viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3688

Policiales y Judiciales | 28 may 2017

Luego de tres hechos, no hay ningún detenido

¿Puede el fiscal Cartasegna pasar de víctima a imputado?

El próximo lunes se cumplirá un mes de la primera denuncia que hizo en la cual indicó que dos hombres y una mujer vestidos con uniformes de la policía lo atacaron a golpes y lo amenazaron, luego hubo dos episodios más. En todos hay dudas y la hipótesis del autoatentado ya no se esboza como una locura total, el por qué sigue siendo un misterio.


LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) El artículo 245 del Código Penal de la Nación expone que: “se impondrá prisión de dos meses a un año o multa de 750 a 12.500 pesos al que denunciare falsamente un delito ante la autoridad”. Esta calificación podría ajustarse al caso del fiscal platense Fernando Cartasegna.

El escenario que se plantea es posible, sobre todo si se tiene en cuenta que los elementos colectados hasta el momento no encajan, y los investigadores no encuentran responsables ni sospechosos directos y a casi un mes del primer episodio, no hay nadie imputado.

Los hechos

-Sábado 29 de abril: El fiscal denunció que entre las 6.30 y las 8 de la mañana al menos dos hombres y una mujer que vestían uniformes viejos de la Policía Bonaerense lo atacaron a golpes previo a recibir amenazas mediante la colocación de afiches en sede judicial, en los mismos se podría leer: “conozcan al próximo Nisman”, debajo de esta frase se veía la foto del instructor judicial. Luego le asignaron custodia.

La denuncia quedó en manos de la fiscal Bettina Lacki porque Cartasegna estaba de turno y por obvias razones no puede investigarse un hecho en donde se encuentre involucrado ya sea como víctima o victimario.

En tanto, durante la tercera semana de mayo Gendarmería giró una pericia en donde se comprobó que las impresiones de las hojas fueron hechas en el despacho del funcionario judicial que en el expediente figura como damnificado: “salieron de una de las impresoras de la Fiscalía 4”, confirmó una fuente del caso.

En ese marco buscan saber si hubo un hackeo desde afuera o si alguien desde adentro del edificio que funciona en 7 entre 56 y 57 fue el responsable. Otra de las pistas fue aportada por el fiscal Cartasegna quien en una de sus declaraciones dijo que su computadora desapareció luego del primer hecho.

-3 de mayo: Pasadas las 5 de la tarde, Cartasegna fue encontrado en el interior de su despacho atado de pies y manos con cinta de embalar, tenía un cable de computadora enroscado en el cuello y los hilos que se utilizan para atar expedientes judiciales le sujetaban las extremidades, en el piso de la oficina se leía la palabra “Nisman” escrita con azúcar.

Antes de que fuera hallado por los guardias del Servicio Penitenciario Bonaerense, Cartasegna había ordenado a su custodio que se retire dándole permiso para que haga trámites personales, la puerta de su fiscalía estaba cerrada con las llaves puestas del lado de adentro.

Ese mismo día, el procurador de la Suprema Corte, Julio Conte Grand, salió a repudiar el ataque pero horas más tarde declararía: “No me cierra”. Esa denuncia quedó en manos de la fiscal Ana Medina. La guardia edilicia fue ratificada, nadie fue removido de su cargo.

En las cámaras de seguridad no se vieron movimientos de entradas o salidas de terceros que hayan llamado la atención de los investigadores.

Luego de estos eventos Conte Grand ordenó licenciar a Cartasegna por tiempo indeterminado, la fiscal pidió que se someta a su colega a pericias psicológicas y psiquiátricas que se iniciaron el viernes 26 de mayo. Se ordenó una nueva custodia, ahora con la Policía Federal y Gendarmería a cargo.

-18 de mayo: Un efectivo Federal a cargo de la custodia del fiscal y de apellido Solís dijo que cerca de las 5 de la madrugada de ese día vio a cuatro sospechosos en la inmediaciones del domicilio del fiscal. Agregó que les dio la voz de alto y que hicieron caso omiso.

El informe dice que el desconocido le respondió con dos disparos, el custodio efectuó tres detonaciones contestándole y en el intercambio de disparos no hubo heridos. Esa causa la tiene el fiscal Marcelo Martini. Este último funcionario judicial señaló que: “lo único que quedó acreditado es que el agente Solís disparó y que los vecinos escucharon tres detonaciones (las de Solís)”.

Los presuntos disparos que habrían efectuado los sospechosos nunca fueron hallados, tampoco los casquillos, aunque es posible que esto haya sido porque emplearon un revólver que no deja rastros a su paso más que residuos de pólvora en la mano del tirador.

En el marco de este último hecho surgen algunas dudas que hasta el momento no fueron despejadas: ¿Por qué los policías de la Federal no dieron aviso por radio sobre el intercambio de disparos? ¿No hubo una cadena de mando a seguir? ¿Por qué no hubo un rápido aviso a la Bonaerense a fin de iniciar la persecución del automóvil oscuro en el que habrían escapado los sospechosos?

En conclusión, no está claro hasta el momento que dicho episodio haya sido un mensaje hacia el fiscal que descansaba en su casa de Gonnet.

Con más dudas que certezas los días pasan y no existe ni identikit, ni sospechosos, ni detenidos. Por ahora en los expedientes consta una víctima y es el fiscal pero el manto de dudas se acrecienta. (ANDigital)

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