jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

Panorama Bonaerense | 12 may 2019

Bitácoras bonaerenses

Los dilemas reiterados de Massa sobre el escenario electoral

Nuevamente el tigrense está envuelto en una disyuntiva sobre qué camino tomar en el sendero electoral. El acuerdo con Cristina, la presión de las bases y la “grieta”, como parte de este complejo tablero.


El reloj sobre el escritorio preanuncia que el tiempo está por llegar. Los planos sobre son variados, pero ninguno garantiza el cumplimiento del objetivo. El sendero no se muestra óptimo y la tropa está inquieta. Otro año electoral y Sergio Massa se encuentra sumergido en un reiterado dilema. El karma de la “ancha avenida del medio” parece hostigar su andar. Las reflexiones son infinitas, las chances pocas. Por estas horas, el tigrense analiza las variables sobre su accionar en este año electoral. El 22 de junio vence el plazo para la presentación de listas: la hora de las definiciones se acerca. Al igual que en las elecciones presidenciales del 2015, y las legislativas del 2017, el escenario para él no es el más deseado. Su posición está envuelta –otra vez– en la polarización entre Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri. Sólo una contingencia extrema, o un milagro, lo pueden llevar al triunfo soñado. Las disyuntivas 2019.

La situación de Massa no es la más fácil. Desde que cimentó las bases de Alternativa Federal, junto a los gobernadores Juan Manuel Urtubey (Salta), Juan Schiaretti (Córdoba) y el camaleónico senador nacional Miguel Ángel Pichetto, ese espacio comenzó su andar con duelo de egos y de cartel, por las aspiraciones presidenciales del salteño y el tigrense. La irrupción de Roberto Lavagna, el hombre de las medias con sandalias, no mejoró el asunto. El primer ministro de Economía de Néstor Kirchner, subido a un carro ganador antes de competir, preso de una profunda egolatría, dejó trascender que no quiere una PASO y desea ser el único candidato de ese tercer espacio que pretende disputar la elección. Por si fuera poco, dejó varias veces en offside a Massa y mostró sus diferencias en público. Si bien hasta ahora, desde su entorno, y el propio tigrense lo reafirma, su candidatura presidencial sigue en pie, hay otras cuestiones que entran en juego a la hora de tomar una decisión. Con diferencias, gran parte de la tropa que todavía responde al tigrense está preocupada por su futuro, dado que un alto porcentaje de legisladores nacionales y bonaerenses tienen que renovar su banca. Los peronistas enrolados en el Frente Renovador, por su parte, cavilan que la “mejor opción” es la unidad con el peronismo/kirchnerismo y, en todo caso, respaldar la candidatura de CFK. Unos pocos aún sueñan con un Massa ganador de las presidenciales. Mantos de realidad sobre el tablero.

Hay que reconocer que Massa es un político hábil, pasional, astuto y que siempre –pese a no tener cargo público desde 2017– ha estado presente en la escena política-periodística. Es un político joven que, pese a haber salido tercero en la presidencial del 2015 y la legislativa del 2017, sus proyecciones siguen en pie. Pero este 2019 la “grieta” nuevamente amenaza con devorarlo y con ello también su poder político. El Frente Renovador pone en juego siete bancas en la Cámara de Diputados bonaerense, sobre un bloque de doce, y las dos que tiene en el Senado. En el Congreso de la Nación, el panorama es más complejo: de 15 escaños, el FR tiene que renovar 12 en la Cámara Baja. Una mala elección –salir tercero o cuarto– dilapidaría su caudal y se enfilaría a un camino al que Massa no está acostumbrado transitar: la ausencia de influencia y poder político. Además, se suma otro condimento: en la provincia de Buenos Aires, donde la intención de voto de Cristina es superior a la de Macri, afectando incluso las chances de María Eugenia Vidal, el massismo no cuenta con un candidato a gobernador potable, que siquiera asegure la renovación de bancas en un bajo porcentaje. El escenario adverso.

Por todos esos factores es que varios soldados massistas vienen pidiendo a gritos la “unidad con el peronismo”: el intendente, y ex “delfín” de Massa, Julio Zamora, y los diputados bonaerenses Jorge D’Onofrio y Pablo Garate, se muestran en actos del PJ Bonaerense que responde a CFK y, más allá del formalismo, están con un pie afuera del Frente Renovador. Bajo este complejo escenario, la semana pasada en un cónclave privado, el diputado nacional Diego Bossio; el exintendente de Junín, Mario Meoni; el senador bonaerense José Luis Pallares, y los diputados bonaerenses Rubén Eslaiman (titular de bloque), el propio D’Onofrio, y Ricardo Lissalde, entre otros, sin tapujos le pidieron a Massa cerrar filas con el peronismo que se encolumna detrás de la figura de la expresidenta. El tigrense no dio definiciones al respecto, pero el tiempo apremia, Por ahora, bajó la línea de fortalecer su posición dentro de Alternativa Federal. Dato no menor, se sabe que a principios de abril, por boca del propio Massa, corrió la versión de la posibilidad de un acuerdo con el peronismo/kirchnerismo para tener un solo candidato a gobernador, pero que pueda ir pegado a dos boletas presidenciales. La sola chance de esa posible unidad bonaerense espantó a Vidal, quien le pidió a Macri acciones, que terminaron con el decreto presidencial que prohíbe las listas colectoras para estas elecciones. Sin embargo, un reciente fallo de la jueza federal María Romilda Servini de Cubría en materia electoral, podría bloquear ese decreto y abrir nuevamente la chance. De todas formas, sea entero o en parte, Massa va a tener que acordar con el peronismo/kirchnerismo para conservar un cierto caudal de influencia política y algunos legisladores que le respondan. La presión de las bases.

En varios cónclaves del peronismo, massismo y otras vertientes, sueñan con lo que llaman la “fórmula imbatible”: Cristina presidenta, Massa gobernador. Algo que, en la realidad, sería difícil de enfrentar para Macri y Vidal. Pero el tigrense se cansó de dejar de trascender su negativa a esta posibilidad. ¿Un error? En parte, sí. Como se dijo, Massa está envuelto en un dilema reiterado, pero que este año amenaza con dejarlo sin tropa. Mientras tanto, caciques cercanos al tigrense avisan: “Si tiene que dar un paso al costado de su candidatura presidencial, lo va a hacer; pero si tiene que dar un paso al frente, también va a hacerlo”.

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