Vidal, Cambiemos y los movimientos de la Legislatura para el 2018

Se acera una nueva Asamblea de Apertura de Sesiones Ordinarias que encabezará la gobernadora María Eugenia Vidal en la Legislatura bonaerense. Como todos los años, el discurso de la mandataria marcará el pulso del Parlamento provincial y, sobre todo, los proyectos que Cambiemos intentará llevar adelante en las dos Cámaras. El jueves 1º de marzo, a las 18 horas, Vidal hablará ante diputados y senadores para presentar un repaso de su gestión en el 2017 y mostrar las leyes que dejará sujeta a debate. A diferencia del año pasado, se presume que este 2018 la Legislatura tendrá más movimientos y sesionará en mayor cantidad. La llegada de nuevos legisladores y con la impronta de Cambiemos de darle mayor vuelo a sus diputados y senadores, así como resaltar un poco más su perfil, serán parte del escenario. Aunque, según pudo saber ANDigital, la Gobernadora les pidió “mantener una Legislatura sin sobresaltos”. Dato no menor, este año cuenta con un suceso que atrae la atención de una enorme porción de la sociedad y que seguramente dejará la política en segundo plano. El Mundial de Rusia, como en cualquier año en que se desarrolla este evento internacional, concentra la atención de medios periodísticos y la sociedad en su conjunto. El año y sus particularidades.

Más allá de ese escenario, durante las dos últimas semanas la Gobernadora congregó en dos cónclaves en la Residencia de la Gobernación al bloque de Senadores y, luego, al de Diputados de Cambiemos para delinear la agenda 2018. Una nueva Ley de Obra Pública, la Reforma Judicial, la Reforma del Código Procesal Penal, la Reforma Política –nuevo sistema de votación electrónico, que se va ajustado a los planes que tienen en el Gobierno nacional–, son parte de los puntos de agenda que Vidal ordenó concentrar a su amplia tropa legislativa. El sendero para el oficialismo es propicio, pero también es necesario ajustar el tablero en las dos Cámaras legislativas. Cabe recordar que, en Diputados, Cambiemos cuenta con un bloque de 44 legisladores, a tan sólo tres de la mayoría simple. Con gran poder numérico en el recinto, el oficialismo no está atado a grandes acuerdos para poder aprobar leyes que envíe el Ejecutivo (como la del Pacto de Gobernabilidad que gestó Vidal con Sergio Massa para el 2016 y parte de 2017). Sin embargo, tampoco puede prescindir de acuerdos porque –como se sabe– esos números que le faltan pueden ser trascendentales para evitar sobresaltos. En ese plano, según pudo saber este portal, Cambiemos intentará asegurarse ese escenario sin sobresaltos y para eso avanzará en concretar los acuerdos con el bloque PJ-Unidad y Renovación (el autodenominado “Bloque de los Intendentes”) e intentar reflotar el acuerdo con el Frente Renovador de Sergio Massa, aunque –obviamente– con menos ofertas para el tigrense, producto de su caída en las elecciones del 2017. El encargado de solventar y asegurar estos acuerdos será Manuel Mosca, titular de la Cámara Baja, a quien Vidal y el jefe de Gabinete, Federico Salvai, encomendaron esa misión. Los movimientos sobre el tablero.

La prueba de ensayo que tuvo este esquema se dio en las dos sesiones extraordinarias que se desarrollaron a finales del 2017, y que impulsara el oficialismo de la mano de la asunción de los nuevos diputados y senadores. En ambas cámaras, los acuerdos cimentados le funcionaron a Cambiemos, sobre todo el que se gestó con el “Bloque de los Intendentes” en la Cámara Baja, que tuvo su prueba de fuego en la polémica aprobación de la suba de la edad jubilatoria para empleados del Banco Provincia. El precio no fue menor, Cambiemos aceptó que Marisol Merquel –fuertemente ligada al jefe comunal de Saavedra, Hugo Corvatta– fuera la Vicepresidenta de la Cámara de Diputados, como una condición para sellar el acuerdo. Dato no menor, lo que en su momento fue una intención del oficialismo, reformar el sistema interno de Diputados y eliminar el poder de la doble firma, según pudo saber ANDigital, esa aventura –por ahora– quedará postergada. En su análisis estratégico, el oficialismo optó por dejarla existir para brindar tranquila a la bancada PJ-Unidad y Renovación. La doble firma se queda.

Sin embargo, el peronismo siempre está envuelto en internas, duelos de cartel y negociaciones individuales. El llamado “Bloque de los intendentes” tiene sus complicaciones, no es una bancada que esté erguida para un solo liderazgo y los caciques son más en número que la tropa. Por ahora, el alcalde de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, es el interlocutor principal en las negociaciones con Mosca o Salvai, pero existen figuras fuertes como las de los otros intendentes o exjefes comunales que ahora son legisladores, caso del varelense Julio Pereyra (titular del bloque) y del paceño Carlos Urquiaga, además de los alcaldes Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Gustavo “Tano” Menéndez (Merlo), estos dos últimos mandamases del PJ bonaerense. Pese a todo, en los principales despachos legislativos de Cambiemos confían en que el “acuerdo se va a respetar”. Por el lado del convenio con el Frente Renovador, la intención del oficialismo es acercar posiciones con esa bancada de la mano de un nuevo pacto con Massa. El escenario es distinto a los dos años anteriores y el massismo también tiene sus propias contingencias intra-bloque, derivados de la mala elección que hizo el tigrense en 2017, la merma en la cantidad de diputados y los posteriores recelos internos. Por ahora, el bloque de Diputados se mantiene unido y responde al tigrense. En el Senado son apenas dos legisladores. Pero los duelos de cartel y algunas discrepancias no son buenos augurios para el massismo y su poder de negociación con el oficialismo. En general, en Calle 6 y en los principales despachos de la Legislatura, el oficialismo prefiere que estos dos bloques no se rompan ni sufran fugas. Cambiemos y la “oposición dialoguista”.

En cuanto a los bloques PJ-Kirchnerista y Convicción Peronista (de dos miembros cada uno), el primero conducido por el excéntrico José Ottavis y el segundo por la referente del Movimiento Evita Patricia “Colo” Cubría; desde Cambiemos resaltan el diálogo que se puede gestar con esas bancadas. Por el lado del monobloque del Frente de Izquierda (integrado por Guillermo Kane), las señales son más que claras y en el oficialismo saben que la política de ese espacio es la más combativa y de oposición a casi todas las leyes que se propongan desde el Ejecutivo. Las complicaciones y el escenario tenso seguramente vendrán de la mano de los bloques de Unidad Ciudadana, que conduce Florencia Saintout en Diputados, y María Teresa García en el Senado. Dos figuras fuertes dentro del kirchnerismo duro y que ya demostraron que apuntarán con todo hacia las políticas de Vidal. En Diputados, Unidad Ciudadana-PJ contaba con 23 miembros, pero en las últimas horas se conoció la fuga del diputado platense Guillermo Escudero, quien se referencia en el exintendente de La Plata Pablo Bruera. El exfuncionario municipal se acopló al “bloque de los Intendentes”. Pese a esta fuga, la bancada que conduce la exdecana de la Facultad de Periodismo de la UNLP, con los 22 legisladores sigue siendo el segundo bloque numérico en el recinto y hará valer su perfil de una oposición dura hacia Cambiemos. Desde los principales despachos del oficialismo saben cuál va a ser el escenario, pero con algo de optimismo apuestan a gestar también canales de diálogo con esa oposición más dura. Dentro de ese esquema, ronda la supervisión permanente de Salvai y la diplomacia política que ejerce Mosca en las negociaciones a nivel macro de la Cámara Baja. Quedó en el titular del bloque Cambiemos, Maximiliano Abad, el rol de negociador a nivel interno de Diputados. En el Senado, el vicegobernador Daniel Salvador y el titular del bloque de Cambiemos, Roberto Costa, ejercen sus roles. El escenario para comenzar a tratar las leyes está armado.