sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº3682

Panorama Bonaerense | 3 feb 2019

Bitácoras bonaerenses

Vidal y el fracaso de desdoblar elecciones: osadía rebelde o simulación sincronizada

¿Por qué la gobernadora se aventuró a llevar adelante este plan? ¿Hubo presiones fuertes de la Casa Rosada? Los factores económicos y políticos, de lo que fue la novela política del verano.


El anuncio nadie lo esperaba, nadie lo vio llegar. El plan parecía andar sobre cuatro ruedas, las variables estaban controladas, así como los efectos sobre el tablero político. Pero todo se derrumbó, de forma anticipada. Para sorpresa de todos, el martes 29 de enero, la gobernadora, María Eugenia Vidal, anunció dejar de lado la idea de adelantar las elecciones bonaerenses y acoplarse a la fecha en la que Mauricio Macri se jugará la reelección. La decisión anticipada generó diversas especulaciones, sobre todo porque el día anterior desde la gobernación confirmaron que Vidal iba a tomar su decisión los primeros días de marzo y hasta deslizaron que la Casa Rosada había habilitado el análisis serio de esa idea. ¿Por qué Vidal adelantó su decisión? Misterios de la política 2019.

Desde septiembre del 2018 comenzó a tomar forma la idea de adelantar las elecciones bonaerenses. En principio, el titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, junto a otros intendentes le propusieron a Vidal analizar la idea. En principio, la gobernadora no puso sobre sus notas ese plan. Pero a medida que la variable del ajuste de Nación -exigida por el FMI- se perfilaba a ser absorbida por la Provincia, en base a una maniobra del poderoso jefe de Gabinete de Nación Marcos Peña, en conjunción con el superministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; el plan tomó más relevancia, de la mano de las encuestas que mostraban desde hace meses que la imagen de Macri perjudica a la de la gobernadora. No es casual que por octubre del año pasado, desde la gobernación hicieron trascender el malestar de Vidal con La Rosada por ser la “variable del ajuste” (la Provincia se hizo cargo de subsidios en luz, transporte y agua) y el sentimiento de “destrato por los suyos”, como parte de la feroz interna subterránea que mantiene con Peña desde hace años. De hecho, dos meses antes, Vidal molesta con algunas malas señales de Balcarce 50, decidió alejarse de las definiciones sobre política nacional y “provincializar” su perfil y gestión. El escenario.

Con ese marco, desde diciembre hasta el martes la novela de la política se posó sobre la idea de adelantar las elecciones bonaerenses. Especulaciones, conjeturas y trazados estratégicos fueron parte de la escena. De hecho, Vidal habilitó a la Legislatura la creación de una Comisión Bicameral, en principio destinada a analizar la idea de Sergio Massa de desdoblar las elecciones municipales, pero que después apuntó su función a la de desdoblar las provinciales de las nacionales. La desconfianza reinó en Cambiemos, de la mano de los análisis periodísticos sobre una presunta intención de Vidal de despegarse de la alicaída imagen de Macri y lograr retener la provincia de Buenos Aires solo con su boleta, idea, que a muchos intendentes de Cambiemos generaba miradas brillosas. Si bien, el plan anunciado de “Mariu” era esperar hasta el 28 de febrero, para conocer el dictamen no vinculante de la Bicameral y así reunirse con Macri para presentarle sus argumentos, todo se aceleró y derrumbó. Desde la llegada de 2019, Peña y Macri comenzaron a ver la jugada de Vidal con mucha desconfianza y con mucho malestar. Conjeturas sobre el plan.

Decidido, tras sus nuevas vacaciones, Macri decidió actuar y se mostró con Vidal tres veces en menos de siete días y hasta mantuvo un almuerzo fuera de agenda: miércoles 23 de enero, Suipacha anuncio de obras en la ruta; viernes 25 de enero, Ezeiza visita a un comedor (ese mismo día el almuerzo a solas en la Quinta de Olivos) y el lunes 28 de enero, recorrida de un hospital. El martes 29, tras dos reuniones: Vidal y su jefe de Gabinete, Federico Salvai; el jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta y Peña, y otra reunión a solas entre Vidal y Salvai se plasmó el anuncio de Vidal de dejar de lado el plan de adelantar las elecciones bonaerenses.

Algunas versiones sostienen que durante los encuentros, Macri le hizo entender a Vidal su disconformidad sobre adelantar los comicios bonaerenses. Además de esa tensión, en la mesa política del vidalismo observaron que también comenzaba a generarse una tensión con el electorado bonaerense, al quedar la gobernadora pegada a una especulación electoral. Sin embargo, el entramado se completa con las aristas económicas. En medio de los encuentros de Macri y Vidal, se produjo el giro de ANSeS de más de 10 mil millones de pesos a la Provincia y se conoció que Macri se comprometió sacar un Decreto de Necesidad y Urgencia para otorgar a las arcas bonaerenses los 19 mil millones de pesos que Vidal reclama por compensación del Fondo del Conurbano, ante el costo del ajuste de Nación que tuvo que absorber por los subsidios. ¿Las negociaciones?

El entramado es complejo. Por un lado, se puede pensar que Vidal realizó una jugada de pizarrón, de puro laboratorio político y hasta se posicionó ganadora en la interna que mantiene con Peña y Dujovne. Esta idea sostiene que el plan de adelantar las elecciones nunca fue tomado con seriedad por la gobernadora, pero que aprovechó para presionar a La Rosada, validarse como la política de Cambiemos que “tiene los votos” y lograr los recursos de Nación que perdió con el ajuste. Un detalle económico que no se escapa a este escenario: en momentos que la Provincia se acercaba al equilibrio fiscal los problemas económicos que tendrá que afrontar por el ajuste fueron causados por Nación y, ahora, es Nación quién le dará recursos, tras el acuerdo Macri-Vidal. Esto leído en política se llama “látigo y chequera”, dado que Vidal ahora depende de las arcas nacionales y de paso se tuvo que alinear políticamente. Por otro lado, realmente Vidal pensó en despegarse de Macri y adelantar las elecciones bonaerenses para poder cuidar su reelección y también el “proyecto” político, que se diferencia mucho del que piensan en las formas Macri y Peña. Un verdadero acto de osadía rebelde, que accionó la Bicameral, los trascendidos en los medios y hasta el desafío de convencer a Macri de que le convenía desdoblar en la Provincia. Pero el karma de todo gobernador o gobernadora bonaerense es que no puede prescindir de Nación y el plan de corría el riesgo de convertirse en una bomba y Vidal prefirió no jugar con fuego o es que La Rosada tuvo que aleccionar a la gobernadora. ¿A qué juega Vidal?

Con el plan de adelantar las elecciones archivado, surgen ahora los temores. El fantasma del corte de boleta también entra en juego, sobre todo en la mente de los intendentes de Cambiemos, en especial los del Conurbano, y porque no de la propia Vidal, ante el arrastre negativo que tiene Macri en las encuestas y el riesgo de ir pegado a su boleta. El temor a Cristina presidenta/Vidal gobernadora, también deambula sombríamente por la mente de la mandataria bonaerense. Así mismo, que CFK logre arrastrar para arriba al candidato o candidata peronista en la Provincia y se pierda la gobernación. Todos dilemas que ahora tendrá que sortear. Mientras tanto, en el PRO puro parece valer una vez la premisa de esa mesa chica (esa en que no está Vidal): “Si caemos, caemos todos”.-

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