Kicillof, la cuarentena, aperturas de prueba y un sendero que pide estrategia política

Ahora resulta que la Organización Mundial de la Salud aconseja evitar las cuarentenas como método principal para controlar el avance del Coronavirus. “Hacen que la gente pobre sea mucho más pobre”, dijo David Nabarro, uno de los seis enviados especiales de la OMS para el COVID-19, en una entrevista con el medio británico The Spectator. Ningún secreto descubierto, es más que evidente el efecto en la economía que el -por ahora- único método para combatir el COVID-19 está dejando en el país. Pero la postura, de la cuestionada OMS, agrega un condimento más a esta parte del mundo, donde las posturas, de la mano de la grieta, ya se han batido a duelo más de una vez, sobre los que están a favor o en contra de la cuarentena. En medio de la pandemia, octubre trajo una novedad de prueba para los bonaerenses. Tras semanas de descenso de los casos en el AMBA bonaerense, el gobernador Axel Kicillof decidió dar varios pasos a su rígida estrategia y desde el 19 de octubre estarán habilitadas una serie de aperturas, que hasta hace una semana eran casi imposibles. En el Conurbano y La Plata, bares y restaurantes podrán atender al aire libre, siempre cumpliendo con los estrictos protocolos. Este permiso, sin embargo, no es más que un blanqueo a lo que -desde al menos quince días atrás- sucedía en varios distritos opositores y oficialistas, como La Plata, San Isidro, Lomas de Zamora, Almirante Brown y Vicente López. Es cierto que con el permiso formal la circulación crecerá, como también las persianas abiertas para atención al público. Pero también es cierto que los intendentes desde hace rato miran para otro lado y le dejaron el camino libre al sector gastronómico. Take Away Plus con sello formal.

El dato, para nada menor, es la habilitación a 24 distritos bonaerenses (la mayoría del Interior y en Fase 5) para iniciar el proceso de vuelta a clases presenciales. Al gobierno bonaerense no le gusta la palabra “vuelta a clases presenciales” y por ahora prefiere hablar de “revinculación escolar”, que está destinado a alumnos del último año de cada nivel y que será una vez por semana, en grupos de no más de diez. La reanudación, aunque mínima del regreso a las aulas, es un tema que se viene siendo fogoneado desde la oposición desde hace casi un mes, bajo la sombra del plan que Horacio Rodríguez Larreta pensó para la Ciudad de Buenos Aires y que negoció todo este tiempo con el Gobierno Nacional. Incluso, desde la Legislatura, Juntos por el Cambio habla de que la Provincia está sumergida en una “emergencia educativa” y pide ir “un poco más allá” con el plan de revinculación. Este escenario también trajo tensiones con los gremios docentes, que no quieren saber nada con ningún regreso, hasta que la “seguridad sanitaria” esté completamente “garantizada”. Eso, sin dudas, sólo se dará cuando la vacuna llegue al país y un porcentaje amplio de la población la haya recibido. Pero este contratiempo con los sindicatos de maestros fue equilibrado, en parte, con el cierre exitoso de la paritaria que Kicillof logró de la mano de sus ministros Pablo López (Hacienda y Finanzas), Mara Ruiz Malec (Trabajo) y la directora general de Cultura y Educación, Agustina Vila. La educación en pandemia.

En el AMBA hemos logrado una reducción significativa de casos por eso iremos abriendo actividades de forma gradual y condicionada por 15 días. Si funciona bien seguiremos autorizando si no, volveremos para atrás.

Conversé con Mauro Viale en @A24COM ?https://t.co/IRkZ538tKL

— Axel Kicillof (@Kicillofok) October 12, 2020

Pero estas dos aperturas, más las otras que anunció el Gobernador, cabe aclarar son de “prueba”. El propio Kicillof adelantó desde su cuenta de Twitter: “En el AMBA hemos logrado una reducción significativa de casos por eso iremos abriendo actividades de forma gradual y condicionada por 15 días. Si funciona bien seguiremos autorizando si no, volveremos para atrás”. Nadie duda de la palabra del mandatario bonaerense, pero la pregunta recae en saber si va a haber margen para una marcha atrás. Con una cuarentena flexibilizada de hecho desde hace semanas por gran parte de la población, con el agotamiento generalizado y con la crisis económica como marco general, es muy difícil pensar en lograr ese objetivo. Será de vital importancia por parte del gobierno provincial y los municipales generar mayores campañas de concientización sobre los cuidados ante los contagios y controles estrictos a las actividades que tengan relación con la asistencia de público. El desafío a corto plazo.

(#Panorama-#Bitácorasbonaerenses ✍️)@Kicillofok y los desafíos de cara al último trimestre del 2020 https://t.co/gYH4ga6ENx Por @alfajuan pic.twitter.com/R45wIYodmg

— ANDigital (@ANDigitalOK) September 28, 2020

Pero además de la pandemia y la cuarentena, noviembre avisa que ya viene y con ello la agenda política también requiere atención. El clima con la oposición, en especial con Juntos por el Cambio, no es el mejor. La grieta, los discursos acalorados y las marchas anticuarentena, no son el mejor escenario para pensar en debatir leyes que serán urgentes de cara al 2021. Pero el camino para Kicillof es inevitable y el proyecto de Presupuesto y Ley Impositiva para el año que viene es el tablero donde hay que jugar. Cabe recordar, que al igual que el Gobierno Nacional, Axel decidió -antes de la pandemia- prorrogar el Presupuesto 2019 y que la Ley Impositiva (presentada en soledad y no bajo el marco de la llamada “Ley de leyes”), terminó con una victoria con sabor a derrota para el oficialismo, dado que el texto fue modificado por Cambiemos, de la mano de su mayoría en el Senado bonaerense. Salvo alguna sorpresa híper contingente, el escenario que se avecina sigue mostrando esa situación. Por lo tanto, la estrategia política que diseñe el Gobernador para negociar con la oposición dependerá de las enseñanzas que estos primeros meses, más que agitados, dejaron en su haber. Con menor resonancia, desde la platense calle 6 también tiene que negociar con los intendentes del Frente de Todos en el diseño del Presupuesto y la Ley Impositiva 2021. El anterior tratamiento, dejó un mismo concepto entre legisladores opositores y oficialistas: hermetismo a la hora de tomar decisiones.-