Inusual panorama para la Argentina

La Argentina, país generoso si los hay, vive un inusual panorama social, político y económico, y deberá aguardar un mes para resolver el dilema del tarifazo aplicado para el gas, porque el conflicto está en manos de la Justicia.

Al tarifazo del gas hay que sumar el aplicado con la luz, el agua y los precios de la canasta básica de alimentos, que treparon por las nubes con una inflación galopante.

Se viven horas inciertas. Vivimos en un país que durante estas dos semanas estará signado por las vacaciones de invierno, que vienen a complementarse con la parálisis de las causa en los Tribunales y, como diríamos en la jerga futbolera, todo fue pateado para más adelante.

Diez días atrás el pueblo se expidió en enérgico rechazo a la política económica de la gestión Cambiemos pero el presidente Mauricio Macri pareciera no inmutarse, sólo atina a responder en las entrevistas que brinda en distintos canales televisivos (la última se la concedió a Alejandro Fantino, en América), que entiende la bronca de los argentinos.

Mediáticamente, el primer mandatario está blindado. Si esta situación la hubiese generado un presidente radical, ya habría corridas en la city, y temor de golpe institucional. Pero no es el caso de la administración Macri.

Sobre el panorama económico y el tarifazo, bien señala este sábado Raúl Dellatorre en Página 12:

“El invierno actual ya apunta a ser uno de los tres más fríos de los últimos sesenta y cinco años, junto a los de 1954 y 1972. Eso es un problema para un Estado que debe garantizar el abastecimiento de gas a la población, que utiliza ese combustible como fuente principal para calefaccionar los hogares, contar con agua caliente y cocinar. Pero intentar aplicar un tarifazo del 1.200 por ciento en esa misma temporada, luego rebajado al 400/500 por ciento, es injustificable y absurdo”.

“Así lo entendió una población que reaccionó rápidamente en rechazo al brutal ajuste, mucho más rápido que una clase política a la que le cuesta encontrarle la puerta de entrada al debate. Desde el Gobierno nacional tampoco han demostrado mucha cintura para enderezar argumentos, que siguen centrados en demonizar los subsidios y dramatizar amenazando con el fin de la era del gas, si no se ajustan drásticamente los precios y las pautas de consumo”.

Muy pocas veces, desde que al Padre de la Democracia Raúl Alfonsín iniciara el camino definitivo de las urnas para consagrar gobiernos, nuestro país vivió esta saga en una gestión presidencial sostenida por la prueba, el error y la rectificación. El Gobierno debió dar marcha atrás con sus medidas económicas numerosas veces en sólo 7 meses de mandato de Macri.

Pero hasta el momento no le entran las balas al jefe de Estado. Lo último que se conoció en materia de tarifas es la recomendación del jefe de Gabinete, Marcos Peña, de no pagar las facturas de gas hasta que la Justicia resuelva el conflicto.

Habrá que recordar que el tarifazo del gas fue frenado hace 15 días por la Sala II de la Cámara Federal de La Plata que, a comienzos de esta semana que dejamos atrás, aprobó la apertura de la feria judicial para tratar un pedido del Gobierno, que rechaza su decisión.

Esto debería acelerar el traslado del caso a la Corte Suprema, que deberá definir el futuro de las facturas de gas. Un Máximo Tribunal que cuando tomó cartas en el asunto 20 días atrás también contribuyó a patear la pelota para adelante, o al menos esa fue la sensación que nos dejó esa actitud, de sólo pedir un informe al Poder Ejecutivo acerca de cómo se implementaron las subas de tarifas.

Por otra parte, y en relación con la idea del Gobierno nacional de fijar un tope del 400 por ciento para el aumento de las facturas de gas, la fiscal Ana Miriam Russo pidió suspender los topes de 400 y 500 por ciento que estableció el Ejecutivo, generando una causa que va en paralelo a la anulación de la suba del servicio en todo el país.

A la iniciativa de la fiscal Russo se sumó la posición del titular del Juzgado Federal N° 4 de La Plata, Alberto Osvaldo Recondo, quien tiene pensado resolver por estas horas la medida cautelar del Centro de Estudios Para la Igualdad y la Solidaridad (CEPIS) –la misma ONG que pidió la nulidad federal del tarifazo–. Recondo remarcó que se encuentra ante una disyuntiva: por un lado, dijo, “hay familias que no pueden pagar la tarifa”; pero, por el otro, en una nota publicada en el diario La Nación, reconoció que “hay una situación real del país y funcionarios que ponen mucho esfuerzo” en resolverla.

En el terreno estrictamente político, volvió a reaparecer Cristina Fernández de Kirchner, quien en una entrevista que concedió desde El Calafate a medios internacionales recalcó: “Si hubiese tenido temor, no hubiera hecho las cosas que hice en el gobierno”. Además, calificó de “ridículo” el embargo a sus cuentas dispuesto por el juez federal Claudio Bonadio.

CFK remarcó que “no tengo temor de ir a la cárcel”, a la vez que reiteró que existe una “persecución judicial” contra ella y dirigentes del Frente para la Victoria. Aseveró, a su vez, que ello es parte del “triunfo de las corporaciones, que siguen manejando a la gente por el concepto de que la política es corrupta”. “La política no es corrupta, puede haber políticos corruptos, identifiquémoslos”, sentenció.

Todo lo demás es el deambular de exfuncionarios por los Tribunales de Comodoro Py; la crisis que afecta a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que tiene que ver con la marcha del Gobierno nacional toda vez que entre la casa madre del fútbol y la Casa Rosada han decidido poner fin al contrato que los ligaba por el programa “Fútbol para Todos”, y nada más. Es que hay todo un país que espera que se resuelva el tema tarifas. Después de tantas idas y venidas, esta semana será clave, según señalamos antes, para que el caso llegue a la Corte Suprema. Todo lo demás no está a la altura de la importancia que reviste este entuerto provocado por el ministro de Energía, el inefable Juan José Aranguren.