jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

Política | 18 mar 2014

Opinión

Debemos terminar con los grupos que se enriquecen a costa de la salud de nuestros hijos

El autor de este artículo, el diputado provincial Ángel Gabriel Villegas, explica los motivos que lo llevan a estar de acuerdo con la medida que parte del Ejecutivo provincial de ponerle topes a la nocturnidad y a la venta y consumo de alcohol en los jóvenes. También, reivindica lo actuado oportunamente por el entonces gobernador Eduardo Duhalde.


Por Ángel Gabriel Villegas (*)
Especial para ANDigital


En estos días hemos escuchado cientos de comentarios, críticas y apoyos al proyecto presentado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, que dispone el cierre de los locales bailables y pubs a las 5.30 horas, y el expendio de bebidas alcohólicas para una hora antes.

Como diputado adhiero  con mis dos manos al proyecto que, además, significa un mecanismo para que los llamados “after hours” queden incluidos en este límite.

Esto no significa limitar nuestras libertades, sino cuidar a los chicos.

Por esto mismo apuesto al límite en la venta de alcohol, lo cual no afecta derechos, ya que se va en búsqueda de mejorar el orden público y el bienestar general, que son obligaciones que tiene el Estado que intenta, también, preservar la salud de los habitantes de nuestra provincia.

Estos derechos y obligaciones tienen su raíz en la Constitución Nacional y, a mi entender, no se tuvieron en cuenta cuando se promovió el consumo de droga.

Hay que recordar que durante la segunda administración de Eduardo Duhalde, en 1996, la Provincia había fijado un límite horario para el cierre de las discotecas, pero debido a la presión ejercida por algunas radios, los dueños de boliches, y aquellos que venden droga a nuestros hijos, se lo atacó duramente.

Perdimos 13 años de tiempo para corregir una situación que Duhalde, como estadista que es, ya la había evidenciado y otorgado una solución.

La iniciativa de Duhalde nació en septiembre de 1996, intentando ponerle límites a la noche. El entonces gobernador firmó el decreto Nº 3.651, que limitaba la actividad en bares y confiterías en la esfera provincial.

El proyecto actual reconoce antecedentes con sello duhaldista y se tornó imprescindible después que algunos distritos del interior comenzaron a desempolvar la idea como consecuencia de los excesos cometidos por el consumo de alcohol –y drogas–, particularmente en los boliches bailables.

Más allá de nuestra labor parlamentaria, es necesario que la familia forme parte de la discusión. Como padres debemos tomar conciencia que lo que empieza como una distracción, muchas veces termina en un hospital o trae aparejado un hecho de violencia o un accidente de tránsito.

El gobernador señaló la necesidad de “velar por una juventud más sana y también apelar a la responsabilidad de los padres, porque el Estado puede hacer muchas cosas, pero no puede meterse en la casa o en algunos lugares”.

Sería importante también que aquellos que tienen la tarea de comunicar sean objetivos y, si hay disenso, éste no se convierta en burla, porque lo único que pretende la Provincia hoy es resguardar el futuro de muchos jóvenes que incluso, aún sin ingerir alcohol o drogas, pueden verse afectados por accidentes o violencia provocada por otros que sí lo hicieron.

En este sentido, repudio la actitud asumida por la radio de frecuencia modulada ubicada en el 95.9 del dial, que en el programa que se emite los días sábados a las 10.30 AM, a través de una canción titulada “El mono relojero”, que originalmente bastardeaba a Duhalde por su límite horario, hoy la utilizan contra Scioli y quienes apoyan medidas similares.

En estos días escuché a personas que manifestaron un desprecio absoluto por su salud, y creo que esto debe ser regulado por el Estado ya que no es una cuestión de índole privada cuando perjudica a todos.

Ruego a quienes son padres, que piensen y actúen como tales, y eviten las permanentes apologías de libertinaje y degradación de la familia y el ser humano.

Basta de las presiones provenientes de personas y grupos que se enriquecen a costa de la salud de nuestros jóvenes.

Soy padre y pretendo que mi hijo viva en una sociedad más sana, con menos peligros. No quiero perder más tiempo; ya pasaron 13 años desde que los ignorantes o aquellos a quienes les convenía por tener un rédito económico, acusaron a quien intentó atacar el problema en el año 1996, difamándolo y atribuyéndole incluso, una vinculación con la droga.

Eduardo Duhalde fue el precursor en la lucha contra el narcotráfico y la venta de alcohol. Hoy es necesario apoyar al gobernador de la Provincia ya que la decisión es la correcta.

El refrán dice “el tiempo dirá quién tiene razón” y acá, lamentablemente, el deterioro y el camino que se ha recorrido durante estos 13 años demuestran que la razón está del lado de aquellos que intentan preservar y velar por todos y no por unos pocos.


(*) Diputado bonaerense del Partido Justicialista. Abogado, Licenciado en Seguridad.

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