“El alcohol es el único consumo que deriva en gran cantidad de delitos”

LA MATANZA-BUENOS AIRES, Junio 22 (ANDigital) El ministro de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, se mostró a favor de la despenalización del consumo de todo tipo de drogas y argumentó que no se trata de un problema penal, sino de salud. Además, reflexionó sobre la situación actual de la Justicia.

En diálogo con la Agencia CTyS, minutos antes de debatir en una conferencia realizada en la Universidad Nacional de La Matanza sobre el enfoque de Derechos Humanos en las problemáticas adictivas y de cómo articula el Estado y la sociedad, el ministro de Justicia opinó sobre la temática en torno a las adicciones

Se manifestó a favor de la despenalización del consumo de drogas. ¿Por qué?

Creo que este tema debe tratarse como un problema de salud y no penal, porque, si no, se lo saca del ámbito natural en el que se lo puede resolver. Estoy claramente a favor de la despenalización.

¿De cualquier tipo de drogas?

Estoy a favor de la eliminación de la prohibición del consumo de todo tipo de tóxicos. Hay uso, abuso y adicciones de todo tipo, tanto de tóxicos prohibidos como no prohibidos. La diferencia es consecuencia de un efecto paradojal de la prohibición, que estratifica el consumo, dejando la peor porquería en las clases más carenciadas. Ese es un efecto perverso de la prohibición, que agrava las consecuencias del uso, el abuso y la dependencia.

¿Cree que el consumo deriva en otros problemas penales?

El único consumo que deriva en gran cantidad de delitos es el alcohol. La marihuana y la cocaína, raramente, son capaces de producir un hecho delictivo. En las estadísticas de incidencia de tóxicos en casos de homicidio, resalta claramente el alcohol.

¿Y el paco?

No es criminógeno; provoca un tremendo deterioro en la persona. El chico afectado es marginado hasta dentro de su propio barrio, pierde peso y sufre lesiones pulmonares y neurológicas. Destruye a la persona. Pero, como factor criminógico, incide muy casualmente.

Usted cuestiona el sistema tutelar y considera que los menores deben ser procesados desde los 14 años. ¿Por qué?

Hoy, les imponen una pena sin proceso, solo que le llaman de otra manera. No estoy a favor de bajar la edad de imputabilidad, sino de garantizar un proceso justo.

¿Qué piensa del sistema carcelario en Argentina?

El principal problema que tenemos, al igual que en toda Latinoamérica, es el predominio de presos sin condena. En promedio, el número de condenados es de menos de la mitad.

¿Y de la resocialización?

En la concepción tradicional, es un concepto autoritario. Hay que ofrecer, no imponer, la posibilidad de aumentar el nivel de invulnerabilidad al delito, redefiniendo la autopercepción del detenido. Si resocialización significa querer cambiar cabezas, yo tengo mis dudas. Será discutible si el Estado puede cortarlas, pero de lo que estoy seguro es de que no podrá cambiarlas. Y, cuando nos acercamos a delitos con significación política, nos damos cuenta de lo grave y autoritario que fue ese pensamiento.

¿Cómo evalúa el sistema de justicia actual?

La justicia siempre necesita cambios porque siempre funciona mal, siempre tiene defectos. No hay un sistema ideal.

¿Y la Corte?

Somos siete ministros muy diferentes, con personalidades, historias y especialidades distintas, lo cual es interesante y es la verificación de que la imparcialidad judicial solo se logra a través del pluralismo. No hay otra forma.

¿Cree necesario reformar el Consejo de la Magistratura?

Tengo mis dudas. Es una institución que nació en la reforma constitucional del ‘94 y que nunca funcionó bien. No me animo a hacer un diagnóstico. Es necesario un análisis de ingeniería institucional más específico.

¿Qué postura tiene en el caso Noble Herrera?

No puedo hacer declaraciones.

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