Acusado de falso testimonio agravado, el remisero quedó a un paso del juicio oral

LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) Marcelo Alejandro Tagliaferro quedó con un pie adentro del juicio y oral y público bajo la acusación de falso testimonio agravado en perjuicio de un imputado. Es por su actuación al frente del caso conocido como cuádruple crimen de La Plata en donde modificó sus testimonios a los largo de las diferentes instancias que atravesó el expediente desde su origen dado a fines de noviembre de 2011.

Cabe señalar que el mismo juez Guillermo Atencio fue el que en primer término valoró junto al fiscal Álvaro Garganta sus dichos como cargos contra Osvaldo “Karateka” Martínez, a quien sindicó como una de las personas que vio en el PH del barrio La Loma, ubicado en 28 entre 41 y 42, al numeral 467. Fue allí en donde fueron asesinadas las tres mujeres y la niña de 11 años.

A siete años de ese suceso Atencio desestimó este viernes el pedido del abogado Sergio D’Amico para que Tagliaferro sea sobreseído. En su resolución el juez plantea que existen elementos suficientes como para elevar el caso a juicio oral. 

Entre esos puntos el juez de Garantías valoró el fallo que el Tribunal Oral y Criminal III de la capital provincial emitió a mediados de 2014. Allí los magistrados Andrés Vitali, Ernesto Domenech y Santiago Paolini sostuvieron que: “Las manifestaciones de Tagliaferro no pueden ser creídas fuera de toda duda razonable. Ha sido un testigo "interesado" en el cobro de una recompensa que no obtuvo según la información incorporada por lectura al debate, aunque su interés no fue inicial porque conforme el informe del Ministerio de Justicia y Seguridad ese ofrecimiento fue posterior a su primer declaración”.

Los jueces agregaron que: “Tagliaferro fue cambiando sus declaraciones en relación a la identificación de Martínez y su relato evidenció tener conocimiento de las pruebas de la causa, ya que intentaba explicar por qué no había percibido huellas hacia su auto. Es decir sus dichos muestran que acomoda su información en base a ciertos conocimientos que va adquiriendo, restándole por completo espontaneidad y justificación. Confrontado con sus declaraciones iniciales (en las que sostuvo que no había podido ver bien a la persona que más adelante identificaría como Martínez, por la oscuridad del lugar y por los obstáculos que le presentaban un basurero y plantas) no pudo dar razones de peso”.

En esa línea los Magistrados se preguntaron: ¨¿Qué valor puede tener la identificación de Martínez a días del hecho y tras haber visto fotografías en los medios masivos de comunicación, si el primer día no pudo verlo en forma adecuada?”

Por último la otra testigo que quedó al borde del juicio es Patricia Godoy, otra deponente que tanto en etapa de instrucción como en el juicio también cargó contra Martínez al sostener que lo vio llegar de su auto a su vivienda de Melchor Romero luego de ocurrida la masacre. Tres testigos desacreditaron su versión bajo juramento de decir verdad.

La acusación contra esta testigo como también contra Tagliaferro es impulsada por Herminia López Harvid madre de Osvaldo Martínez, el patrocinio letrado está a cargo del abogado Sebastián Chouela.

En este escenario solo restará conocer si la Cámara de Apelaciones y Garantías confirma el fallo de Atencio y si eso sucede ambos expedientes serán tramitados por un Tribunal Oral y Criminal (que no será el 3) que pondrá fecha para el debate oral y público. Las penas para ambos imputados pueden llegar hasta los 10 años de prisión.

La masacre

En la mañana del domingo 27 de noviembre de 2011, los cuerpos sin vida de Susana De Barttolé (63), Micaela Galle (11), Bárbara Santos (28) y Marisol Pereyra (35), fueron encontrados en el interior del departamento 5 de la calle 28 al 467 de La Loma.

Las mujeres fueron ultimadas a golpes y puñaladas. Por el hecho estuvieron acusados Osvaldo Martínez y Javier Quiroga. El primero de ellos llegó al juicio en libertad, luego de que la Cámara de Apelaciones y Garantías dictara la falta de mérito el 26 de septiembre de 2012. Pero el Tribunal Oral y Criminal III, compuesto por Ernesto Domenech, Santiago Paolini y Andrés Vitali, le otorgó por unanimidad la absolución.

En tanto, Javier Quiroga llegó al debate detenido, luego que a principios de mayo del 2012 un cotejo de sangre dio positivo. Su ADN se encontró en las armas homicidas, uñas de las víctimas y las pisadas con manchas hemáticas se condicen con un calzado que se secuestró en el Hogar Esperanza de Vida al momento de su detención.

Tanto Álvaro Garganta como los abogados acusadores entendieron que los imputados habían actuado en complicidad, pero no pudieron probarlo en el juicio oral y público por el que pasaron más de doscientos testigos entre civiles policiales, peritos y ayudantes judiciales. (ANDigital)