martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº3685

Policiales y Judiciales | 30 sep 2017

La orden fue callar

El clan Medina se negó a declarar

El silencio fue la elección de los imputados tanto en la causa que se les sigue en la Justicia bonaerense como en la acusación en el Fuero Penal Federal. El sindicalista, sus hijos y sus allegados seguirán detenidos mientras que con el correr de los días se les siguen encontrando propiedades y autos que quedan bajo el embargo de las autoridades. Quienes callaron fueron los dirigentes de primera línea de la CGT. Los de abajo no desentonaron.


LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) Juan Pablo ‘Pata’ Medina se negó este viernes a prestar declaración indagatoria ante el fiscal Álvaro Garganta de La Plata, su hijo Cristian ‘Puli’ Medina y su cuñado David García mantuvieron esa conducta, al igual que su esposa Fabiola García, quien también hizo silencio ante el mismo funcionario judicial. En la acusación federal, los imputados tampoco hablaron.

El extitular de la Seccional La Plata de la UOCRA llegó a los tribunales penales de la capital bonaerense pasadas las 10 de la mañana de este viernes y lo retiraron bajo la custodia de un amplio operativo de seguridad pasadas las 16.

Un puñado de afiliados al gremio se acercó hasta el edificio de las fiscalías de La Plata en 7 56 y 57 y cuando alguno de los detenidos era escoltado por los guardias les gritaban palabras de aliento como “vamos Pata”.

Cabe reseñar que en la jornada del jueves, los imputados Agustín Medina, Miguel Ángel Federico, Marianela Pagnoni, Fabiola García, Pablo Neves, Rubén Roldán y Casimiro Gómez también se habían negaron a hablar.

Medina y el resto de los acusados fueron trasladados ahora hasta el complejo 1 del penal de Ezeiza.

Fin de una era

Medina enfrenta acusaciones judiciales por asociación ilícita, lavado de dinero y extorsión además se sumó una imputación por intimidación pública elaborada por el fiscal Federal Federal Guillermo Marijuan.

En concreto, la acusación que hace el instructor da cuenta de que: “Existen elementos suficientes para tener por acreditado, con el grado de convicción que por lo menos de hace seis años a la fecha, un grupo integrado por al menos once personas, una de ellas como jefe, valiéndose de la circunstancia que esta última ocupa el cargo de Secretario General de la Unión Obrera de la Construcción en la República Argentina Seccional La Plata, se pusieron de acuerdo para cometer delitos de modo indeterminado por sí mismos, o utilizando como medio a los obreros del gremio para tales fines”.

“Así las cosas -a modo ejemplificativo- mediante actos intimidatorios y bajo la amenaza de parar las obras y trabarlas con actos gremiales, procuraron de manera sistemática y de imposible cumplimiento sin un acuerdo previo, la concesión por parte de empresas y contratistas de importantes beneficios económicos, imposición de personal, cantidad del mismo y empresa proveedora de viandas de las que la familia Medina tendría el total manejo”, prosigue.

En forma paralela, la Justicia le embargó cuentas por millones de pesos a Medina y a su esposa, le incautó dólares, viviendas, automóviles y camionetas de lujo y hasta un helicóptero.

Las maniobras de lavado de dinero se cree que fueron ejecutadas por medio de la utilización de una empresa llamada Abril, la cual que vendía viandas de comida para obreros y estaba bajo el manejo de la familia sindical.

Según se sabe, son varios los empresarios que habían denunciado aprietes y extorsiones de dirigentes del gremio para incorporar el servicio de “viandas” como esencial en las obras de construcción que llevaban a cabo: “si no cumplimos con lo que nos impongan, nos paraban la obra”, contaron algunos de los damnificados.

En tanto, desde la Municipalidad de La Plata indicaron que se dejaron de construir al menos 600 obras en la capital bonaerense “por los aprietes y exigencias por fuera de la ley que Medina llevaba a cabo”. (ANDigital)

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