jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº3687

Política | 17 mar 2014

Informe ANDigital

La renuncia del intendente Rossi y la explosión social en el Conurbano

El ex jefe comunal de Lomas de Zamora supo convivir con Kirchner y Duhalde durante varios años, pero la oposición de los concejales no peronistas y la crisis económica de la Provincia logró que no pueda afrontar aumento de salarios para sus empleados. El caso Rossi es la radiografía de lo que le sucede a otros intendentes del GBA, donde son acorralados por los movimientos piqueteros y la coyuntura política.


LOMAS DE ZAMORA-BUENOS AIRES, Octubre 28 (ANDigital) Este miércoles se conoció que el intendente de Lomas de Zamora, Jorge Rossi, uno de los “peso pesado” del Conurbano, renunció a su cargo excusando “motivos estrictamente personales”.

Si bien el oficialismo local no esgrimió cuáles serían los motivos de dicha decisión, la actualidad política del distrito se encuentra convulsionada.

El ahora ex jefe comunal tuvo varias complicaciones con el Concejo Deliberante, luego de que los ediles opositores pidieran hasta su interpelación por una investigación televisiva, donde se veía a algunos empleados municipales pidiendo dinero a cambio de habilitaciones.

En los últimos comicios, el cacique ganó con el 23% de los votos, logrando retener la mitad de las bancas que había puesto en juego, aunque el Acuerdo Cívico y Social consiguió cinco ediles y Unión PRO siete.

En el 2005 cuando se desató la batalla entre Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde por el reparto de los intendentes, Rossi se quedó del bando del “cabezón”. Con el paso del tiempo, el jefe comunal decidió recostarse en el santacruceño. Sin embargo, los dirigentes peronistas siempre aseguraron que Rossi nunca cortó la línea telefónica con el ex presidente Duhalde, algo que incomodaba al patagónico.

El ahora ex mandamás de Lomas sufrió en los últimos meses el reclamo de trabajadores municipales por aumento de salarios y él advirtiera que la Provincia no tenía fondos y que temía por la vuelta de los patacones o cuasimonedas. Pero, tal vez, la gota que rebalsó el vaso fue el lanzamiento de las cooperativas del Conurbano, donde el Gobierno nacional destinó 1.500 millones de pesos. La disputa entre los movimientos sociales locales y los intendentes justicialistas del GBA se profundizó en los últimos días.


Una pelea de tres sectores

El Gobierno nacional ve con preocupación como avanzan las organizaciones piqueteras. Es que el kirchnerismo solamente tiene como aliados a las agrupaciones Movimiento Evita que dirige Emilio Pérsico, el FTV al mando de Luis D’Elía, el MBTA de Milagro Sala y el FTP de Edgardo Depetris con sus derivaciones.

Pero hay agrupaciones como la CCC, comandado Juan Carlos Alderete, sobre todo en el Conurbano bonaerense, o las organizaciones como Polo Obrero, MST Teresa Vive y el PTS que se muestran en contra del oficialismo. Los reclamos de este sector se exhibieron con el conflicto en la fábrica Kraft de General Pacheco. Hasta Alderete advirtió que en el Conurbano “la situación estaba por explotar”.

En esta disputa entre piqueteros y militantes de izquierda se encuentran los intendentes del PJ, los “pesos pesados” del GBA que necesitan de esas cooperativas para sostener las organizaciones sociales de sus municipios.

“El violento grupo Quebracho en los últimos días pasó a apoyar acciones de los piqueteros oficialistas; la central sindical de izquierda (CTA), opuesta al Gobierno en el plano nacional, apoya a algunas agrupaciones oficialistas, como la de Milagros Sala; Hugo Moyano, desde la CGT, ha establecido una alianza con el Movimiento Evita y en el caso Kraft coinciden las dos alas del movimiento piquetero”, grafica el consultor político Rosendo Fraga.

Con este panorama, ni Kirchner, ni Duhalde y mucho menos los intendentes, saben hasta dónde puede llegar la disputa con las organizaciones piqueteras. El Conurbano, un polvorín. (ANDigital)

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