Los “voceros de campaña” de Vidal, tensiones entre Kicillof-Magario y el tercero en discordia

Se van calentando los motores, se va a analizando al rival. Se van configurando los primeros pasos en una campaña larga, en que la ansiedad no es la mejor amiga. La calma, sumada a la táctica y la estrategia, serán las mejores compañeras en ese duelo electoral bonaerense. Las primeras cartas se van mostrando, con prueba y error, pero que anuncian los trazados. La gobernadora María Eugenia Vidal, protagonista de esta contienda, está en campaña desde antes del cierre de listas del 22 de junio. Por ahora eligió apartarse de la confrontación directa con su rival del Frente de Todos, Axel Kicillof. Sus primeros pasos son mostrar los “resultados” de su gestión, en los ítems que eligió: obras y seguridad. Su discurso es crítico al peronismo, al kirchnerismo, pero sin mencionarlo; sólo apunta a culpar a los gobiernos anteriores por los problemas de los bonaerenses y hacer siempre un paralelismo con su gestión. En su discurso no existen –por ahora– Kicillof ni su compañera de fórmula, la intendenta de La Matanza Verónica Magario, quien alguna vez se posicionó como la némesis de Vidal. La mandataria bonaerense sólo habla de ella, su gestión y las gestiones anteriores. El ninguneo al rival directo.

Para la confrontación directa, Vidal seleccionó una tropa que oficiará de “voceros de campaña”: el vicegobernador, el radical Daniel Salvador; el ministro de Seguridad, y cabeza de lista de diputados nacionales, Cristian Ritondo; la candidata a diputada nacional María Luján Rey (madre de Lucas Menghini, víctima de la Tragedia de Once) y, dato no menor, el candidato a legislador bonaerense (por la séptima sección electoral), y hasta diciembre diputado nacional, Daniel Lipovetzky, quien fuera uno de los abanderados de Cambiemos en el Congreso en la defensa de la legalización del aborto. Cada uno tendrá su rol, su objetivo. Por ahora, el más activo es Ritondo, quien acrecentó sus apariciones públicas y en medios periodísticos, y es el que confronta directamente con Kicillof, pero sobre todo con Magario. El funcionario bonaerense apunta al “eslabón más débil” de la fórmula del Frente de Todos. De hecho, en la semana que pasó salió a cruzarla varias veces y apuntó a los fondos que recibió La Matanza por el Fondo Educativo Nacional y su gestión como intendenta. La tropa vidalista.

Desde el otro lado de la vereda, el binomio Kicillof-Magario va encontrándose con las peripecias que toda campaña trae en la práctica. Si bien las encuestas le dan una leve ventaja por sobre la fórmula Vidal-Salvador, el arrastre positivo de Cristina en la provincia de Buenos Aires sigue siendo ese valor agregado por sobre el negativo de Macri hacia Vidal. El dato no menor del Frente de Todos es cómo la dupla se muestra unida en varias actividades de campaña: nada del otro mundo. Pero el dato es que ese acoplamiento novedoso se vio reflejado en las notas en dupla que brindaron en los medios de comunicación. En general, no es costumbre que un candidato a gobernador y su candidata a vice caminen tan pegados. De hecho, en las anteriores elecciones cada integrante de una fórmula de todos los espacios políticos tenía su propio camino, y alguna vez coincidían en una nota conjunta. Esta novedad que muestra el peronismo K en la Provincia muestra fortaleza, unidad, complemento y equipo. Pero, al mismo tiempo, evidenció cierta tensión entre los candidatos a la hora de tener protagonismo. La más palpable se vio en la nota conjunta que hicieron el jueves en La Rosca, el programa de TN. La matancera interrumpió varias veces al porteño, incluso en preguntas que los periodistas le hacían a él. En pleno aire y con la imagen de la tele que capta todo, se evidenció cierta molestia de Kicillof ante esas actitudes. La fortaleza que contiene esta fórmula también muestra sus complicaciones, es normal. Magario tiene una personalidad potente, conoce la Provincia y tiene mucho carisma, pero sus asesores de campaña tendrán que trabajar para que las tensiones con el candidato a gobernador no se noten, y mucho menos al aire. Otro problema de esta dupla es que Kicillof sigue enfrascado en su perfil de exministro de Economía. De hecho, ante la escena de los medios nacionales, la mayoría de las preguntas fueron de carácter económico nacional y no de los planes para el territorio bonaerense y una posible gestión. El candidato muchas veces cayó en ese terreno y, fiel a su formación, se enganchó sólo a hablar de economía del país. Axel y Verónica y su andar sobre el terreno.

afiladísimos Vero y Axel #AxelGobernadorhttps://t.co/rSgalsuZGg

— Orne ? (@ornela_be) July 6, 2019

Lejos del mano a mano, lejos de la grieta aparece el candidato de Consenso Federal, Eduardo “Bali” Bucca. El exintendente de Bolívar, actual diputado nacional, intenta romper con esa polarización y meterse en la discusión por el Sillón de Dardo Rocha. Un dato no menor que desde el equipo del bolivarense destacan es que se trata de un “hombre bonaerense”, a diferencia de los candidatos porteños de importación de los otros dos espacios. Si bien este candidato es amigo de Marcelo Tinelli, anunció que “no le va a pedir” al conductor televisivo su apoyo en público. En su discurso, que intenta tener raigambre bonaerense, el candidato de Roberto Lavagna rescata cosas positivas de las gestiones de Vidal y de Daniel Scioli, como así también las negativas. Además, presentó un plan de propuestas “que se puedan llevar a la práctica”. Junto a otros dirigentes peronistas –como Florencia Casamiquela–, quienes no volvieron o no tuvieron lugar en el Frente de Todos, Bucca apunta a un armado futuro de políticos de la Provincia que tengan y se hagan su lugar en la arena política. Las tres vertientes principales comenzaron su andar, con prueba y error, con análisis sobre los pasos dados. La campaña va mostrando las cartas, aún falta mucho.