martes 19 de marzo de 2024 - Edición Nº3650

Panorama Bonaerense | 15 oct 2018

Bitácoras bonaerenses

El Presupuesto 2019 de Vidal y el surgimiento de un nuevo bloque peronista “dialoguista”

Días antes del ingreso a la Legislatura del proyecto para debatir la “Ley de leyes”, nació una nueva bancada integrada por Ottavis, Giaccone, Martínez y Cheppi. Desconfianza y recelos sobre el perfil “colaboracionista” de los legisladores.


Hermetismo, secreto, intriga, son algunos de los condimentos que rodean el proyecto de Presupuesto 2019 que María Eugenia Vidal tiene que presentar en la Legislatura bonaerense. Datos, pequeños, pero que circularon en la larga previa conducen a escuetos hilos conductores que serán trascendentales para el tratamiento de la “Ley de leyes”. Si bien el plazo constitucional bonaerense sostiene que el plazo para la presentación del texto es el 31 de agosto, la administración provincial apeló a la tradicional prórroga que optan los gobiernos de turno y el proyecto será enviado el 25 de octubre, vía Senado bonaerense. Otro dato que surgió, y que ya trae diversas polémicas, es el pedido de endeudamiento que la Gobernadora pedirá para afrontar el 2019. La deuda bonaerense fue un mecanismo que la gestión Vidal implementó como un plato principal de la “Ley de leyes”. Pero este año, con la crisis económica y la disparada del dólar, muchos ven con malos ojos un nuevo endeudamiento millonario para la Provincia. Según pudo saber ANDigital, las intenciones de la Gobernación son arrancar sobre la base de 60 mil millones de pesos de deuda. El ajuste también será parte de la discusión sobre el Presupuesto 2019. Es casi un hecho que, por segundo año consecutivo, Vidal pedirá a la Legislatura hacer un ajuste en sus cuentas. Dato no menor, para el 2018 la Gobernadora ordenó el año pasado un achique de 2.500 millones de pesos que quedó plasmado en el Presupuesto 2018. Para el del próximo año la mandataria hizo llegar el mensaje de que el ajuste para el Parlamento bonaerense rondará los 2.500 millones de pesos. Cabe recordar que el presupuesto de la Legislatura está fijado en el 1,2 por ciento de los gastos del Ejecutivo. El trazado de Gobernación es bajar al 1 por ciento. El monto final será fijado cuando sean conocidos los números finales de las erogaciones de la Provincia. Pequeños detalles de la “Ley de leyes”.

Pero no sólo de números, ajustes y deudas se conforma el proyecto de Presupuesto 2019. La rosca política, los aliados, los opositores duros, los “amigos”, los propios, son rasgos de los legisladores que al final, con su voto, tendrán que dar –o no– el visto bueno a los pedidos de Calle 6. Desde las altas esferas de la Gobernación bonaerense se muestran confiados a la hora del tratamiento legislativo de la “Ley de leyes”. Tranquilos, avisan que recurrirán a las alianzas que les funcionaron desde su llegada al poder en 2015. El Frente Renovador de Sergio Massa y el PJ-Unidad y Renovación (El “Bloque de los Intendentes”) que comandan Martín Insaurralde y otros alcaldes del Conurbano, son las fichas que hasta ahora movieron desde el vidalismo el jefe de Gabinete, Federico Salvai, y el presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca. Esa “oposición dialoguista” (para muchos “colaboracionista”) es la que, en los planes de la Gobernación, sea la que permita pasar el tránsito legislativo en base a los acuerdos que se gestaron a principios de año. Por si fuera poco, a menos de quince días del ingreso del proyecto del Presupuesto 2019, en Diputados se conformó un nuevo bloque legislativo del peronismo que, según muchos observadores, “tiene todos los rasgos” de convertirse en colaboracionista. Causalidades, más que casualidades.

La nueva bancada denominada Frente Amplio Justicialista es una conjunción de movimientos de tres bloques que hasta esta semana existieron. Los dos integrantes del ahora extinto Peronismo Kirchnerista, el mediático y polémico José Ottavis y Rocío Giaccone; más Alejandra Martínez, una de las integrantes de la bancada Convicción Peronista, y Juan Manuel Cheppi, del PJ-Unidad y Renovación, decidieron hacer este más que curioso movimiento en la previa al debate de la ley más importante del año para la Provincia. Dato no menor, Ottavis, Giaccone y Cheppi son exintegrantes de La Cámpora que, tras las derrotas del 2015, decidieron abrir su juego con un perfil más moderado. El caso de Ottavis es aún más particular, ya que deambuló por el mundo de espectáculo: estuvo de novio con la voluptuosa Vicky Xipolitakis, actuó en teatro junto a Moria Casán, hizo un reality show de su vida vía YouTube, desde donde simuló ingerir cocaína de una bandeja de plata, y terminó “renunciado a sus fueros” para presentarse a declarar ante el juez Claudio Bonadio en la Causa de los “Cuadernos K”. La juninense tiene un perfil muy distinto al de su compañero de tres bancadas. De corte seria e inteligente, muy preparada en las argumentaciones, decidió dejar de ser reacia con los medios periodísticos y comenzó a mostrar un perfil más elevado. Las malas voces en Diputados la acusan de colaborar “por lo bajo” con el vidalismo. Martínez -quien será presidenta del nuevo bloque– es de Mar del Plata, su perfil es moderado, aunque su fama creció cuando –en diciembre del 2018– fue una de las diputadas peronistas que decidió quedarse sentada en su banca y dio el quórum que necesitaba Cambiemos para aprobar la polémica reforma jubilatoria para empleados del Banco Provincia. Cheppi, también de perfil moderado, es hijo de Carlos Cheppi, titular del INTA, secretario de Agricultura y embajador en Venezuela durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. Su objetivo es poder armar y hacer pie en su distrito: Mar del Plata. Dato no menor, Patricia Cubría –la otra integrante de Convicción Peronista y referente del Movimiento Evita–, decidió no dar el salto. Según dijeron desde su entorno, es porque el Evita la próxima semana “conformará un bloque a nivel nacional” con otros movimientos sociales y “no sería adecuado adelantar cuestiones provinciales a las nacionales”. Movimientos sobre el tablero.

La aparición de ese nuevo bloque y su perfil sobre el tablero, hace que las ecuaciones sean más que favorables para Cambiemos. Desde la oposición más dura miran con desconfianza al Frente Amplio Justicialista y hasta algunos, con algo de malicia, los llaman el “kirchnerismo amarillo”. Los recelos recaen en las palabras que eligieron los cuatro “amplistas” para comunicar la novedad. “Venimos coincidiendo en un proceso de buscar consensos y entendiendo la necesidad de construir una alternativa”, afirman en su comunicado. Pero lo que generó más ruido en los pasillos, fueron estas palabras: “Si no proponemos una opción que trascienda la ambivalencia discursiva de la que es preso nuestro país hoy, seguiremos relegando a un segundo plano la discusión de los verdaderos problemas que viven los bonaerenses y los argentinos en general”. Lo llamativo, además, es que si bien hay críticas al Gobierno nacional de Mauricio Macri, en ningún punto del comunicado existen críticas u observaciones al gobierno de Vidal. En Gobernación, sutilmente y con una sonrisa cómplice, deslizan que hubo una mano en la conformación del Frente Amplio Justicialista. Bajo la lupa.

Bajo este escenario, el esquema de la Cámara de Diputados muestra a Cambiemos con 44 legisladores, Unidad Ciudadana con 22, Frente Renovador con 12, PJ-Unidad y Renovación con 7, Frente Amplio Justicialista con 4, Convicción Peronista 1, Integrar 1 y Frente de Izquierda 1. El oficialismo está a tan sólo tres votos de la mayoría simple con quórum propio. Si bien el massismo y el “Bloque de los Intendentes” fueron los principales aliados para que Cambiemos tuviera quórum en más de una oportunidad, y hasta votaron leyes que pidió Vidal, ahora Calle 6 cuenta con cuatro integrantes más que pueden ser vitales en un escenario donde el peronismo en general mire con detenimiento a los legisladores que colaboran con el oficialismo. Desde el Frente Renovador anticiparon que no van a aprobar “nada a libro cerrado” y están sujetos a la postura que tiene Sergio Massa a nivel nacional. El PJ-Unidad y Renovación quedó muy expuesto en votaciones pasadas y la cercanía del año electoral hace que más de un legislador de ese espacio piense dos veces antes de colaborar con Cambiemos. Por eso, las miradas en la Cámara Baja apuntan al nuevo bloque de Ottavis, Giaccone, Martínez y Cheppi.

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