de la gobernadora, y en los “resultados” de la economía que se empiezan a sentir de forma tangible. La opción de succionarle votos a Massa, Randazzo, al Frente de Izquierda o al voto en blanco, están en mayor o menor medida en ambos contendientes, pero para comenzar el trayecto a octubre, en un escenario volátil y con una alta carga de voto cautivo, Unidad Ciudadana y Cambiemos se concentrarán en conservar el voto en sus bastiones e intentar agigantar aún más la diferencia que obtuvieron en las PASO.

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